lunes, 13 de diciembre de 2010

La Palabra es Actitud

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Hace unos días supe el caso (bastante común, ya verán) de una empresa constructora que tenía un asistente contable, Benjamín, que en realidad hacía todo el trabajo operativo de esa parte de la empresa. El Contador aportaba su firma mientras monitoreaba el trabajo de su asistente.

El caso es que este asistente ganaba poco pero era muy competente. Dos años fueron suficientes para que acumulara una buena experiencia y por fin lograra emigrar a un futuro mejor en otra empresa. Allí comenzaron los problemas para la empresa que dejaba.

Los empresarios tradicionales, o sea, casi todos, tienen la idea de que sus empleados son sus lacayos, simples piezas de recambio, tuercas de repuesto, que hoy usan y mañana echan a la basura sin mayor congoja. Es decir, es célebre el pensamiento empresarial según el cual, si un empleado pide un aumento, se le doblegará la voluntad recordándole que hay decenas de otros que pugnan por su puesto, de modo que más le vale quedarse quieto, silencioso, además de sonriente y agradecido. Así hemos criado largas generaciones de empleados cobardes y con poca autoestima, incapaces de zafarse de esa esclavitud mental que los hace sentirse menos, incapaces de llegar a ser productores de su propia riqueza.

Lo digo reconociendo que también he tenido la desgracia de pasar duros tiempos de desempleo y dolor, profundo dolor de no poder dar a mi familia lo que todo hombre de bien desea: una buena educación, alimentación, vestimenta y salud, es decir, no solo mantenerlos sino permitirles la oportunidad de ser hombres y mujeres prósperos en el futuro.

Volviendo al caso de Benjamín y la empresa constructora, parece que subestimaron el peso del empleado que se fue. La primera persona que lo reemplazó no satisfizo al empresario-gerente-constructor porque no parecía tener el nivel de Benjamín ni su dinamismo, de modo que le pidió al Contador que busque a otra persona en su lugar. Pasaron muchos meses de búsqueda, porque no es fácil de complacer al empresario-gerente-constructor, y finalmente han encontrado otra tuerca, es decir, otro asistente. Pero han pasado de Guatemala a Guatepeor, en un par de semanas tampoco lo quieren, y el Contador, aparentemente ya sin ganas de pasar el suplicio de una nueva búsqueda, consultó con un antiguo asistente de otra empresa cercana, Ernesto, que hoy ya trabaja en niveles más altos y mejor pagados. Cuando Ernesto hizo saber su propuesta, para nada leonina, fue resignadamente descartado en una, no porque no lo mereciese sino porque el empresario-gerente-constructor quiere lo mejor a precio de remate.

Me pregunto si realmente es cierto lo que con arrogancia piensan los empresarios tradicionales, o sea, casi todos, si realmente es tan fácil cambiar una tuerca por otra, que hay decenas de desempleados pugnado por ese puesto. Y yo creo que sí. Yo creo que sí hay decenas de personas pugnando por ese puesto; lo que pasa es que esa multitud que pugna difícilmente tendrá la calidad y la química con el empresario-gerente-constructor y eso es lo que él no sopesó cuando dejó ir a Benjamín sin ofrecerle algo sustancialmente mejor.

Por supuesto, el empresario-gerente-constructor no admitirá que tal vez pudo manejar un poco mejor esta situación, siempre podrá persuadirse y convencerse a sí mismo de que la falla fue del Contador que no sabe buscar reemplazos o que falló el propio Benjamín por exceso de ambición personal y poca camiseta.

En su libro “Fabricantes de Miseria”, los liberales Plinio Apuleyo, Carlos Alberto Montaner y Álvaro Vargas Llosa responsabilizan a los empresarios de ser la clase de personas del título del libro debido a que quieren generar riqueza, no a través de la creatividad y la competitividad, sino pagando sueldos de hambre. Bullseye!!!

En la otra cara de la moneda, también me trae a la memoria la situación que hoy pasan algunos de mis alumnos en el instituto Idat, donde jalan cursos y luego del sustitutorio ofrecen de todo por aprobar, menos estudiar. El más reciente caso es el de Eduardo, un alumno aparentemente tranquilo pero definitivamente un desastre a la hora de evaluarlo. Tenía cara de pánico cuando supo que iría al sustitutorio, las razones de su pánico son obvias, pero al principio creí, ingenuo yo, que su examen final había sido un mero tropiezo (es que la primera parte del curso no la dicté yo, pero ese es otro tema). En el sustitutorio yo puse dos preguntas para marcar (o sea, para no pensar), súper fáciles, y además de 4 puntos para cada una. La desgracia de Eduardo es que necesitaba 10 y el resto del examen no fue tan fácil y requería un mínimo de conocimientos y práctica que el buen Eduardo no tenía ni para medio punto.

Cuando comuniqué los resultados por correo electrónico, esta fue su penosa solicitud (cito textualmente, por si acaso):

“profe porfabor regalemes 2 puntos ps si no boy repito el siglo ps yo se que estute es bueno bueno me despido espero q me de una manito”.

Soy bueno, pero detesto esa mala escritura y peor redacción. Mi respuesta, más reflexiva, fue la siguiente:

“Hola Eduardo:
En realidad estoy convencido de que te haría más daño si te “regalo” los dos puntos que me pides. Más aún, en mi concepto hay varios alumnos más que deberían repetir el curso, pero la estadística manda y la tenemos que respetar.
Si yo te doy esos dos puntos aparentemente te haría el bien de no repetir el curso, pero tienes que entender que más adelante eso te haría un pésimo profesional, serías de esos mediocres que aprueban a la mala y luego no consiguen trabajo porque allí no perdonan ni regalan puestos como si fueran puntos para aprobar.
Así serías un mediocre sin trabajo y sólo te quedaría ser taxista, sí, de esos taxistas que se quejan de su suerte y dicen que no hay trabajo pese a estar instruidos y con cartón. Yo te haría ese daño si te doy esos dos puntos. Lo mismo pienso de Billie y él lo sabe, se lo dije cuando salía del examen, sólo que él necesitaba menos puntos que tú para aprobar. Así también te podría mencionar a alguna persona más, pero no viene al caso ahondar en detalles.
Me da mucha pena que seas jalado pero puedes estar seguro que Billie dará más pena en el futuro si no cambia su manera de aprobar los cursos. Es mejor que rectifiques ahora que es oportuno y no después cuando ya sea tarde, con el cartón en la mano y sin tener idea de nada.
Te aseguro que esto no es maldad, tampoco pretendo ser el mejor del mundo, sólo quiero que haya un nivel mínimo que no has demostrado ni a mí ni a ti mismo.
Tal vez ahora yo te parezca malo e indolente, pero con el tiempo me entenderás y espero que cambie tu impresión de mí. Yo siempre guardaré un buen recuerdo de ti como persona, y me sentiré feliz cuando en el futuro seas un excelente profesional.
Saludos,
Ronald.”

Le he dicho todo esto a pesar de que yo también he taxeado temporalmente, padre de familia que saca plata de donde sea en tiempos de sequía laboral. Lo digo sin avergonzarme, pero sabiendo que esas son pequeñas temporadas invernales que pasan pronto en la medida que uno es lo más competitivo y esforzado posible.

Llego al punto en el que creo que probablemente los empresarios tradicionales, o sea, casi todos, creen que tratan solo con trabajadores mediocres que pasaron por estudios superiores aprobando a la mala como pretende hacerlo Eduardo, o sea, casi todos.

Mezquindad, neo-esclavismo, mediocridad, temor… salir de esto, definitivamente, no va a ser fácil. La palabra es actitud.

lunes, 11 de octubre de 2010

¿Un año ya?

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Saben, me siento raro escribiendo esto, ha pasado un año desde el primer post y no sé si viene al caso mencionarlo. Un año escribiendo en promedio dos veces al mes, de cualquier cosa que me venía a la mente, libremente, sin más preocupación que la libertad de expresarme.

No he hecho encuestas, no tengo idea de la cantidad de gente que ha visitado La Sala de Ensayo en este tiempo, el contador que ven aquí apenas lo puse hace unos cuantos meses y no le marco demasiado el paso. Pero puedo decir algunas cosas que me han comentado por el correo electrónico a lo largo de estos meses.

Rodolfo Yalleri, enero 2010:
"La verdad es que me he quedado gratamente sorprendido con los ensayos que has subido a internet, FELICITACIONES !!.......... jejeje, la verdad que al principio pensé que lo habias cogido de una cadena, pero luego de leer algunos me dí cuenta que son tus palabras. Gracias por darme una lectura agradable para replantear o repensar algunas cosas que han estado siempre alrededor mío y nunca los he visto desde el punto de vista que planteas"

Alberto Oncevay, julio 2010:
"Gracias por los correos que envías. Siempre los leo; a pesar de que no te he respondido ninguno[...]"

George Daniel Rodríguez, octubre 2010:
"[...] dejame felicitarte por tu blog cada vez te veo mas afinadoo...."

Mireya Seguel, refiriéndose al post "No lo sospechaba y recién me doy cuenta" sobre Gustavo Cerati, junio 2010:
"Es lo mejor que te he leído [...]"

Santiago Bazán, junio 2010:
"Felicitaciones por tus logros personales y profesionales, siempre estoy al tanto de tus Correos [...]"

Mónica Fernández-Dávila, refieriéndose al primer post "Hasta siempre, Miau", octubre 2009, por Facebook:
"[...] tb ta bueno el blog... siento mucho lo de miau [...]"

Lucho Roncalla, agosto 2010:
"Siempre es un deleite leer tu blog. Esperaré atento"

En el colmo del cariño exagerado, algunos soltaron halagos oníricos:
Rodolfo Yalleri, julio 2010:
"Felicitaciones por los artículos que publicas, ojalá pronto podamos tenerte en un medio masivo de comunicación; de la forma como escribes, Nos lo Merecemos!!"

Anónimo, junio 2010, hasta ahora no sé qué pensar de esto:
"[...] te podría comparar con el gran Paulo Coehlo peruano"


Algunos de los comentarios también llamaron la atención a las fotos que coloqué. Tal vez la que más llamó la atención fue el mes pasado en el post "Klug rima con Slut". Algunos se entretuvieron tanto con la dichosa foto que no recordaban de qué se trataba el tema. Hasta ahora se busca la identidad de la modelo.

