Reflexión 2: ¡Un Mensaje Conmovedor pero de Extrema Urgencia!

.

REFLEXIÓN 2

Los testigos de Jehová son evangelizadores muy fervorosos. Se sienten en la obligación de predicar el mensaje de su religión a cuanta persona puedan en cualquier lugar: de casa en casa, en las calles, en los parques, en los negocios comerciales, aeropuertos, en edificios de oficinas, etc. También lo hacen por teléfono tomando la guía telefónica y por cartas. Siempre llevarán con ellos algunos ejemplares de su literatura (revistas, folletos, tratados, etc.) los cuales entregarán como soporte a su mensaje. El mensaje que predican reviste para ellos la mayor de las importancias ya que, según creen, quien no lo atienda corre peligro. El objetivo de toda esta predicación es obvio: quieren que más y más personas se hagan testigos de Jehová como ellos. Quieren ingresar personas a su organización para que hagan parte del pueblo escogido de Dios. Esto no lo dirán de forma directa. Es decir, no le van a decir a una persona con la cual hablen que el objetivo es convertirlas al Jehovismo, sino anunciar un mensaje. Pero en última instancia todo el proceso de evangelización está elaborado con un objetivo en mente: lograr que una persona se haga testigo de Jehová.

¿Por qué tanta urgencia en predicar, anunciar e intentar convertir a las personas a su religión? Tal vez sea útil conocer una estructura importante de su doctrina. Miremos.

Los testigos de Jehová están convencidos que vivimos en los últimos días de este mundo. Dentro de poco, dicen ellos, Dios utilizará a su hijo Jesucristo para destruir los gobiernos de todos los países y acabar con la vida de todas las personas que no pertenezcan a su pueblo escogido. Los testigos de Jehová piensan que ellos son el pueblo escogido de Dios, de manera que son los únicos a quienes Dios conservará con vida. No importa si las personas de otras religiones son buenas, caritativas o bondadosas. Si pertenecen a otra religión que no es la de los testigos de Jehová, entonces Dios las destruirá. Así de simple. ¿Y los niños pequeños y recién nacidos que aún no tienen uso de conciencia? Si son hijos de padres que no son testigos de Jehová, Dios también los destruirá sin misericordia. Esto suena duro, pero es lo que ellos creen. Claro, si usted le pregunta esto ellos, lo negarán o evadirán una respuesta directa de un si o un no. Cuando a mí me preguntaban esto yo solía responder que sólo Dios conoce el corazón del hombre y determina quién se salva y quién no, por lo cual no nos corresponde juzgar a nadie. Sin embargo, si los testigos de Jehová no están convencidos que son el pueblo escogido de Dios y la Religión Verdadera, ¿por qué se hacen testigos de Jehová?

El primer encuentro con un Testigo suele ser informal. Es decir, un amigo, compañero de trabajo o de estudio o vecino que es testigo de Jehová, nos hablará de forma amable sobre algún tema bíblico. Los Testigos saben que muchas de sus creencias no gozan de la simpatía de la gente, por lo cual maquillan la presentación de su mensaje para presentar la estructura de su religión de forma sencilla y gradual empezando con asuntos simples y luego, poco a poco, otros un poco más polémicos y así hasta que la persona casi sin darse cuenta, se encuentra obedeciendo todo lo que los Testigos le dicen sin chistar.

Para otras personas el primer contacto con los Testigos será en la puerta de su casa durante la predicación de casa en casa. Dos personas llegarán a su hogar muy bien vestidas y le mostrarán lo mal que está el mundo en que vivimos. Guerra, contaminación, terrorismo, delincuencia, hambre, terremotos, desastres... el Testigo le mostrará que el mundo es un lugar hostil y peligroso para vivir, por lo cual nuestra vida y la vida de nuestros hijos están amenazadas. La persona que escucha tan poco alentador diálogo inmediatamente concordará con el Testigo en que el mundo está atravesando por una verdadera crisis. Al llamar la atención de esta manera, el Testigo prepara al amo de casa para la siguiente pregunta: ¿Podemos esperar que esta situación mejore y llegue el tiempo en que los seres humanos vivan en paz sobre la Tierra sin guerra, sin hambre y sin ninguno de los problemas que nos aquejan hoy? El noventa y cinco por ciento de las personas a quienes yo hacía esta pregunta cuando predicaba decían un tajante No. El pesimismo es una enfermedad muy extendida entre las personas (sobre todo si son de estratos sociales bajos) y los Testigos la aprovechan muy bien. Una vez que la persona ha dicho que no es posible una mejora, el Testigo le dará la feliz noticia: ¡Sí hay una esperanza de que el mundo mejore! y no sólo eso, existe la esperanza de que llegue un momento en que en la Tierra no haya más muerte, ni enfermedades, ni violencia y hasta las personas queridas que murieron podremos verlas otra vez!

