miércoles, 13 de enero de 2010

El Indulto a Crousillat (buscando al estúpido de la historia)

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Venía preguntándome mientras viajaba en el Chosicano -en medio del embriagante olor de La Parada, Manzanilla y las axilas del cobrador- qué hacemos con Crousillat. La verdad es que no había nada más que hacer con él. Estaba condenado y preso. Ahora vemos con (más) claridad que todos esos malestares eran puro teatro. Los achaques son sólo achaques pero el Presidente tuvo que mover un dedo para tirarlo todo por la borda.


Alan García no le guarda rencor al viejito achacoso, yo tampoco, pero la condena no era gratuita. Ese tío era corrupto porque hizo de la tele el escupidero de Montesinos pero también porque se fugó de la justicia, porque volvió al Perú por la fuerza, porque negó que el viejito del video fuera él, porque desde que fue condenado siempre se hizo el enfermo para lograr que el Presidente lo indultara. Con esos antecedentes ¿ustedes lo habrían indultado? No me respondan, no sean rencorosos.


Por eso, se me ocurre que sólo pueden haber dos explicaciones no dolosas, no punibles, medio honestas: O Crousillat agarró de estúpido al Presidente o el Presidente nos toma por estúpidos a todos los peruanos. ¿Cuál es más plausible? No me respondan, no sean rencorosos.

O tal vez el Presidente ha tenido una visión del futuro, se vio a sí mismo en Crousillat... ¿cómo nos gustaría envejecer? ¿cómo me gustaría que me traten cuando sea viejito? O sea, Presidente estúpido o no, también existe la verosímil probabilidad de que el Presidente haya tenido un gesto de empatía sin precedentes, una empatía profética, nos está mostrando el camino en el que debe andar el futuro Presidente cuando el actual Presidente sea el futuro Crousillat.

No puedo acusar, como muchos sí hacen, que en todo esto corrió un buen billete, tal vez un saldo de lo que vimos en el video del tío Crousillat. No puedo acusar porque no tengo pruebas (por ejemplo, no he visto el largo de las uñas del Presidente), pero a estas alturas todos estamos pensando lo que se nos da la gana. Porque mientras algunos roban lo que se les da la gana, nosotros apenas podemos pensar e imaginar lo que se nos da la gana.

Lo real es que ahora Crousillat baila "Me liberé, me liberé, gracias al Apra me liberé..." en Asia. Por favor, si lo ven denle mis saludos, díganle que los pendejos nunca se retiran. Maestro.
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