Pero bueno, a otros no les gustó el blog. Por ejemplo, una nena con apellido de universidad barata me dijo -ojo, con acierto- que "[...] lo que escribes ya lo han dicho otros hasta el hartazo y mejor.[...]". Qué sorpresa, yo no sabía que mi propósito es ser el mejor.

Y recientemente ofendí a alguien a quien yo quiero mucho; nunca ha sido mi intención ofender a los demás de modo particular, y menos en La Sala de Ensayo, fue sin querer. Esto suele ocurrir cuando expresamos posiciones políticas claras, como la última elección municipal. Estoy seguro de que el tiempo puede serenar nuestro ánimo. Y nuestra izquierda.

En lo personal disfruté mucho de algunos posts como el dedicado a Susan Hoefken, a Alan García con Francis Allison, o los chibolos pateando las ruinas en Trujillo, así como el del periodismo y su oportuno silencio respecto al caso Álvaro Ugaz. Tal vez los más sentimentales fueron los que dediqué a mi gato Miau y a Gustavo Cerati, parece que la muerte me pone muy expresivo. Como algunos de ustedes saben, me separé temporalmente de Ruth y en eso salió el único poema en miles de años, Caer.

Aun me queda de tarea terminar "Para cada Adán hay una Eva", hubo otras circunstancias (la coyuntura, dicen los opinólogos) que me impidieron avanzar con eso. Es mi deuda más inmediata.

Quiero agradecer la paciencia de muchos de mis amigos, especialmente a los del fulbito dominguero, a Hans Vidal que ya está harto de las alertas, del colegio a Julio Retto, al Chino Jaime Pardo, Víctor Zevallos, etc. De la Cato a Gonzalo Calmet, a Lucho Roncalla y a Alfredo D'Arrigo, recientemente reaparecido en el mundo.

No puedo dejar de mencionar a Mireya Seguel, la más vehemente de las mujeres que conozco, qué bueno que conozco izquierdistas de esa talla. Sólo por ti y por Claudio, que viva Chile. Y de taquito, pero indispensable, agradezco también a la coleguita Marielita Loarte.

De mis más allegados familiares, Mayrita querida y Gissela. De Mirones a Malena López, sé que siempre me lees, pobrecita. Y a mis alumnos de Idat, inolvidables.

Finalmente, tal vez el más sufrido de quienes me leen, Christian Ramos, quien para colmo se atreve a casi siempre comentar en el mismo blog. Allá tú.

Gracias a quienes no menciono, no sé quiénes, no sé cuántos, pero no con todos me he acostado.
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sábado, 2 de octubre de 2010

La izquierda y la derecha del Canevaro

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Hay una pose muy vieja y obvia de la izquierda. Ellos son los pensadores, los intelectuales, los informados. Además, tienen esperanza y no miedo. Y son del pueblo.

Claro, no tienen miedo porque ellos son los dueños del Pitbull. Ellos son los que cobijan a esa fiera que es tiernita cuando su vieja dueña reciclada le palmotea el lomo. Esa vieja pituca nos dice a todos que no debemos tener miedo sino esperanza en que su perrito no muerde, que su noble perrito Pitbull ya aprendió la lección. Ese Pitbull que antes desfiguró rostros de niños y adultos, que masacró comunidades enteras, ese feroz animal que antes degolló vecinos y amigos ya no es un peligro, miren cómo saca la lengua juguetonamente y con esperanza mueve la colita.

Esa misma vieja, que posa de pobre, nos dice que es mejor que la vieja pituca que posa de moderna. Pose de izquierda, pose de derecha.

Qué lindo es votar por la tía del Pitbull asesino, hoy dócil en manos de ella y nadie más, ojalá no se le escape sin bozal. Tenemos esa esperanza intelectual.

La vida es un espiral, pucha, cómo les digo, esta cosa de la izquierda progre contra la derecha reaccionaria no tiene nada de nuevo. Eso, precisamente, trataba de decirle a alguien el otro día.

Le decía que, claro, probablemente es más cool y encachao votar por la izquierda, lo cual desde tiempos inmemoriales se ve lindo en la Cato, en la bola de hippies de Sociales, Bellas Artes, etc.

No me da miedo que los izquierdistas me tilden de reaccionario o de derecha, porque sé que no lo soy, y porque pienso que la izquierda en sí misma no tiene nada de malo. Lo que es una mierda es tener agenda escondida, como en el colegio Bertolt Brecht (vean el penúltimo post “El Camino de los Cobardes”). A eso va, en esencia, aquel post ¿O se supone que estoy mintiendo?

Recordaba que, para desgracia de los que ya no pueden volver al pasado y verificar, yo sí he sostenido diálogos en la web con personajes que ahora brillan por su ausencia porque están apoyando a Susana... tal vez por amor al arte y la esperanza, sin miedo. Y tan valientes que por ahora no dicen lo que piensan. ¿O se supone que estoy mintiendo?

¿Queda cool votar por Susana? ¿Queda valiente? ¿Da esperanzas? ¿Se ve bonito en los perfiles virtuales? ¿Los artistas y los intelectuales sonríen? ¿Se sienten como en París del 68?

Pero yo no tengo esperanza pues, ni tampoco miedo, sólo escepticismo, el cual, hasta ahora, no parece fallar. Eso no es hippie, es punk. Para patearlos. Es destructivo, dicen los que dicen tener orto estrecho, poncho citadito y tal vez una bufanda verde limón.

Sospecho que no es que los votantes de FS no tengan miedo o tengan esperanza.

Sospecho, escépticamente, que les da roche admitir que después de Susana no hay nadie cool por quién votar. Que es divertido ver cómo Lulú se va al carajo por tercera vez, que es cagón votar por un religioso como Lay, un viejo desfasado y sin gracia, que no se puede votar por tarados como Gonzalo Hulk Alegría, que no queda culto votar por Helicóptero Gonzales ni por el pesado de Iberico o por el tartamudo de Andrade. La pose culta siempre irá por la izquierda, sin miedo, con primaveral esperanza.

Es una lástima que quede tan poco tiempo para las elecciones. Era un hecho que con un par de semanas más las dos tías hubieran terminado tomando té en el Canevaro. La izquierda rastrera y la derecha reaccionaria se habrían ido exactamente a donde deben estar.

Entre otras cosas, terminaba diciendo que entre toda la gente involucrada en estas elecciones, sólo un tipo me da verdadera pena: Eduardo Carrillo, probablemente el mayor conocedor de temas de transporte en nuestro país. No me da pena por él, sino por nosotros los limeños. Nadie más.

Amigos, esto se acaba, faltan apenas unas horas para saber cuál de las dos urracas será alcaldesa, aunque parece bastante probable que la ex hippie (pero aun cool) gane, con Pitbull y todo. Les deseo suerte en la decisión que tomen, aunque la verdad es que me cuesta ser optimista con quien sea, realmente no lo soy.
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viernes, 1 de octubre de 2010

La Teoría del Voto Perdido

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Bueno pues, resulta que ahora, por haber dicho que quiero que pierda Susana algunos de -o más bien todos- los que votarán por Lourdes Flores me dicen que debería votar por ella. No entiendo por qué. O mejor dicho, entiendo por qué pero no me parece que sea para tanto.

Porque no es que una cosa lleve a la otra. El hecho de que yo entienda que hay aliados de Fuerza Social que son más rojos que el orto de Carlos Cacho no significa que, presa del pánico, vote por la derecha.

Primero, aunque no voy a repetir detalladamente, Lourdes ha defendido con extraña insistencia a un tipo que se cambia de nombre luego de una condena judicial por narcotráfico y que ahora hasta le ha provisto dinero y logística para su campaña, siendo que aun está en investigación fiscal por lavado de activos, probablemente provenientes (qué coincidencia) del narcotráfico. Además el tipo ha sabido lograr los votos congresales de la derecha y de la izquierda por métodos aparentemente muy per$ua$ivo$ para que pateen una y otra vez el fin de la importación de autos usados.

En segundo lugar, Lourdes Flores nunca quiso emplazar a Castañeda sobre el tema Comunicore y otros escándalos de corrupción de la actual gestión. Y todo por que es su socio político. Nunca quiso tomar una posición igual de nítida como la que expresaba sobre Kouri. Es decir, típica hipocresía política.

Aunque muchos lo consideran inevitable, tengo como tercera causa el evidente uso de Lima como plataforma política para lograr la presidencia en el futuro. Esto es cierto de todos los que han sido alcalde desde Barrantes hasta ahora y también de casi todos los que han pretendido serlo, incluyendo a Susana Villarán. Lo malo es que Lima paga las consecuencias porque siempre se la administra con cortoplacismo y desorden, nunca se ha diseñado, publicado y ejecutado un solo plan orgánico de desarrollo que los sucesivos alcaldes respeten, cada uno ha hecho obra pensando en las encuestas presidenciales. No se sabe cuál es la visión a largo plazo de la ciudad, cuál es el plan de aquí a dos fechas importantes: los 200 años del país y los 500 la ciudad, en 2021 y 2035, respectivamente. Para dichas fechas deberíamos estar convertidos en una cuidad líder, tal como Perú es heredero del imperio de los Incas y capital de España en América, con Lima como capital de esta última etapa. Ninguna ciudad de Latinoamérica puede decir lo mismo, apenas comparable a Ciudad de México. ¿Y qué hemos tenido de nuestros alcaldes en los últimos 27 años? Solo el deseo de ser presidentes. Lima les importa un pito a las dos tías y probablemente también al resto de candidatos.

Teniendo en cuenta esto último, no debe sorprender ni escandalizar que Lourdes Flores dijera que no le interesa ser alcaldesa y mandara a todos meterse al poto la alcaldía, especialmente porque imaginaba que le hacían trampa en las encuestas. Esto de los potoaudios es un hecho puramente anecdótico que los liberales no deberíamos enfatizar demasiado. Porque al final a ninguno de los candidatos de interesa la alcaldía más allá del interés político personal. Lourdes no es culpable de nada singular, es una más del montón en ese sentido.

