viernes, 24 de enero de 2014

Diálogos infelices: Cuando los amigos nos dicen la verdad.

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SEPTIEMBRE 2013 - TIFFANY

Tiffany:
Hummm... sabes, como amiga te voy a decir una cosa.

Yo:
Dila.

Tiffany:
Siempre cuando estás con ella dices lo mismo que decías antes de cualquier separación... y siempre dices lo mismo después de las separaciones, eso me hace entender que ni tú sabes lo que quieres, estás confundido, y creo que deben entrar a terapia matrimonial los dos, quizá solo es agobio, cansancio o rutina. Pero siempre en toda mi vida te veo que estás en lo mismo, el mismo ciclo lo repites siempre.

Una terapia con un profesional los puede ayudar a encontrar el camino de lo que en verdad quieren los dos... qué es lo que hay, el por qué de lo que hay y qué hay que hacer... si esta vez dejas esto así como siempre... esto se va a repetir siempre como algo común... y así se van a hacer viejos con esa desazón de no haber tenido una vida plena, por no haber buscado la ayuda a las respuestas que requieren y buscan.

Sé que no soy nadie para decirte esto, pero me considero lo suficientemente inteligente y lúcida para decirte, no por lo que yo sepa, sino porque he podido apreciar desde afuera de tu relación.

Yo:
Sí, es probable que tengas razón.

Me mata el tema de Claudio, realmente me mata. Me mata horriblemente. He crecido en un hogar de cincuenta años, mis viejos acaban de cumplir cincuenta años de casados, yo me casé con la convicción de que esto dure para siempre, lo hice demasiado joven.

Tiffany:
Sé que tengo la razón... cuando estás dentro te fastidia, te harta, te cansa, quieres otra cosa... cuando estás fuera te angustia, sientes temor al futuro, melancolía, crees que quizá eres tú el equivocado y tienes miedo darte cuenta cuando todo esté perdido.

Yo:
¡Exacto, exacto, eso siento!

Tiffany:
Nunca se es joven ni viejo... la cosa es saber enfrentar con decisión y firmeza las acciones y eso es lo tuyo... no estás lo suficientemente seguro de lo que haces.

Yo:
Puta madre, ¿y por qué no soy lo suficientemente seguro? ¿debería mandar a la mierda a Ruth?

No, me pregunto dónde se origina esta cosa, esta inseguridad.

Tiffany:
Te lo vuelvo a repetir... busquen ayuda de un profesional en terapia de parejas, él les sabrá sacar lo que hay adentro, el por qué de la función o disfunción... él hallará el problema y la solución y esta será... seguir o no seguir.

Yo:
Ok, le diré, ambos estamos muy confundidos.

Tiffany:
Es la costumbre de lo ya hecho.

Yo:
Con dudas, con ganas de volver, pero queriendo no amarnos tanto. Es una mierda de confusión.

Dieciocho años vividos juntos no es poca cosa, estamos a un paso de las bodas de plata, al menos para mí es un paso… y temo defraudar a Claudio.

Tiffany:
Tienes miedo empezar otra vez de cero y mil obstáculos... o también puede que tengas la vida perfecta a diez centímetros y no lo puedes ver por tus ganas de vivir lo que no has vivido.

Yo:
Sí, sí, exactamente entre esas dos cosas es que dudo.

Tiffany:
Más defraudas a tu hijo siendo un cobarde y viviendo lo que no quieres, le estás enseñando a ser igual a ti.

Yo:
Si soy cobarde o si soy un terrible estúpido que destruye su felicidad y a la mujer de su vida…
¡Carajo!
Estas palabras no las encuentro en mi familia ni en nadie, hasta ahora que me lo dices.

Tiffany:
Busca ayuda.

Yo:
:S
Sí, eso haré, terapia de pareja.

Tiffany:
Pero busca un buen profesional en parejas. Verás que te ahogas en un vaso de agua.

Yo:
Lo que me da cosa es llegar a ser indolente como algunos de mis patas que dejan a sus mujeres e hijos como las huevas, no quiero ser un perro con mi hijo.

Tiffany:
Yo creo que eso se debe hacer cuando ya se ha agotado hasta el último recurso... no por un culo que se movió bien.

Yo:
Claro, no es cosa que una flaquita rica. Realmente quiero hacer las cosas bien y transparentes, honestas.

Tiffany:
Mira, cuando uno ama a alguien, no mira más allá, si no, no amas.

