sábado, 19 de marzo de 2011

PPK: Autobiografía y Gerencia del Perú (3)

.

El legado de mis padres

La cosa principal que me dejaron mis padres es que uno siempre debe aprender algo; nunca dejas de aprender; así que uno no puede decir: "Yo llegué hasta aquí, y aquí estoy, y soy un genio.". Cada año debes aprender algo nuevo. Y también un sentido cultural internacional, porque mi mamá era muy literaria, le encantaba la música; y mi papá era un investigador, un poquito parco, pero un hombre muy generoso. Después del golpe del '48 hasta cuando murió, veinte años después, trataba a sus pacientes gratis, tenía muchos amigos en la sierra, en la selva, también gente de afuera de Lima. En eso era un hombre muy generoso.

No me preocupaba que tratara a la gente gratis, aunque pude notar, mirando su correspondencia, que él estaba preocupado por cubrir los gastos y siempre buscaba la forma de salir adelante. Él, por ejemplo, logró un contrato con el gobierno alemán para ver los reclamos de víctimas judías de la guerra. Así, venían de Argentina, Bolivia, Chile aquí a su consultorio para que los evaluara físicamente y determinara si había un reclamo válido o no. Él vivía mucho de eso y también era el doctor oficial del colegio Markham. Pero él no tenía ingresos significativos; nada importantes comparados con lo que se gana hoy siendo un buen médico.

Mi trabajo fuera del Perú

Los años 70 estuve fuera del país: Estuve un tiempo en Nueva York; otro tiempo en Washington; regresé un tiempo al BM; y en Nueva York había una crisis tremenda en esos tiempos, era un lugar muy pobre. Ahí busqué otra cosa y me contrató Alcoa S.A., la compañía de aluminio, para que yo le armara un proyecto de una mina grandísima que había en África (en donde yo tenía experiencia financiera); era un país francófono –yo hablo francés- y querían a alguien que no fuera americano, porque en ese país no dejaba entrar a los americanos. Me pasé tres años y medio organizando este proyecto que empezó a andar justo al final de esto.

Mi apoyo al gobierno de Belaúnde y la persecución de Sendero Luminoso

Yo había mantenido siempre una relación buena con Belaúnde, que vivió en Washington varios años. Y me dijo que lo ayude en su campaña. Yo venía del África y nadie pensaba que él iba ganar la elección, pero la ganó al no participar en la Constituyente, pues dijo que él no tenía nada que ver con ese gobierno que se acababa.

Él nos ofreció a Carlos, a Webb y a mí, puestos. Webb se fue al BCR, Carlos no quiso regresar y yo dejé mi ex trabajo y me fui al Ministerio de Energía y Minas en donde estuve dos años, que fueron años interesantísimos. Claro que no rompimos el esquema que nos habían dejado los militares: compañías estatales, etc. Empezamos un poco a cambiar eso, pero la privatización no estaba "de moda" en el mundo; Margaret Thatcher todavía no había hecho su primera privatización.

En el '82, me fui porque Sendero Luminoso estaba contra mí, colgaron mi efigie en el zanjón, y esto porque yo era un personaje bien conocido en esa época. Entonces, me fui y me pasé diez años en Nueva York, en un banco de inversión donde yo era presidente de la parte internacional; fue una experiencia interesantísima. Básicamente lo que hice ahí era desarrollar mercados emergentes que no existían en ese momento: China, yo hice el primer fondo en ese momento; el primer fondo en Taiwán, el primer fondo en Corea; luego, trabajamos mucho en España, que era un país muy pobre; hicimos la primera emisión del Santander en Nueva York; la primera colocación del Banco Central, que hoy ya ha sido absorbido por el mismo Santander; vendimos los activos de Romasa, que era una cosa complicadísima. Armé un buen equipo en España y empezamos a hacer las primeras privatizaciones en Grecia, en Israel; y luego, cuando América Latina empezó a recuperarse, empezamos a trabajar aquí. Pero mientras tanto, yo daba asesoría al gobierno de Venezuela, Arturo Sosa era su Ministro de Hacienda -un gran amigo-; y asesoré a Brecer Pereyra que era el Ministro de Brasil. Y luego, a fines de los ochenta, hicimos las primeras emisiones latinoamericanas en Nueva York, Vitro y otras.