Entonces uno quiere votar por estricta convicción sin pensar en quién va primero en las encuestas. Es evidente que se ejerce fuerte presión para que la gente se polarice entre las dos opciones con mayor intención de voto. Esta presión suele ejercerla el grupo que va perdiendo o teme perder aludiendo al voto perdido. Dicen ellos que votar por otro es darle la victoria al primero porque no permitimos que sea derrotado por el segundo. Trayendo esto al presente, al votar por Humberto Lay, yo no estaría haciendo nada práctico para que Susana Villarán pierda, lo cual lograría con mayor eficacia si voto por Lourdes Flores.

¿Y quién dice que queremos que gane Lourdes? Es decir, invocar al mal menor, no importa cómo, pero que Susana pierda aunque gane Lourdes. Jamás me he expresado hasta ese punto y creo sinceramente que eso ya sería bastante histérico si tomamos en cuenta las objeciones que les digo sobre la derechista.

Mucha gente, y yo mismo también, está harta de estas dos viejas pitucas. Estamos hartos de cómo se insultan todos los días, no ellas directamente sino a través de sus amigotes en diferentes círculos como el político, la prensa, las familias, amigos, internet, en todos lados.

¿No están ustedes hartos de todo eso? Yo pensaba votar por Lay, les dije al final del post anterior. Pensaba hacerlo básicamente por algunos detalles que voy a resumir de modo simplista: Es honesto y consecuente; parte del hecho de que la raíz de todos los problemas de Lima es la falta de un plan integral de largo plazo en la ciudad; y tiene asesoría técnica de PPK, lo cual garantiza que ante cualquier limitación estará presto a escuchar soluciones técnicas y no políticas (esto apoyo seguramente a cambio de la membresía de Restauración en las presidenciales).

Si voy a hacer promoción de alguien, tendría que pedir que voten de Humberto Lay. En pocas palabras, me parece un tipo tremendamente inocuo en términos políticos tradicionales.

Seguramente Lay no es perfecto y su socio PPK tampoco, como ningún candidato lo es, y de hecho no me considero conservador como él. Pero no está rodeado de narcos ni violentistas encubiertos. En realidad yo coincido más con Susana en reformas sociales que con Lay, pero Susana tiene una vena política insoportable. Lay al menos es consecuente y no esconde lo que cree ni a su socio ni se desdice, aunque yo no esté de acuerdo con él. Susana debería morir en su ley en el tema de los homosexuales y las drogas. Me da lástima ver cómo esconde lo que cree para no perder votos, porque además lo hace torpemente.

En resumen, sumo ahora a mis razones anteriores a favor de Lay el hartazgo por las dos tías pitucas. No quiero ni a Lourdes ni a Susana. No quiero ni a la derecha ni a la izquierda en la alcaldía. Quiero a alguien que no quiera ser presidente, como Lay ha prometido nunca más postular, aun si pierde ahora no postulará el 2011.

Sé que es tarde y que tal vez no logre nada estadísticamente hablando. Probablemente gane Susana, qué chucha, pero no me voy a dejar condicionar por el pánico derechista.

Se van las dos a la mierda. Los invito a no votar por ambas y a votar por otro, tal vez Lay o quien quieran, pero preferiblemente no viciado ni en blanco para que tenga efecto estadístico. ¿Será posible dejar a estas dos viejas como la mona?

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martes, 28 de septiembre de 2010

El camino de los cobardes

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A mí me molesta la gente a la que hay que sacarle las verdades con cucharita, especialmente si pregona transparencia y decencia superiores a los demás. Me molesta la actitud encubierta de gente que sabe que abiertamente será rechazada y que por ello opta por el camuflaje y el interesado silencio.

Cuando mi hijo llegó a la secundaria lo puse en el Colegio Bertolt Brecht de la avenida Colonial, en Lima, porque se decía que era muy exigente y con muy buenos resultados académicos. Yo sabía que es un colegio perteneciente al grupo de la academia César Vallejo, muy conocida en los 80 por ser un nido de terroristas. En esa academia preuniversitaria los profesores hacían adoctrinamiento de los postulantes a universidades nacionales para que, una vez ingresados, fueran integrados a las filas criminales de esos comunistas sanguinarios. Finalmente esa organización fue desbaratada como toda la maquinaria senderista, en los noventa, y se reorganizaron, con fines, ahora sí, exclusivamente educativos.

Soy liberal. Yo no le tengo miedo ni a la izquierda ni a la diversidad de ideas, también creo en la capacidad de rectificación de las personas. Este grupo educativo parecía haber dejado el camino de la subversión y del sabotaje del país.

Sin embargo, desde los primeros días de clase, mi hijo (quien siempre ha sido un alumno ejemplar tanto en conducta como en aprovechamiento) me contó cómo en horas de todas las clases siempre se buscaba momentos en que los profesores daban breves sermones sobre la “realidad nacional”. Allí se decía, como verdad factual, que los chilenos y los norteamericanos están comprando e invadiendo nuestro país, que el gobierno masacra indígenas indiscriminadamente y que es hora de que el pueblo se levante para acabar con esa situación, entre otras cosas. También pude hojear que en algunas de sus separatas se les hacía leer y resumir largos artículos de ideólogos comunistas como Engels.

A mí no me molestó -ni me molesta- que una institución tenga una línea de pensamiento y hable de ella francamente. Estamos en un país libre. Lo que me molestó es que al querer asegurarme de la transparencia de esa posición, acudí en más de una oportunidad a hablar con los responsables del Bertolt Brecht y siempre negaron que el colegio tuviera una agenda política o ideológica. Me explicaron que tal vez fue una posición personal del profesor o profesora de turno, y que hablarían con ellos para que moderen sus opiniones ciñéndose al plan de estudios. Nada de eso ocurrió jamás.

Como casi todos los colegios, el Bertolt Brecht prohíbe a los alumnos llevar celulares, mp3 y otros artículos electrónicos que pudieran distraerlos. Yo nunca he estado muy de acuerdo con esa norma por las situaciones que hoy en día se ven en los colegios y en su entorno, por lo cual le pedí a mi hijo que continúe llevando su celular. Grande fue la sorpresa de mi esposa cuando lo llamó a la hora de entrada porque había olvidado uno de sus cuadernos. Todos los alumnos de secundaria estaban en el patio en formación de ingreso y se les estaba dando un discurso sobre la situación en Bagua y sobre cómo el gobierno estaba masacrando a los indígenas locales, de la histórica explotación de occidente y de la lucha que el pueblo debe organizar para cambiar la situación. Estoy hablando del 2009.

Así que en la siguiente reunión de padres de familia decidí plantear estos temas abiertamente con el tutor del aula y con el resto de padres. Por ejemplo llevé un examen en el que se pone una tira de Mafalda, tan graciosa en su crítica social, pero se planteaba preguntas evaluadas que desvirtuaban el sentido risueño de esa obra, esas preguntas incidían sobre la necesidad del “levantamiento popular”. Repito, no estoy en contra de que los escolares tengan una visión de la realidad nacional. Mi molestia está en que no expresan sus políticas abiertamente, tal como un colegio religioso explica a los padres que los niños serán llevados a misa y otras actividades religiosas. Los padres tenemos derecho a saber qué es exactamente lo que se les enseña a nuestros hijos menores de edad.

Como siempre, la posición del colegio fue hipócrita de negar y de que iban “a investigar”. ¿No les suena familiar?

Una madre de familia me dijo ante todos que la lucha de clases era una realidad científica y que Marx había sido “honrado” por CNN como el hombre del siglo pasado... bueno, insistí en que la discusión no estaba en eso, sino en que cualquier enseñanza tiene que ser abierta, no solapada, y además (en aras de la misma ciencia y la pluralidad) también debería leerse a Adam Smith, o Haya de la Torre, con el mismo entusiasmo que a Mariátegui.

Pero felizmente yo siempre he sido muy colaborador en los colegios en los que ha estado mi hijo, siempre he sido respetuoso y liberal, y tal vez por eso el tutor, ya a solas, me confesó que el Colegio Bertolt Brecht sí tiene una agenda encubierta, que ellos reciben breves escritos que deben transmitir a los alumnos y que no se debe grabar ni tomar nota de ello, ni fotocopiar tales materiales sino más bien devolverlos luego de difundirlos. Él me dijo que estaba apenado y angustiado en su fuero interno por esa situación porque él sabía perfectamente que esta es una labor organizada desde los niveles más altos de dicha institución pero que, como siempre, la necesidad de trabajo obliga a permitir y callar esos abusos.

Evidentemente decidí retirar a mi hijo para el año siguiente. Esto fue una lástima porque yo pensaba que mi hijo haga toda la secundaria allí. Hay razones académicas también, como que el colegio ya no era tan avanzado como en sus buenos tiempos y que había una relajación pasmosa de la conducta de los alumnos en todas partes, en aulas, en patios y en los alrededores del colegio. En resumen: Blandos en su trabajo, entusiastas en lo ajeno.


Habría más qué contar sobre este colegio y sus profesores, pero ¿por qué les he contado todo esto?

Que quede claro que la diversidad de ideas es algo que nos enriquece, no que nos divide. Que quede claro que la derecha siempre ve monstruos en la izquierda, sea moderada o no. Y la izquierda viceversa en la derecha.

Lo que me revienta es que se tenga un doble discurso, una agenda paralela o una labor encubierta, especialmente tratándose de menores de edad.

Pero ahora vemos que está pasando algo similar con Susana Villarán. Y vuelvo a mis palabras iniciales:

A mí me molesta la gente a la que hay que sacarle las verdades con cucharita, especialmente si pregona transparencia y decencia superiores a los demás. Me molesta la actitud encubierta de gente que sabe que abiertamente será rechazada y que por ello opta por el camuflaje y en interesado silencio.

Hay algunos asuntos que Villarán bien pudo mostrar desde el primer día y quizá nadie hubiera tenido base para reprochárselo: El extremista Alexander Amaya, el “valioso apoyo de Patria Roja” (nunca se supo cuál es ese apoyo ni cuál es su valor ni cómo lo pagará), su reunión privada con Baruch Ivcher (nunca comunicada anticipadamente a la prensa ni a la población), ahora sus tres propiedades no declaradas (tal vez para facilitar su pose de pobre), y sus presuntos viajes a Europa para reunirse con un supuesto grupo de apoyo a Sendero Luminoso. Peor aún, en reciente video el grupo Patria Libre muestra su admiración al MRTA (incluidos Víctor Polay y el sanguinario líder secuestrador Néstor Cerpa Cartolini), terroristas peruanos hermanos de la banda criminal FARC. Tengamos en cuenta que Patria Libre es además socio de Fuerza Social en “Lima para Todos” y que este video data de apenas hace diez meses. O sea, ya no es un individuo como Amaya, es todo un grupo completo que también da su “valioso apoyo” a Fuerza Social.