Yo:
Eso del amor... es otro tema además. ¿¿¿Qué chucha es amar??? ¡¡¡No sé qué mierda es amar!!!!
Realmente a veces creo que la amo... y otras siento que ya fue totalmente.

Tiffany:
Mira, a mí me sucedió lo mismo... yo pretendía vivir mil años en un matrimonio sin amor... solo por preservar la familia y que no se lastimen mis hijos, pero me di cuenta de que los hacía cobardes y esclavos de mis mismos temores y no era justo. Ellos iban a tener sus propios líos.

Yo:
Tiff, te agradezco tus palabras, ya me debo ir, pero hablaré francamente con ella para buscar terapia.

En eso debo pensar, en Claudio y el ejemplo que le doy.

Tiffany:
Los hijos deben buscar sus propias soluciones.
Y otra cosa, no sé a qué llamas amor.

Yo:
Tiffany, te dejo, te mando un beso y agradecimiento...

Tiffany:
Lo dejamos para después, te voy a decir algo sobre el amor.
Besos, cuídate.

Yo:
Bye.


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NOVIEMBRE 2013 - MARY:

Mary:
¿…y no hay reconciliación?

Yo:
No, hemos intentado... pero nada.

Mary:
¿No hay amor?

Yo:
Mira, se lo he propuesto hace poco, me choteó, y luego se pone melosa, luego se pone desconfiada... hay mucha inestabilidad.

Mary:
¿Por qué se molesta? ¿La has engañado, ha visto algo?

Yo:
Sí, la verdad es que sí. No te voy a mentir.

Mary:
Ya ves, por algo es…

Yo:
Sería largo explicar, pero digamos que me ampayó al tratar de cortar todo eso y meterme en mi familia.

Mary:
Yo tampoco perdoné eso.

Yo:
Me ampayó por querer salirme de todo eso, no porque estuviera con las manos en la masa.... pero al final es lo mismo, lo admito.

Mary:
Merecido lo tienes, lo que se hace se paga.

Yo:
Sí, sin embargo hemos tenido varios encuentros durante estos meses…

Mary:
El cuerpo es el cuerpo. Pero hace mal ella con esos encuentros.

Yo:
Pura confusión para ambos.

Mary:
Sí, pero a la vez te utiliza. Qué pena, y te falta…

Yo:
¿Me falta qué?

Mary:
Los que hacen daño a la larga siempre se les invierte las cosas.

Yo:
Desde mayo estamos separados, y yo me prometí no incurrir más en esos desórdenes, con o sin ella. Y así ha sido.

Mary:
Es mejor.

Yo:
No tengo ánimo para eso, al menos estando aquí en casa y con ella en ese zigzagueo…

Mary:
Es que a veces las chicas lindas y las tentaciones… es difícil. ¿Y esa mujer no te busca?

Yo:
No, le dije que no me busque; aunque a veces nos hemos visto, no pasa nada.

Mary:
Ella también debe sufrir ya que esperaba que te quedaras con ella, se debe sentir re mal.

Yo:
Sí, pero era jugar con fuego, yo no la engañé a ella. Al final los tres terminamos mal, pero la única verdadera inocente es mi esposa. Bueno, tiene sus responsabilidades en nuestras crisis, pero en este adulterio es completamente inocente.

Mary:
NO, le mentiste también a ella, a la otra.

Yo:
No, eso no fue así, en serio.

Mary:
Ay amigo, hiciste mal, ¿ya pediste perdón a ambas partes?

Yo:
Sí.

Mary:
Es justo… ¿y lo pediste de corazón?

Yo:
Claro pues, no quiero esta cosa.

Mary:
Qué bueno, ojalá Dios también te haya escuchado.

Yo:
Ojalá. Me debo ir, te dejo, bye!

Mary:
Besos, cuídate.


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DICIEMBRE 2013 – VANIA:

Yo:
…Desde mi separación las cosas han sido realmente feas al comienzo, y luego confusas… es muy difícil esto, a veces creo encontrar cómo manejarlo, pero en otras ya no me siento tan seguro ni optimista. Mucha incertidumbre. Me encantaría conversarlo, no es fácil sobrellevar esto y que a mi hijo no le afecte, que salga lo más ileso posible.

En las películas esto se resuelve más rápido. Y en la vida real algunos amigos y amigas con un gran caparazón también lo definen rápido. A mí me tocó otra raza.