Mi regreso para trabajar por el Perú

En el '92, cuando mi trabajo consistía en constantes viajes a Japón y demás lugares, cuando ya me empezó a afectar la salud tanto viaje, me salí y pensé en estar más cerca del Perú y me dije que de repente podría irme a Miami. Me mudé allá y fundé un Fondo que lo levantó mi esposa, que es gestora de Fondos. Un Fondo donde los principales inversionistas eran grandes universidades, -liderados por la Universidad de Harvard- para hacer inversiones en compañías en América Latina. Fue un Fondo que funcionó bien, tenía muy buenos colegas: Incluyendo un peruano, Fernando Montero, que había sido mi sucesor cuando dejé el Ministerio de Energía y Minas y Eduardo Elejalde, que trabaja en Colombia.

Mi trabajo como Ministro de Economía en el Gobierno de Toledo

El Fondo duró nueve años y, en el 2001, yo ya tenía un pie en el Perú: Había comprado un departamento aquí; era el presidente de EDELNOR, que era la eléctrica privatizada, era su presidente de Directorio. A fines del 2000 me llamó (Alejandro) Toledo -a quien yo no conocía- solicitando mi ayuda para su campaña, a lo que pregunté "¿quién iba a estar en dicha campaña?": Iban a estar Toledo y Lourdes (Flores); entonces me dije que podría apoyar a Toledo. Y él anunció en el CADE (en Enero del 2001) que yo iba a ser el "Jefe" de su equipo económico, de la parte económica de su campaña. Muchos se sorprendieron por mi apoyo a Toledo, pero yo creía que Lourdes no iba a ganar y que sería mejor "rodear" bien a Toledo.

Así, el equipo de Toledo era un equipo bien "heterogéneo": Estaba "el pibe" Dancourt, que era "zurdo" (de izquierda); J.J. Martins, que era más bien derechista; yo en el centro; y Court Burneo, que era considerado un izquierdista. Logré que este equipo trabajara bien; hicimos un plan, que fue el que se aplicó. Luego, Toledo me pidió que sea su Ministro de Economía, pero eso me lo pidió en Febrero o Marzo del 2001. En otras palabras, yo llegué al Ministerio habiendo pasado la mayor parte de la gestión del gobierno de Valentín (Paniagua) como Ministro de Economía.

Sin embargo, heredamos algunas "papas calientes" y algunas cosas buenas: "El gordo" Silva había creado el SNIP, él es un tipo muy ordenado y disciplinado en el gasto, por eso el déficit que era gigante, lo había reducido; pero la recesión era tremenda: El Perú llevaba tres años y medio sin crecimiento; el índice de pobreza había subido; había que darle un empujón a la economía. Los primeros cinco meses, eso es lo que hicimos: Aumentamos el gasto. Tratamos de que, a partir de una política Kenesiana, se reflotara la economía, pero lo que yo dije fue que teníamos que crear confianza, no podíamos seguir peleándonos con el Fondo Monetario (FM). En ese momento, en el Perú, el FM tenía un poder inmenso.

Sin embargo, en el Congreso, muchos dijeron que cómo era posible que el FM pueda imponer estas condiciones, etc. hubo unas tremendas batallas ese año. Pero en ese primer año hicimos algunos cambios importantes: Yo no soy de sacar más y más leyes; le dije a Beatriz Merino, que era Jefa de la SUNAT, que debíamos tener metas de recaudación ahí, y que a través de la SUNAT iban a haber algunos cambios reglamentarios: Se creó el Sistema de Retenciones de Tracciones, que no requirió de ninguna ley importante (era una ley de solo un artículo); y ahí empezó la mejora sustancial de la recaudación en el Perú que se había venido a menos con el RUC sensible, el favoritismo, la desmantelación de la SUNAT que hubo al final del gobierno de Fujimori. Cuando entramos al gobierno, la recaudación era muy baja (era el 12% del PBI); y propuse como meta que debíamos llegar a 16% al final de este gobierno, ocupándonos del IGV, de formalizar la recaudación. Y durante el gobierno de Toledo, se llegó a tener 3 millones de contribuyentes, cuando empezamos con uno.