Ahora nos explicará y tendremos que quedar conformes con sus palabras de esperanza y no de miedo, ahora tendremos que esperar otro destape para que recién nos cuente, ahora tendremos que creer que ella es líder y no encubridora ni marioneta. Ahora esto no es miedo, es asco y rabia.

¿Eso es transparencia? Sinceramente no lo creo. Por supuesto, esto no significa que hay que votar por Lourdes, pero claramente me dice que los izquierdistas más recalcitrantes (y que saben que nadie los quiere) se esconden detrás de caras bonitas y discursos verdes, muy calladitos para que no los pillemos.

Para mí fue suficiente, sin contar con que en Facebook (no ahorita, sino hace muchos meses) todo esa mancha detrás de ella mostraba su cara y que ahora guarda el más ruidoso de los silencios en sus temas favoritos. Qué extraño, ya no aparecen los que apoyaban la lucha popular, ellos ahora sólo hablan contra Lourdes y a favor de la nueva izquierda, esos mismos que a principios de año hablaban de luchas de clases, de desbaratar el gobierno actual y de tomar el poder. Esos que festejaron la libertad de Lori Berenson como si fuera su hermana. Y esos que tampoco se atreven –por ahora- a lamentar públicamente la muerte del maldito Mono Jojoy.

No, gracias, Susana, ya no. Sé que es muy difícil, pero ojalá Susana pierda, tal como he deseado –y deseo- que Castañeda no gane el próximo año.

Disculpen por haberme demorado tanto en expresar una posición en estas elecciones municipales, pero mi tradicional escepticismo creo que me dio la razón al no escribir nada hasta ahora. Pensaba votar por Lay, no lo sé, espero tener tiempo de pensar y escribir algo más sobre este asunto. Se los prometo.

viernes, 10 de septiembre de 2010

Klug rima con Slut

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Caray, con tanto trabajo no me he podido sentar a comentarles algunas cosas que al final dejé a medias, como la siguiente parte de “Para cada Adán hay una Eva” y el repunte de Susana Villarán.

En fin, el caso es que no pude evitar la tentación cuando vi lo que pasa entre Jefferson Farfán, de profesión futbolista, y su ex conviviente Melissa Klug, de profesión quién sabe. Es demasiado.

Es que lo malo de la Foquita es esa manía de ser opulento y ahora, después de habernos mostrado sus casas con piscina, sus joyas, sus automóviles de lujo y su hembra de segunda mano (o tercera), vemos cómo se enfrasca en una lucha para ver quién se sale con la suya, si Jefferson Farfán será otra vez el padre que no quiere reconocer sus obligaciones paternales o si Melissa Klug, será otra vez la mantenida a costa de un hijo oportuno.

Yo siento una mezcla de pena y rabia por ambos, pero más pena me da él porque a fin de cuentas Jeffrie es el talentoso en su trabajo y ella es un tubazo sin más talento que el de ser un víbora excitante, una buena para nada, una culazo sin instrucción pero con sobrada astucia.

Es como el diálogo entre Norman y Harry Osborn, padre e hijo en "El Hombre Araña". Luego de que Harry le presenta a su novia MJ Watson, el papá le pregunta burlonamente a su hijo si cree que ella se fijó en él por su gran personalidad. Así son todas, le dice, lobos hambrientos a la espera de lanzarse sobre su dinero. Finalmente le recomienda -como yo le habría recomendado a la Foquita- que haga con la nena lo que quiera hacer y luego se dedique a lo siguiente. Sólo que, para gusto del respetable, lo siguiente sería seguir haciendo con ella lo que cualquier pobre o rico haría: Tirársela en todas las versiones posibles. ¡Pero con condón, idiota, con condón!

Yo no soy hembra para estar opinando de hombres, pero me parece bastante obvio que Jefferson Farfán es un completo discapacitado del cuello para arriba, tanto por fuera como por dentro. O sea, feo y bruto. De otro modo no se explica cómo despilfarra el dinero en puras huevadas y no invierte seriamente su bonanza. Y claro, de otro modo tampoco se explica que se rodee de mujeres tan bellas como huecas (me refiero, entiéndase, al agujero cefálico, intelectual, no a los otros tres de rigor). ¿A qué sujeto se le ocurre meterse con una mujer de apenas 19 años y ya con 3 hijos de distintos padres? Y eso que a la Foquita le gustan los autos cero kilómetros. ¿El amor es así? Esta nena sí que sabe hacer lo suyo.

Jeffrie, por favor, invierte tu dinero en verdaderos negocios, por tu propio bien y el de tus hijos. Busca, si acaso puedes, salir con una mujer profesional, exitosa y madura, por más que la razón nos diga que una mujer de esa clase jamás haría otra cosa contigo que lo que hacen las vagabundas con las que has estado, a saber, divertirse con tu dinero. O ni eso. Pero al menos una profesional no te parasitaría cuando finalmente la aburras. Al menos tendría de qué vivir por su propio esfuerzo y dignidad. Al menos parecería que te buscaron a ti y no a tu billetera.

Tal vez ahora aprendas que en tu circunstancia siempre debes tener la duda (o la certeza) de que te buscan sólo por tu fortuna y que por ello debes firmar contratos de convivencia, pre-nupciales, etc. y todo aquello que proteja tu patrimonio desde antes que de que siquiera te arreches. Y que ninguna mujer debe vivir bajo tu mismo techo más allá de una noche porque así la ley te permite terminar con ellas -al menos y sobre todo- indemne.

Tu maniobra de usar a terceros como testaferros de tus propiedades me parece francamente torpe y fácil de desbaratar, tal como ni Montesinos pudo sostener. Peor aún, si Melissita tuviera sólo una neurona tal vez os denunciaría a ti y a tu madre por blanqueo de activos y evasión tributaria, cosas más o menos obvias porque ni tu madrecita ni ninguno de tus testaferros ni ninguna de tus empresas fantasmas pueden sustentar sus ingresos a ese nivel si no terminan señalándote.

Bueno pues, una bella ociosa, voraz, barruntera, culera y vividora contra un pelotero feo, narcisista, ostentoso, ignorante y padre negador. ¿De parte de cuál estoy? No importa, porque en apenas unos cuantos años tendremos a todos los involucrados envejecidos, empobrecidos y sin ningún futuro, peleando por migajas. Y agreguemos a un pobre niño convirtiéndose de príncipe a manganzón o pandillero, volviendo al mundo del cual sus padres salieron temporalmente, pero al cual se vuelve porque la cuna llama más fuerte que la tumba.

A mí me preocupa el chico de Melissa, refiriéndome, claro está, a Adrianito, porque ya es un poco tarde para preocuparse por cualquier otro chico de la rapaz.

Así se desperdicia a los niños. Ojalá el juez de familia encuentre la forma de que este juicio no sea la mera elección de cuál de los dos padres se despilfarrará el futuro de Adriano. Le recomiendo al juez que disponga lo siguiente: La Foquita debe depositar el 20% de sus ingresos que le obliga la ley a una cuenta de fondos de inversión intangible a nombre del niño y, de ahí, sólo los US$ 1,800.00 que ahora le da serán de disponibilidad inmediata de la madre para educarlo, vestirlo y alimentarlo, rindiendo cuenta de cada centavo utilizado. Y todos a ajustarse los cinturones. Oigan, la mujercita esta dice que eso es muy poquito... saquen la cuenta y verán quién debe estar metiendo uña en el futuro de ese infante. Y si no le alcanza, que se lo quiten. Tamaña ostra no se puede permitir. Que trabaje o le entregue el niño al papá que al menos tiene plata. Y tampoco dársela fácil al pelotero, que ponga y ahorre para cuando se retire, lo cual ocurrirá dentro de unos cinco o seis años apenas.

Y ya saben amigos: Cuando sepan que Melissa Slut, perdón, Klug, anda cerca, huyan como si fuera un coche bomba, no sea que los tiente con una sonrisita de espaldas y luego no sepan cómo escapar de la ruina. Estamos avisados.
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La Sala de Ensayo

miércoles, 11 de agosto de 2010

Para cada Adán hay una Eva (I)

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Después de mi propia experiencia y de las de muchos otros hombres, tengo varias preguntas y reflexiones. Fui educado en una familia tradicional católica. Al decir “tradicional” no quiero decir devota porque, en Latinoamérica, lo tradicional es que los católicos sean sólo nominales y no practicantes, aunque más o menos respetuosos y conservadores, y con toques de hipocresía moralista (como todos los conservadores). No íbamos a misa pero creíamos en lo sagrado de las creencias. Entre esas creencias está la indisolubilidad del matrimonio y mis padres siempre han sido un buen ejemplo del máximo empeño en tal propósito. Si mi padre le fue alguna vez infiel a mi madre es algo que nunca sabré (y que tampoco quiero ni necesito saber) porque esas cosas no deben trascender ante los hijos. Lo importante para mí es que mi padre no ha tenido desvergonzadamente a otra familia paralela. Por otra parte, mi madre ha tenido siempre un carácter muy fuerte, sus gritos invadían todo rincón de la casa y mi padre también lo sintió así, pero en ningún caso se vio jamás un solo golpe entre ellos en la casa, sólo uno que otro insulto muy de vez en cuando. Ni cuernos, ni violencia, ni borracheras habituales ni despilfarro de recursos. Sí discusiones, peleas, gritos, pero siempre hubo ese esfuerzo porque la familia se mantenga unida a pesar de cualquier dificultad.

El matrimonio no es un lecho de rosas, qué duda cabe. Aun así la gente insiste en casarse, ahora los homosexuales también, hasta con más ganas que los heterosexuales. Pero hombres y mujeres tenemos características que parecen hechas, no para complementar, sino para desunir. A veces parece como si se tratara de unir y cruzar dos especies completamente distintas. Un mono con una vaca, una cebolla con un caballo, no sé, cosas imposibles.