Estas palabras conmueven a cualquiera porque es lo que todo ser humano desea. Un mundo mejor libre de problemas. Y si a eso le sumamos el que podamos ver a nuestros seres queridos que han muerto otra vez aquí mismo en la tierra, entonces la promesa se hace especialmente atractiva. A este punto la persona que escucha al Testigo manifestará algo de incredulidad pero a la vez estará a la expectativa. Preguntará de qué forma puede ser posible un cambio tan grande. El Testigo le dirá que ese cambio no será obra del hombre sino obra de Dios. Que Dios ha prometido limpiar la tierra de maldad y dejar en ella sólo a quienes hayan cumplido con sus justas normas. Le dirá que hará eso mediante su Reino. A continuación, el Testigo sacará una pieza de literatura y le mostrará hermosas ilustraciones de un paraíso donde la gente vive en paz entre ellos mismos y con los animales. En estas imágenes las personas sonríen y hay alimento en abundancia. La gente se divierte construyendo casas mientras los niños juegan con animales salvajes y se comparte el alimento. La persona que mira las imágenes lo hace conmovida por tanta belleza y sin percatarse de ello, se ve así misma en un lugar así. Es algo similar a cuando uno va a una agencia de viajes y el vendedor (si es un buen vendedor) le dibuja con palabras atrayentes el lugar de destino del plan que le ofrece y complementa su diálogo con folletos que muestran el hotel, la playa y hermosos lugares turísticos. Uno automáticamente se mete en las fotografías y se ve allí mismo disfrutando todos esos espacios.

Cuando la persona ve las imágenes del paraíso y el Testigo así lo nota, llegará la siguiente pregunta: ¿le gustaría vivir en este paraíso que Dios ha prometido? La persona dirá que sí sin dudar. Ahora la pregunta más certera: ¿Qué tiene que hacer para poder vivir en el paraíso bajo el Reino de Dios? Acá la persona responderá: ser bueno, no hacer mal a nadie, colaborar a los demás, comportarse bien. El Testigo agradecerá la respuesta, pero le dirá que no es suficiente con eso. Le dirá que para poder vivir en el paraíso tiene que adquirir el conocimiento de Dios. Y que ese conocimiento está en la Biblia, por lo cual es necesario estudiar la Biblia.

Los testigos de Jehová aprovechan el enorme vacío que existe entre las personas en lo que a conocimientos bíblicos se refiere. Los Testigos están entrenados para citar textos de la Biblia que apoyen sus declaraciones, por lo cual pueden buscar en la Biblia con rapidez y agilidad cualquier versículo que necesiten en apoyo al tema que estén considerando. Yo llegué a memorizar más de quinientas citas bíblicas. En cambio, las personas en general no tienen conocimientos bíblicos, ni siquiera los más elementales. Y es más, los que saben algo de la Biblia no saben en qué parte de ella encontrarlo. Es acá donde el Testigo ofrecerá su ayuda a la persona. Le dirá que él estará encantado de enseñarle a conocer la Biblia. Esto se hace mediante un Estudio Bíblico. Un Estudio Bíblico es una consideración semanal de una hora en la cual mediante un libro guía se analizan algunos temas utilizando la Biblia como apoyo a esos temas.

Ahora la persona está en una disyuntiva. ¿Aceptará estudiar con el Testigo? Una objeción que se coloca con frecuencia a la invitación del Estudio Bíblico es que la persona dice que ya tiene su religión o es católica y no quiere cambiar de religión. Para el Testigo esto no representa ningún obstáculo. El Testigo le dirá a la persona que no importa a qué religión pertenezca, de lo que se trata es de adquirir conocimiento de la Biblia. Los católicos y las demás religiones cristianas respetan la Biblia, por lo cual muchos no ven nada de malo en charlar sobre ella con los Testigos. Sin embargo, en la mente del Testigo hay algo más que la simple voluntad de enseñar la Biblia a otro. Su objetivo es que de forma gradual la persona vaya dejando sus creencias a un lado y vaya aceptando las creencias de los Testigos de Jehová. Para eso está concebido el Estudio.

El esquema que he trazado en esta reflexión es un esquema muy reducido de cómo una persona acepta estudiar con los testigos de Jehová. A veces el proceso es más simple; en la mayoría de ellas, mucho más complicado. Muchas veces una persona acepta estudiar sin cuestionar ni preguntar nada (yo empecé a estudiar la Biblia con los Testigos de Jehová cuando tenía nueve años, sin saber si quiera qué significaba la palabra religión, sólo porque mi mamá así lo quiso) pero en otros casos antes de que la persona acepte un estudio formal, se tienen una serie de consideraciones previas con ella utilizando la Biblia solamente. Cuando la persona se ha vuelto más receptiva después de estas consideraciones acepta el Estudio Bíblico con más facilidad.Más adelante describiré con detalle el proceso que sigue un testigo de Jehová para convertirse en un celoso evangelizador y de qué forma aprende las numerosas técnicas para llevar su mensaje a otros. Por ahora me enfocaré más en la forma que los Testigos enseñan a otros. Me enfocaré en lo que se llama Estudio Bíblico.

.