Me retiro al final del primer año, porque tenía, de nacimiento, una válvula de la aorta defectuosa y me tenía que operar; y toma la posta Javier (Silva Ruete) como Ministro de Economía, pero él es bien avaro y no le daba a Toledo lo que él quería. Incluso Javier logró que en el año en el que él estuvo no se le diera aumento a los maestros; mientras que a mí no me preocupaba el darles el aumento; porque siempre he seguido una política –en todo lo que hago, pero sobre todo en el Ministerio de Economía-: "Veamos lo que es importante y no nos peleemos por lo que no lo es". Por eso, a mí me parecía que el tema del aumento a los maestros era un tema importante y que no nos iba a desmantelar las finanzas públicas. Acepté eso y acepté muchas cosas, tanto que hubo gente que creía que yo era demasiado "mano amplia". Incluso, Lucho Carranza y Patricia Teullet se fueron por eso, porque pensaban que yo era demasiado generoso. Hasta Toledo pensó eso, porque cuando hubo las huelgas médicas, Pilar Mazzetti y yo negociamos con los médicos y las enfermeras, y se logró cambiar un poco el esquema para que los contratados fueran a planilla y no fueran médicos que "están en el aire", pues siempre les he tenido simpatía a los médicos (porque mi papá también lo fue) Al final todo salió bien y no se habló más de la huelga de los médicos.

Yo siempre he tratado de ser optimista, sin ser artificial o ingenuo. Siempre he tratado, como Ministro, de dar una impresión favorable, de no cambiar las reglas del juego, pero sí ser favorable.

Se hicieron dos cosas muy importantes a principios del gobierno de Toledo, en las cuales yo insistí: Una, fue un cambio a la ley de MiVivienda, para permitir que las becas sean uniformes y vendibles, porque como estaban hasta ese momento, los bancos no podían vender las hipotecas, deshacerse de ellas; entonces, no había ningún futuro para el financiamiento de vivienda. Se hizo un cambio ahí que es el que ha permitido que MiVivienda surja y ahora se financie en el mercado privado. Y el otro cambio, era que se hablaba mucho de las tarifas eléctricas. Alan (García), en su campaña del 2001, habló mucho acerca de que había que bajar las tarifas, entre otras cosas. Ahí lo que hice fue tomar una vieja ley que estaba desde mi época como Ministro de Energía y Minas, (pero que Fujimori había eliminado) la del subsidio cruzado: O sea, hay pocos ricos –incluyendo fábricas- que consumen mucho y un montón de pobres que consumen poco. Si tú le quitas algo a los que consumen mucho (poniéndoles un sobrecargo), vas a poder darles un subsidio muy grande a los que están abajo, y eso es lo que se hizo. Al principio hubo una oposición terrible del MEF respecto a esta idea, pero con Cecilia Blume hicimos una buena ley -que rige hasta el día de hoy- y ha permitido, en parte, que no se hable más de las tarifas eléctricas en el Perú. Eso bajó mucho la temperatura, eso venía de mi experiencia en EDELNOR.

El proyecto Camisea

El 2003, yo estuve fuera del gobierno, hice algunas consultorías. Una de ellas era HUNT, por la que me critican un montón: Dicen que yo firmé los contratos de gas, que yo diseñé los contratos de gas. Cuando lo único que hice fue explicarle a HUNT cómo podría financiar este proyecto, porque el Accent Bank en EEUU, por falsas razones ambientales, dijo que no podía financiar a TGP; pero TGP ya estaba construyendo el ducto. Yo los ayudé a levantar la plata en el mercado local, aquí, con las AFP's y los bancos; y a HUNT le diseñé una estrategia para su proyecto, que es el proyecto que se ve ahí. Por eso ahora dicen que yo fui el arquitecto de la exportación del gas y pienso que esas son tonterías; porque lo único que fui fue ser un gestor técnico, que ayudé a hacer este proyecto, que si no hubiera estado ahí no habría Camisea. El otro gestor importante fue Jaime Quijandría. Los dos estamos en el banquillo de acusados por gente que simplemente no entiende los beneficios de Camisea, que son inmensos: Porque el gas en el Perú es gas mojado, tiene muchos líquidos; estos valen cinco veces más que el gas y han permitido que el Perú que era deficitario en su cuenta petrolera en más de mil millones de dólares al año, esté hoy equilibrado. Eso es lo que ha logrado Camisea. Además dicen que no se le debe exportar gas a Chile, pero a mí no me importa si esto se da o no. Pero lo que se está exportando a Chile, son los líquidos que vienen del gas, hoy. Eso lo dije en una conferencia en la USIL y nadie, salvo la gente de la compañía sabe eso; mientras que todos los que denuncian la exportación tampoco lo saben.
.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡Cuéntanos lo que piensas!