Me ha pasado, tan arrogante, que luego de conquistar a mi mujer me he sentido tan seguro de ella que no la he respetado como debiera, que luego de jurarle amor eterno me he dado con que parece que nada es eterno, salvo el aburrimiento que da la rutina. Y que las esposas suelen descuidarse en algunos aspectos que para los hombres son importantes, el más evidente, tal vez, el del arreglo y apariencia físicos, como si ellas pusieran a prueba si el amor masculino no es más que pura superficialidad sexual. Eso es jugar con fuego, amigas.

Como este tema de hombres y mujeres es muy largo me permitiré tratarlo en varias entregas. En cada una abarcaré brevemente un aspecto que encuentro imprescindible para conocernos un poquito más.

La teoría del macho alfa.

Hace miles de años los hombres eran cazadores. Allí ponían a prueba sus dotes masculinas y, como en cualquier manada animal, el más fuerte se llevaba la mejor parte en todo, incluso a las hembras que quería. Este jefe vencedor, este macho líder, este ganador impune, es el macho alfa.


Hoy la cultura ha domesticado a la humanidad. Los hombres ya no muestran su masculinidad a la manera primitiva. Pero allí, en lo más profundo de su subconsciente, subyace aun un macho animal que pugna por ser el macho alfa de la manada. Así, los hombres –a solas- tenemos un diálogo áspero y frecuentemente ruin, no lo niego ni me indigna. Tampoco lo aplaudo pero es necesario entender que los hombres aun tendríamos una vena animal que nos hace aparentemente vulgares pero que en realidad sería nuestra herencia prehistórica, lo digo sin juicio de valor. O lo digo sin valor para emitir un juicio, no sé.

Pero los hombres no podemos vivir sólo de palabras, ni siquiera de diálogos procaces. Tarde o temprano pasamos de la palabra a la acción. Los hombres no envejecemos sin antes demostrarnos a nosotros mismos que no somos muñecos de torta ni simples penes insulsos. No podemos cazar y matar, eso es delito. Pero aun podemos, furtivamente, tener algo más: mujeres.

De ahí que no sorprenda que casi no haya hombre que, cuando menos, no le mire el culo o el escote a una mujer de vez en cuando. No es maldad, no es perrada. Es naturaleza indómita, aunque inexcusable por inmadura y primitiva, especialmente si se está comprometido en una relación exclusiva de pareja.

Sentirse atrayente, atractivo, fuerte, no es una maldad, y que ese atractivo se convierta en conquista nos confirma como machos alfa efectivamente exitosos. Y por eso, entre hombres, difícilmente estos logros no son exhibidos. Es un signo de dominio sobre nuestros colegas de manada. Hasta se ha desarrollado técnicas de seducción y conquista, algunos de cuyos autores son verdaderos ídolos alrededor del mundo dada la eficacia de sus enseñanzas.

A estas alturas podemos estar seguros de que las mujeres que leen esto deben estar pensando que esta explicación tiene como único propósito eximir de responsabilidad a esos perros infieles, a esos ruines mentirosos que solo merecen el repudio y el olvido. Nada justifica una mentira, estoy dolorosamente de acuerdo, no me manden matar. Pero también es cierto que no es casual que esto se venga repitiendo de generación en generación alrededor de todo el orbe. Una y otra vez, los hombres -jóvenes y viejos- caen en tentaciones obvias y predecibles, completamente carentes de sorpresa pero igualmente emocionantes para quien es presa de ellas. Es una imbecilidad recurrente y suicida que merece ser discutida.

Le pregunté a una psicóloga experimentada el por qué de esto, por qué los infieles son siempre en primer lugar los hombres y casi ningún parroquiano se va a la tumba sin pasar por este trance hipnótico del sexo opuesto clandestino.
En la próxima, les contaré lo que he conversado con algunos psicólogos en el siguiente subtítulo: "¿Es cultural o natural?"

viernes, 9 de julio de 2010

Caer


Se puede tener pesadillas
Se puede
Se puede soñar que el primero de todos es uno mismo
O el último
Caer y caer, como abismos llenos de sirenas
Deliciosas y cálidas
Otra vez, tú sabes que todos vamos cayendo
Desde que nacemos
Bendito el que sabe caer, feliz, feliz
Y no sabe lo que le espera
Despacio y feliz
Nacer, caer
Vivir, caer
Deja que el mundo gire mientras cae
Dime por qué
Por qué nunca supe que te vas y me voy
Por qué me voy
Caer
Nunca me sentí tan ajeno y lejano ahora que sé cuán profundo es el sepulcro
Vivir, caer
Morir, caer
Puedo sentir el frío, el aire en mi piel
Cada vez más lento, ver la vida mientras cierro los ojos
Las hojas de los árboles caen a mi lado
Añoro mi vida anterior
Sin caer, sin saber
Nacer, caer
Vivir, caer
Nunca debí saber, nadie sabe lo que es
Girar mientras la vida se va
Se va
No quiero ver, no quiero ver
Se acaba y no sé
Dime que me amas
Aunque no sé
No sé
Vivir, caer
Morir, caer


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jueves, 10 de junio de 2010

No lo sospechaba y recién me doy cuenta (I y II)

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Desde hace un par de meses soy profesor de Contabilidad en Idat por las noches, aparte de continuar con mi trabajo habitual durante el día. Me ha quitado mucho tiempo para el blog pero me da más oportunidad de hacer algo que también me gusta mucho, aunque me agota.

En este tiempo Lourdes ya no representa tanto a la decencia, el Metropolitano nunca empezó, liberaron a Lori Berenson y un holandés mató a Stephanie Flores. Lo bueno es que el mundial ya comienza.

Disculpen si esta vez no comparto el orden de prioridades de la mayoría. Para mí, lo más impactante en estas semanas ha sido el accidente médico de Gustavo Cerati. ¿Por qué?

Hoy Cerati está mal y la generalidad de gente lo reconoce como el ex líder de Soda Stereo, allá en los 80. Si por eso fuera me importaría un pito. Los nostálgicos siempre encasillan a los ídolos de su adolescencia y les niegan la libertad de hacer cosas nuevas, obligándolos a las mismas canciones viejas y predecibles vez tras vez, año tras año, todo lo que les resta de vida. Ahí tienen a Raphael, a Palito Ortega, a Leo Dan y Los Enanitos Verdes.

A Cerati le reconozco, en sus inicios, el éxito masivo pero no calidad. Soda Stereo era increíblemente popular y aparentemente originales para quienes nunca habían sabido de The Cure. En fin, pura copionería en español. Peor aun, tenían canciones tan famosas como impresentables, como “Mi novia tiene bíceps”, verdadera antología a la estupidez y malísima musicalmente. Sin embargo, y justo al tiempo cuando dejaban de tener presencia en la radio, Soda empezó un giro creativo impresionante y logró el clímax, creo yo, en Dinamo, y sostuvo una excelente calidad aun hasta el final en Sueño Stereo y Confort y música para volar, en MTV. Allí convirtieron una basura en arte: “Un misil en mi placard”.

Paralelamente Cerati ya había hecho Colores Santos con Daniel Melero, un bombazo psicodélico cuyo estilo le acompañó tanto en las finales de Soda como en sus primeros solistas, cinco discos ya, aparte de otros proyectos paralelos.

Todo esto ha ocurrido fuera de las radios, lejos del ruido mundanal, lejos de los requerimientos y estándares de gente estúpida que cree estúpida a la gente.

Gracias por venir

Estuve con mi familia y unos amigos en San Marcos en abril para disfrutarlo y jamás sospechamos lo que un par de semanas después le ocurriría en Caracas, jamás sospechamos que probablemente esa sea la última vez que lo veremos como siempre lo conocimos.

Me han dado ganas de llorar y patearlo todo, no me di cuenta de cuánto quiero a Cerati hasta que esto ocurrió. Me he sentido perturbado como si se tratara de mi hermano o de mi madre, he sentido que una parte de mí se va e invariablemente me he preguntado por qué la gente chévere es la que nos deja, y es que él tenía desórdenes de conducta como cualquiera de nosotros pero de ninguna manera era un mal hombre, un inepto o un suicida.

Mi corazón saltaba –y mi cabeza estalla todavía- imaginando ese momento, me pregunté qué se siente, cómo se llega a eso, si eso no es cosa de ancianos pero resulta que tiene 50 y yo ni lo sospeché porque a los 50 uno se imagina a tipos acartonados y formales que sienten que ya es hora de quedar bien ante los demás.

No lo conozco personalmente y tampoco buscaría conocerlo. Su arte, es su arte lo que me sostuvo innumerables veces desde hace una cantidad de años que tampoco sospechaba, desde que dejó de hacer huevadas como Persiana Americana, hace muchos años ya, desde que refundó su arte y nuestras vidas, o al menos la mía.

No tenía idea de que ese era su impacto en mí hasta ese accidente que lo tendrá dormido por mucho tiempo. Vi sus imágenes en el avión rumbo a Buenos Aires y no pude evitarlo... era un cuerpo de luz corriendo en pleno cielo.


Pudo ser el dolor, el temor, la pasión, sugestión...

Me has acompañado en los momentos menos pensados y más sentidos, como el reencuentro entre caníbales con Blume, como las interminables noches extraviado en paseos inmorales, conociendo miradas que nunca más vi, como soñar despierto y dormido con la luz que no deja de pulsar, o sintiéndome capaz de todo, capaz de cosas imposibles, o recordando las chicas lindas que conocí como marea de Venus. He dejado El Camino y he tomado La Ruta. Y es diferente. El día pertenece al trabajo pero las noches son completamente nuestras.

¿Y qué más diré? ¿Que te admiro, que te quiero, que te amo? Lo digo como hombre, tal vez todo eso sea cierto y recién me doy cuenta, o tal vez así es el arte, demoledor, irresistible cuando tiene una química que ninguna otra cosa tiene. El arte vuelve héroe al artista y gladiador al mortal.

Digo que no quiero que te vayas nunca aunque sé que alguna vez te irás de nuestro lado y recién me doy cuenta, pero no te vayas aun, vete en veinticinco o treinta años más con las maletas bien hechas, no te vayas así, sin despedirte y a lo loco, no de nosotros, no es hora de bajarse de la nave aun, aun no, por favor.

Estoy detrás del corazón / moviéndolo lentamente

Sé que ahí estás, detrás de Gustavo dormido, me pregunto qué hay de ti ahí dentro, si estás viajando por el universo infinito, volando por lugares que sólo así se pueden ver, en otro mundo lleno, no de muerte, sino de una nueva vida intangible y fragante, estás levitando en un zona que no es vida ni muerte, que no es sueño ni realidad.

Quiero volar también a un mundo que no existe, donde la luna es roja y el mar es negro, donde las nubes se derriten cada noche mágica y las luces se quedan para siempre ante nuestros ojos, entre nieblas coloridas y luminosas, donde no tengo miedo ni pavor, donde no me estalla la cabeza y soy completamente libre, un ave de fuego ardiente y océanos burbujeantes, donde encuentro lo que nunca creí desear, donde está eso que todos queremos pero que nunca sospechamos, yo no lo sospeché. Ya sabes que esto se va a acabar aun después que la esperanza.

Tengo tiempo para saber / si lo que sueño concluye en algo

¿Quién no ha soñado el día de la muerte? Cada día más cerca, es inútil negarse a un delicioso beso fatal. No lo sospechaba y recién me doy cuenta.



Fotografía por Nora Lezano

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sábado, 24 de abril de 2010

¿Estúpido o ladrón?

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Una pregunta: Si ustedes fueran alcaldes ¿arreglarían una calle en buen estado o una en mal estado?

¿Pregunta estúpida? Yo creía que sí, pero desde hace un par de días la Municipalidad de Lima (sí, la del Metropolitano) está destruyendo casi completamente las cuadras 20 a 23 de la Avenida Colonial para pavimentarlas de nuevo.

Yo vivo a una cuadra de allí y suelo viajar por esa misma pista, por lo cual puedo atestiguar cabalmente que esa pista estaba en buen estado. No, no exagero, no estaba agujereada, envejecida, rugosa, rajada, ondeada, desnivelada, levantada ni nada que se le parezca. Estaba casi perfecta e incluso, a raíz del puente de Universitaria, la habían restaurado adecuadamente con paraderos nuevos e inclusive cambiaron todos los semáforos hasta Naciones Unidas.

Me niego a creer que nuestro alcalde que quiere ser presidente sea estúpido, aunque parece. Pero no tanto. Me he visto sorprendido por la realidad y si no es por estupidez ¿por qué es?

Hay quienes dicen que es por interés político. Calles muy cercanas a esa pista como Leonardo Arrieta o Luis Braille necesitan urgentemente que el alcalde o sus chupes se acuerden de ellas pero ¿acaso alguno de ustedes conoce esas calles? Claro pues, por eso no las arreglan, porque si nadie las conoce, nadie vota por el alcalde que quiere ser presidente.

Otros dicen que las obras normalmente producen chorreo, ya saben. A más obras, más chorreo. Yo no sé, podrían chorrearse cuanto quisieran, pero con calles que realmente necesiten ser recompuestas. O sea, ya se sabe que lo importante son las obras y no lo demás. ¿Será ese el chorreo al que se refería Toledo?

¿Alguien conoce a la manicurista del alcalde o de sus funcionarios? Porque tal vez ella nos pueda decir si tienen las uñas particularmente largas, es decir, un tanto olvidadas y por ello podrían estar arañando un poco más de la cuenta.

Para que no se vea tan feo esto de las tener la uñas tan largas, sería bueno que al menos se las limen y pinten, no sé, creo que ser gay es más aceptable que ser ladrón.

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La combi nuestra de cada día

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Ya estoy mareado de tanta congestión y demoras, estos atracones son un vomitivo, especialmente cuando uno anda en combi, ahí metido en esas porquerías viejas y destartaladas, apretado, humillado y vejado. Pero peor que esas basuras rodantes son quienes las manejan y quienes cobran ahí.

Aborrezco con pasión a esos animales como si fueran perros rabiosos que atacan a niños y ancianos impunemente. Jaurías de malvivientes y apestosos.

He tenido el placer de golpear a algunos de vez en cuando, ay, pero los he gritado más, los he odiado como si eso fuera mi única misión en la vida, sueño su desaparición como punto culminante de una vida exitosa, marcada por la gloria.

Esos desgraciados no tienen madre, no los han parido sino excretado, y probablemente se reproduzcan por bipartición porque no creo que exista mujer capaz de compartir su fétida cercanía y porque finalmente tienen una ameba por cerebro, si acaso gozan de alguno.

Los microbuseros, ellos mismos, han de ser amebas porque, como ellas, son fuente de enfermedades parasitarias epidémicas, propagadores del vestir y hablar sucios, son agentes de pestes en aguas residuales que indebidamente se mezclan con las aguas limpias de la civilización.

Si hay alguien a quien nadie debe extrañar es a estos seres aparentemente humanos que corren, zigzaguean, frenan, gritan, ensordecen, escupen, mean, ensucian y corrompen impunemente con especial esmero y fruición. No los echen de menos cuando finalmente alguna autoridad -bastante más competente y honesta que la actual- decida por fin fumigar el transporte público rápida, efectiva y económicamente. Y sin robar.

Resistan la despreciable tentación de sentir solidaridad por ellos y por cualquiera de los suyos, aun sus crías, probablemente ya condenadas desde el vientre a ser una podredumbre como ellos, lanzados al olvido callejero porque en realidad nunca fueron deseados, estos salvajes son incapaces de desear ni hacerse cargo de algo tan bueno como un bebé.

Así tendrán que desaparecer, protestando, bloqueando calles con sus impresentables vehículos del mal. Pero, sobre todo, tendrán que desaparecer despreciados y olvidados, en medio del festejo de los que realmente quieren una buena calidad de vida.

¿A qué se dedicarán después? No lo sé y no me importa porque no soy político. Que hagan algo provechoso por primera vez porque el transporte lo hacen insuperablemente mal.


Crédito por caricatura:
Quinto, tomado de imageshack.us
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domingo, 4 de abril de 2010

El Buen Ladrón y el dilema de Anticristos y Fariseos

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Cuando éramos chicos, mi hermano y yo solíamos reírnos de la manera en que popularmente se le conoce a uno de los ejecutados junto a Jesús en la crucifixión. Mientras uno de los ladrones increpa a Jesús el que no les libere milagrosamente, el otro censura a su compañero y más bien pide misericordia al nazareno. Tras la buena promesa del salvador, a este arrepentido se le conoce como “El Buen Ladrón”. Nos reíamos porque este sobrenombre parecía indicar que era un ladrón que “robaba bien”.

Pues bien, nos reíamos porque tal situación es absurda y, de hecho, parece imposible. Parece. La realidad es que en el Perú lo imposible es posible y por ello los milagros son cosa de todos los días: Los camellos pasan por los ojos de las agujas dando brincos, los muertos viven y cobran pensiones, los asesores parlamentarios son invisibles pero aparecen en casa del jefe comprando pan o regando el jardín, los curas célibes violan niños y los futuros papas los encubren, y los ladrones “roban bien” porque hacen obras y ya no importa cuánto ni cómo robaron.

Hace unos días escuchaba Radio Capital y, ante el pedido de Lourdes Flores a Alex Kouri para polemizar sobre decencia, un oyente dijo que no era bueno, necesario ni importante ese debate “porque lo importante es que Kouri ha hecho obra”. O sea que este oyente estuvo a un milímetro de la célebre frase popular “No importa que robe, lo importante es que haga obra”. Yo no lo digo, lo dijo su ocasional defensor radial. Y yo tampoco invento cuando digo que Kouri fue (y no sé si aun es) socio político del satánico doctor Montesinos. Y digo que no lo sé porque el chalaco de San Isidro se jala militantes ajenos tal como se jala peloteros para el Real Madrid. Y ojo, los que van al Real lo hacen por plata, como bien corresponde a gente de negocios. La diferencia (¿o la semejanza?) entre el fútbol y la política es que en el fútbol se juega por plata, aunque ya no estoy seguro de por qué se juega en política. Y además, la diferencia entre los tránsfugas de antes y los de ahora es que ahora lo hacen en público y con felices sonrisas de satisfacción para las cámaras. ¿O sea que el problema de tránsfugas como Beto Kouri o Lucho Cáceres Velásquez era el secreto? ¡Haberlo dicho antes!


En la vereda de enfrente, Lulú ha pretendido darnos clases de transparencia y honestidad. Sin embargo, esos mismos ímpetus no los ha tenido para cuestionar las injustificadas demoras y los silencios presupuestales de su socio Luis Castañeda en relación al Metropolitano, así como tampoco los ha tenido para exigir decencia en el caso Comunicore. Ni siquiera ha dicho ni pío sobre la descarada publicidad del alcalde en cada cosa que se ocurre hacer. Peor aún, su nuevo amigo, Alejandro Toledo, se atreve a darle clases a Keiko (la nueva uña y mugre de Kouri, qué raro) sobre relaciones de padres e hijos, como si Zaraí fuera la mascota de la empleada. Por ello dejó servida la pelota a su rival para que ésta los llame “los fariseos de la política”. Está bien que la china no sepa cuadrar los números que pagaron sus estudios, pero el cabanista no sabe cuándo callarse.

Bien visto el panorama, tenemos aquí anticristos, fariseos y buenos ladrones por doquier. Porque, ojo, que Lourdes y Toledo sean fariseos no convierte en cristianos a los Fuji-kouri-montesinistas sino precisamente lo contrario. El diablo naranja, opino yo, como buen ciudadano que pretendo ser.

Lo triste de todo esto es que la decencia debería ser un lugar común, una redundancia, un refrito, la inherencia misma de cada personaje político. Y, en ese sentido, no tendríamos por qué debatir al respecto.

Pero con estos angelitos mencionados, nada es tan urgente como lo obvio. Y si ya invertimos tanto tiempo en este rollo moral ¿para cuándo los planes de gobierno? Es que me llega a la ingle que a tan poco tiempo para octubre, esta gente pretenda decir que recién los están preparando. Para mí, esto es un clarísimo síntoma de improvisación. Porque uno sin duda debe preguntarse qué michi han estado haciendo todos los meses pasados si un partido siempre trabaja para gobernar. Y también uno debe preguntarse cómo pueden sentirse capaces de gobernar algo que no han analizado a ese nivel. Es como que pretenda que me den trabajo de contador y postular a la universidad después de mandar mi currículum.

En otras palabras, creo que a estas alturas ya podemos estar medianamente seguros de por quién no votar. No es mala onda, qué quieren que haga. Y ya que estamos en temporada religiosa, bien dice el dicho bíblico que el fiel en lo mínimo es fiel en lo mucho, y el infiel en lo mínimo es también infiel en lo mucho. Así que si estos no cumplen lo elemental ¿cómo podrán cumplir lo complejo?
La Sala De Ensayo


Créditos Caricaturas:
Sendra: Diario Clarín Argentina del 17.10.2007
Heduardo: Diario Perú.21 del 05.03.2010 "Lo Importante"
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jueves, 18 de marzo de 2010

Lo que no pregunta el periodismo (y ya pasó un año)

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Quiero transcribirles un artículo que hace un año escribí y envié a algunos buenos amigos en relación a la muerte de Álvaro Ugaz. Luego lo pegué en El Útero de Marita por recomendación de alguien, pero lo importante es que este asunto se mantiene intacto desde entonces. Por favor, juzguen ustedes mismos si el periodismo aprendió a tratar esta clase de temas:


RONALD el 26 Marzo, 2009 19:07:43

Quiero repetir aquí un comentario que hice a unos amigos porque que una de ellos me recomendó este lugar.

Un canal de televisión (lamentablemente no puedo recordar cuál) hizo una animación computarizada de cómo fue el accidente de Álvaro Ugaz basándose en los testimonios del tercer conductor involucrado en el choque. Éste explicó que la camioneta de Ugaz venía en el carril central detrás del camión, que este tercer conductor venía en el carril derecho ligeramente detrás del camión también y que Ugaz, a muy alta velocidad pretendió adelantarlos moviéndose del carril central hacia el derecho, por detrás del camión y por delante del tercer conductor. Pero Ugaz no tuvo espacio ni tiempo suficiente para tal maniobra y dio al camión con el extremo delantero izquierdo contra la parte posterior derecha de aquél, lo que desató el desastre. Estando tan cerca de lo que ocurría, este tercer conductor viró hacia la derecha para alejarse del peligro pero su impericia hizo que él también diera vueltas de campana y quedó de cabeza, aunque sin más muertes. Hay que recordar que la carretera tiene tres carriles en esa zona y que por ello el periodista pudo -y debió- adelantar por el carril izquierdo. También es bueno recordar que no existe velocidad mínima en esta carretera y por ello no se puede alegar que el camión iba “demasiado lento”.

Todo este relato significa que el principal responsable de todo el accidente podría ser el propio fallecido, pese a las infracciones cometidas por el conductor del camión, como ir por el carril central y no por el derecho, no detenerse tras el choque, no denunciar lo ocurrido pese a los daños que sufrió, reparar tal daño con rapidez sospechosa. Tampoco los antecedentes del camionero lo hacen culpable si los sucesos narrados ocurrieron así. Si bien había sido sancionado en el pasado, dicha sanción estaba subsanada y estaba plenamente habilitado para manejar.

Lo que llama la atención es cómo el periodismo, pese a tener a la mano todo lo mencionado, no hace preguntas ni indaga cosas elementales como:

• El estado etílico de los tres conductores involucrados.
• No entrevistan al acompañante de Álvaro Ugaz.
• No preguntan qué hizo ni qué bebieron Ugaz y su colega antes de emprender rumbo a Lima.
• No entrevistan con rigurosidad al tercer conductor.
• No dicen cuál era la velocidad de cada vehículo al momento de los hechos.
• No hacen mención de que adelantar al camión por la derecha constituye una grave falta de tránsito, más aun si se hace cerrando el paso al tercer vehículo.
• Han buscado antecedentes del camionero pero no han preguntado los antecedentes de Álvaro Ugaz, no sólo por su récord de conductor sino entrevistando a personas que habitualmente lo acompañaban, para saber si hay antecedentes de haber sido correlón habitual.

Pese a que cualquier mirada imparcial responsabilizaría a Ugaz de su propia muerte, los periodistas han preferido enterrar cualquier cuestionamiento en este sentido y han concentrado sus esfuerzos en cuatro cosas:

1. Recordar la excelente calidad personal y profesional de su colega.
2. Sin acusarlo directamente, hurgar en todos los pecados pasados y presentes del camionero para que aparezca como exclusivo responsable de los hechos.
3. Exigir al Estado que castigue de modo efectivo a los conductores irresponsables sugiriendo, por supuesto, que Álvaro Ugaz no pudo ser uno de ellos.
4. Mostrar una sorprendente capacidad para la discreción y el respeto para el muerto y su familia, no mostrándolo a él ni a ellos en trance penoso.

De estas cuatro cosas no cuestiono la primera porque yo también disfrutaba mucho del trabajo de Álvaro Ugaz desde hace años. Pero esto primero no explica ni justifica lo segundo y lo tercero. Si Álvaro Ugaz cometió un error que le costó la vida, el periodismo deberá hacer honor a tal verdad y además pedir disculpas al conductor del camión por mostrarlo ante el país como el asesino de Álvaro Ugaz. Esto último no creo que lo hagan jamás. Esperar que un solo periodista pida disculpas es una ingenuidad de quinceañera. Esperar que lo hagan todos sería infantil. En cuanto al cuarto punto, se trata de una hermosa abominación porque esa es la forma en que siempre deben hacer estas cosas y no solo esta vez porque es coleguita. Es pura hipocresía. Qué raro.

Sé que hablar de todo esto parece de mal gusto y ningún periodista quiere que se le tilde de desleal por hacer preguntas comprometedoras para un colega fallecido. Pero es algo que a mucha gente le ronda la cabeza y nadie puede ni se atreve a hablarlo claramente porque al final el periodismo es el que tiene los micrófonos, las imprentas y las pantallas.


Un año después, todo sigue igual. Hoy los periodistas siguen siendo tan impertinentes y prepotentes como antes de la muerte de su amigo. Como ejemplo, noten estas fotos de Cori Alegría, la ex miss Loreto muy recientemente fallecida en Iquitos, portada y foto de Trome del 17.03.2010, el diario más vendido del mundo, el pasquín barato de El Comercio:




Así posan los muertos, a menos que sean periodistas.

Hoy, después de un año, queda claro también que los periodistas no aprendieron nada. Se murió mucha gente después de Ugaz, los vimos, sí, vimos a esos muertos posando muertos, indefensos, tal vez estúpidos que se mataron por su propia culpa, como Ugaz; o tal vez víctimas inocentes de otros que sí iban borrachos, víctima que no fue Ugaz; o tal vez familias que vieron la humillación a sus muertos, no como la de Ugaz; o tal vez acompañantes y copilotos acosados por la prensa, no como Ítalo Uribe, el acompañante de Ugaz; o tal vez camioneros acusados a priori, como el de Ugaz; en fin, el respeto del que disfrutó Ugaz pero que ni antes ni después han disfrutado otros muertos doblemente infelices.

¿Es de interés público saber los peritajes policiales y médicos del accidente de Álvaro Ugaz? Por supuesto, los periodistas dirán que no, que eso no le incumbe a nadie, que a los cagones desconocidos (o como ellos nos llaman despectivamente, el ciudadano de a pie, el ciudadano común y corriente) nos corresponde llorarlo y aplaudirlo, no importa si venía o no bebido de Asia con su amiguito Ítalo Uribe Amorós a altísima velocidad. No, claro, no importa que él mismo pidiera sanción a los conductores irresponsables, aun sin aclarar que él era capaz de ser como uno de ellos. No importan las inconsistencias de su discurso, no importan sus contradicciones ante el público oyente. No, no importa que Uribe no tuviera la honestidad y la franqueza de explicar lo que realmente pasó. No importa tampoco que acusaran miserablemente al camionero Víctor Valverde Quiroz, qué nos importa si es inocente, qué importa que tuviera que arreglar el camión por su cuenta, qué le importa a la gente que la Dra. Roxana Torres Vega nunca averiguara nada (al menos públicamente).

Qué chucha le importa al gran pueblo peruano saber o no si uno de sus más carismáticos comunicadores y consejeros se fue a la mierda como un imbécil, qué le importa al ignorante vulgo iletrado saber o no si una cosa es lo que parlotean los periodistas y otra muy distinta es lo que hacen al dejar la chamba.

La imagen, la imagen se respeta si es de un periodista, pero aún más importante, la imagen vende si no es de un periodista, por eso vemos las terribles fotos de Cori Alegría en Trome, esa basura popular que se encarga del trabajo sucio en El Comercio, tal como El Chino de La Razón, El Popular de La República, Ajá de Correo, la doble cara de la prensa.

¿Por qué teníamos que ver a Cori así, menoscabada e indefensa, destruida, sin poder pedir respeto, sin Juliana Oxenford pidiendo discreción? ¿Por qué teníamos que verla tal como seguimos viendo muertos antes y después de Álvaro Ugaz pero nunca a Álvaro Ugaz? ¿Por qué no ha ido el Premier a verla? ¿Porqué no hay homenajes en el Congreso por los muertos que nadie conoce?

¿Qué hizo Álvaro Ugaz para merecer ese trato? O mejor dicho, ¿qué hicieron todos los demás muertos para merecer ese trato?

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lunes, 22 de febrero de 2010

Caca de Gato, Caca de Juez

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Tengo la sana costumbre de limpiar frecuentemente la arena de mis gatos. La arena para gatos, les cuento, es una grava fina fabricada especialmente como gel absorbente de los desechos felinos. Cuando ellos mean, sus orines son compactados por la arena en forma de bolas. Así es más fácil recogela y botarla sin que se ensucie toda la arena. A algunos puede parecerle una labor muy desagradable pero les diré que hasta me relaja hacer eso.

Mientras recojo bolas de orín y caca, me pregunto cómo hay quienes crían animales sin cuidados elementales como éste, y así tienen su casa pestilente, no bañan a sus gatos, no los vacunan, no los esterilizan, y convierten toda su casa y el vecindario en una mierda de lo más pestilente.

Leyendo el Perú.21 de hoy 22 de febrero me imagino a mí mismo agarrando todo el sistema judicial (como si fuera la arena de mis gatos), ya cagado y meado hasta la completa saturación, y, tapándome la nariz, embolsarlo y lanzarlo a la basura sin ninguna pena y más bien con alivio.

Los jueces, como los gatos, mean y cagan donde pueden. La cosa es cómo sus dueños manejamos esa mierda inevitable. Y atención a esto: Hay arenas de buena y de mala calidades, las primeras no absorben nada y apestan a la primera pujada felina. Las segundas realmente mantienen todo limpio, y sólo hay que estar atento a recoger la aislada suciedad.

Por eso creo que mis gatos me han dado una lección. La arena judicial que estamos usando no sirve para nada y ha llenado al país de inmundicia imposible de limpiar eficazmente. Repito, los jueces, como los gatos, mean y cagan donde pueden. Siempre van a hacerlo. La pregunta es qué clase de arena usamos, qué clase de sistema judicial usamos. El país apesta a corrupción e ineptitud. El sistema judicial peruano, nuestra arena, es de muy mala calidad, no aísla la caca judicial y más bien es invadida por ella e invade a todo el país, como la casa y el vecindario de los gatos mal cuidados.

Por eso digo que el sistema judicial peruano merece embolsarse y lanzarse a la basura sin ninguna pena y más bien con alivio. Mucho alivio. Y se debe cambiar por arena de primera calidad, un sistema judicial de primera calidad, que garantice que la corrupción y la ineptitud serán aisladas y arrojadas sin contaminarlo todo.

¿Cuál es el sistema de primera calidad?

Los peruanos hemos tenido la estúpida idea de que los gatos judiciales se pueden criar solos, y que no es necesario que nosotros mismos, con nuestras propias manos, los bañemos, los vacunemos, los esterilicemos, los desparasitemos, y limpiemos su pichi y su caca. No pues, o participas o la casa se te llena de mierda. Y entonces nos quejamos de cómo apesta pero no vemos que el punto está en actuar nosotros mismos, allí mismo.

Creo firmemente que si nuestro sistema judicial es tan sucio y genera tantas desconfianzas es porque nadie sabe ni puede saber qué pasa dentro de él. Menos aun puede un ciudadano cualquiera realizar fiscalización, opinar, cambiar, reclamar. El sistema judicial será maquillado, remodelado, reajustado, reconstruido, autocratizado, popularizado y refundado una infinidad de veces y seguiremos en el mismo punto muerto porque esos cambios los hacen unos cuantos notables gatos iluminados. Y el ignorante populacho, el principal interesado, el cliente que tiene la razón, es decir, nosotros, seguimos mirando todo el circo felino desde fuera.

La palabra es participación.

La libertad es imposible de ejercer sin información ni participación práctica. Todos los juicios deben ser sentenciados por jurados elegidos al azar entre la población, de manera similar a como se elige a los miembros de mesa en las elecciones políticas. Punto. Si una reforma no pasa por eso, no es reforma: Nos están hueveando. No crean en el cuento de que revisarán mejor los currículums de los magistrados, no, les pueden revisar hasta el orto pero si la población no participa del funcionamiento judicial, esos jueces seguirán siendo lo que son: gatos que se crían solos, a su suerte.

La población, individualmente, no es idiota. Tal vez los retrasados y enfermos mentales no puedan ser jurados (y parece que ahora mismo lo son) pero el resto de la población sí puede ser parte de un jurado: Profesionales, campesinos, amas de casa, obreros, pescadores, albañiles, nativos, estudiantes, ambulantes, prostitutas y hasta contadores. Porque un campesino tal vez no sepa escribir bien pero sí tiene perfecta idea de lo que es un robo, un asesinato, una estafa, un compromiso... y también sabe lo que es castigo y equidad. Entonces el juez sólo debe ser un moderador y el jurado popular debe tener un staff de abogados que los asesore en cuál es la legislación y jurisprudencia aplicables. Nada más. Las decisiones en manos de los ciudadanos.

Si todos participamos en juicios públicos entonces lo que hagamos estará a la vista de todos. ¿Cuántas probabilidades corrupción hay allí? Mucho menores que ahora, pueden estar seguros.

Si el pueblo participa, confía.

Ahora me pregunto: ¿Está dispuesto el pueblo a participar en esta limpieza y cuidado permanentes del Poder Judicial? ¿O el pueblo prefiere quejarse de la suciedad de sus gatos sin hacer nada al respecto? No me digan, ya me imagino la respuesta, teniendo en cuenta que a nadie le gusta ser miembro de mesa. ¿O a ustedes sí?

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martes, 26 de enero de 2010

LIBERTAD Y MATRIMONIO

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La libertad debería ser vista como un reto positivo por todas las personas, no con desconfianza ni temor. La libertad plena nos exige inventiva, liderazgo personal, pone ante nosotros la bendición de decidir nuestro propio rumbo.

En la búsqueda de la prosperidad para todos, la Historia nos muestra que lamentablemente cada individuo ha abdicado su propia libertad a cambio de protección. Abdicamos la libertad para entregársela al Estado, el cual desde entonces ha ido asumiendo tareas tan aparentemente nobles como definitivamente ajenas. La demagogia política nos prometió y nos educó en la promesa de que el Estado nos garantiza una vida resuelta. Ante la posibilidad de hacer de la ley del menor esfuerzo el espíritu de nuestra existencia, nosotros hemos llegado a creer que el Estado se debe encargar, efectivamente, de labores que realmente no le incumben. Pero el costo ha sido muy alto, el Estado ha pasado de ser una herramienta facilitadora a ser nuestro dueño opresor, como en The Truman Show.

Hoy quiero exponer un ejemplo de cómo el Estado se encarga de normar asuntos claramente privados e íntimos de la población.

Se trata del matrimonio. Dicen los creyentes que el matrimonio fue creado por Dios, que él lo instituyó cuando creó a la mujer para presentársela al hombre como pareja. Es decir, no habría creado a la mujer simplemente para que ande por ahí con la misma individualidad del varón, sino que fue ideada específicamente para acompañar al hombre como pareja. Así, Dios "presentó" a la mujer ante el hombre para que fuesen pareja y poblasen la tierra. Ahí tendríamos el origen divino del matrimonio, con clara jefatura masculina.

Esta leyenda trae, en cascada falaz, las conservadoras ideas de que el matrimonio sólo es válido si es ante Dios o una autoridad superior, que sólo puede ser entre heterosexuales, que es de duración indefinida, que tiene objetivo reproductivo, que implica una sociedad económica, que es exclusivo, que sólo puede ser en parejas, entre otras creencias.

Durante siglos y milenios hemos dado por sentado todo esto. Pero todas estas condiciones no son más que puros condicionantes culturales que no nos hemos tomado el mínimo trabajo de revisar a la luz de los tiempos que hoy vivimos. Hoy las variantes y las nuevas necesidades nos exigen liberalizar, es decir, que el Estado devuelva la libertad a sus dueños. Tal como está diseñado hoy, el matrimonio está condenado a la extinción, al fracaso o a ser exitoso sólo para una muy pequeña minoría, a la cual, por supuesto, felicito.

En consecuencia, el matrimonio no debe ser materia del Estado sino exclusivamente de sus integrantes, a la manera de las sociedades empresariales. Por ello, en vez de llamar matrimonio a estas uniones las llamaré con su nombre legal: sociedades conyugales.

Las sociedades conyugales deben formarse exactamente igual al resto de sociedades, lo cual implica que el contrato debe ser redactado por los interesados y no según cierta redacción legal rígida preestablecida. Así, los firmantes pondrán sus propias condiciones y sabrán con precisión en qué términos se están casando, lo cual evitará que la gente se case por civil sin conocer a profundidad y con anticipación todos los detalles y obligaciones en los que se mete. Hoy los novios apenas reciben una tonta lectura extemporánea en el municipio, a la cual es virtualmente imposible contestar algo distinto a "acepto" debido a que ya todo está pagado, prometido y con todo el mundo mirando un hecho consumado. Estas condiciones contractuales serán libremente redactadas y decididas por los cónyuges en privado y no tienen por qué sujetarse a las tradicionales, mencionadas en párrafos anteriores.

Por ello, como todas las sociedades, la sociedad conyugal puede ser firmada por adultos de cualquier sexo u orientación sexual simplemente porque ese detalle no es relevante, con lo cual el debate respecto al matrimonio homosexual simplemente ya no tendría sentido.

El contrato puede tener una vigencia limitada por los propios integrantes, por ejemplo, los novios pueden firmar un contrato matrimonial de tres años no renovables automáticamente, con penalidades o no en caso haya una ruptura unilateral del compromiso antes de dicho periodo.

Esta unión puede ser ajena al tema reproductivo y no hacer mención de ello. Esto es lógico si tenemos en cuenta que la gente se casa (o debería casarse) por amor o vínculos afectivos entre los asociados y, aunque evidentemente pueden tener proyectado tener hijos, la paternidad tiene su propia legislación aplicable.

Los socios conyugales deben establecer los temas económicos, como porcentajes de participación de gastos, de generación de ingresos, derechos de propiedad y de herencia y cualquier otro que los firmantes convengan.

También decidirán si este es un contrato de exclusividad o si los integrantes tienen libertad de formar otras sociedades por su cuenta. Aunque puede parecer demasiado extremo, quien tiene participación en una sociedad conyugal puede tenerla también en otra. O también el contrato matrimonial puede establecer de manera definitiva y obligatoria la exclusividad conyugal.

Y como toda sociedad, no debería tener un número de integrantes predeterminado, lo cual significa que puede tratarse de un matrimonio de dos, tres, cuatro o más cónyuges si todos ellos así lo acuerdan. Esto tal vez parezca escandaloso o hasta cómico, pero casos como el de Badani no tienen por qué ser prohibidos, ni ilegales, ni estigmatizados si sus integrantes son felices así.

Finalmente, el Estado no será aval, garante, casamentero, sacerdote ni cupido de nadie porque la sociedad conyugal es un asunto privado. Otra vez, como todas las sociedades, bastará con elevar el contrato a Registros Públicos para que cualquier persona interesada conozca los compromisos de un potencial socio matrimonial. Y cualquier desavenencia que no esté considerada en el contrato podrá resolverse en las instancias judiciales correspondientes.

Yo llamo a esta propuesta "matrimonio liberal", no porque promueva decisiones extremas sino porque permite a cada ciudadano adulto decidir en qué condiciones convivir con otras personas con las que se siente particularmente vinculado. Si alguna pareja heterosexual desea casarse en condiciones convencionales siempre podrá seguir haciéndolo así, pero lo más importante es permitir que otros se unan, libres de condiciones que encuentran opresivas o poco estimulantes