Te mando besotes, igual tengo una sonrisa mientras te escribo. Aun suelo sonreír.

Vania:
Oh, Ronald en el problema de siempre, sorry si no te respondí. No es que sea ajena a tus problemas sino que, como comprenderás, todos los tenemos, unos de una forma y otros de manera distinta. Lo importante es que tu hijo encuentre la tranquilidad que necesita para que siga una vida feliz;  es fácil decirlo ¿no? pero sé que es inteligente y entenderá. Encuentra la mejor manera de hacerlo, yo sé que es difícil para ti y ahora que tengo mi hija te entiendo. Deseo de todo corazón que soluciones tus problemas, tú sabes que siempre cuentas conmigo y si necesitas hablar o simplemente que alguien te escuche no dudes en decírmelo ¿ok?

Un beso, guapo.

Yo:
Leer de arranque "Ronald en el problema de siempre" me ha sacudido. Es cierto, es lo de siempre.

Por supuesto tus demás palabras son también muy oportunas, todas ellas, porque he tratado sinceramente de corregirme y hacer las cosas bien. Pero hoy probablemente "hacer las cosas bien" sea dejarnos ir, es verdad. Ruth es una buena mujer y tampoco merece esto, ser blanco de críticas y las miradas acusadoras como quien no tiene el coraje de terminar lo que ya no sirve. Me ha dicho que algunas personas le han reprochado que piense volver conmigo.

¿Realmente no sirve? ¿Y cómo es que, por momentos, por algunos lapsos de tiempo, hemos sentido que nuestro amor sí es posible, aunque ella quiera que sea clandestino, que nadie se entere?

Otra vez, gracias, solo el trabajo agobiante me saca de estos pensamientos. Besos linda, sé que tarde o temprano esto dejará de ser "lo de siempre".


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ENERO 2014 – VANIA:

Yo:
Chao Vanita, ya me voy. No tengo un teléfono tuyo ni nada, por ahí buscaré si tengo algún correo tuyo.
Muchos besos.

Vania:
Mi Ronald, cuídate mucho y ojalá que todo te siga yendo super bien. Igual yo te buscaré.

Yo:
Gracias, te quiero mucho. Algo sí es cierto. Me harté de esta situación. Necesito otra mujer, otro hombre o irme a otro universo. Otra vida. ¡Chao!

Vania:
Ok, Ronald un abrazo y mucha suerte, solo el Señor sabe por qué pasan las cosas.

Yo:
Solo él lo sabe pero no me lo cuenta.

Vania:
Ya te premiará porque sin duda eres un gran hombre.

Yo:
:*

Vania:

:*


lunes, 20 de enero de 2014

Diálogos infelices: Dos conversaciones con Glenda.

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SEPTIEMBRE 2013:


Glenda:  Amigo…

yo:  Hola.

Glenda:  ¿Cómo has estado por tu separación desde mayo?

yo:  Bien, gracias, todo mucho más tranquilo, especialmente desde que terminó Idat hace un par de semanas.

En casa también me siento más tranquilo y creo que Ruth también. Creo que finalmente tendremos nuestras vidas en paz, aunque es prematuro decir de qué forma exactamente. Por momentos parece que podríamos volver... pero en otras ya no... y no porque peleemos sino porque ya la experiencia enseña que hay cosas que no aguantamos uno del otro, o mejor dicho no las aceptamos.

Es como estar en condiciones de ser los mejores amigos del mundo, o de ser amantes, o de ser pareja. Es un poco confuso aun, pero lo bueno que puedo afirmar es que todo está mucho más pacífico y da optimismo para ver qué pasará, evaluar las cosas que vienen.

Yo he decidido frecuentar regularmente la iglesia, los testigos de Jehová, ya estoy haciéndolo hace meses. Eso también ayuda a estar en paz. Nada santurrón, pero al menos es una pausa, una oportunidad de reflexión y serenidad. Y alegría sana también.

Glenda:  Me da alegría que estés bien, y ojalá que las cosas con Ruth se arreglen ya sea para que retomen matrimonio o lleguen a ser muy buenos amigos. NADA DE AMANTES  :)

yo:  xD

Estoy contento pero no ilusionado, a nadie le gusta pelear ni abrigar rencores. Visto así soy optimista.

Glenda:  Sí. Más aún si ustedes viven juntos. Eso déjalo para los enamorados, no para un matrimonio.

yo:  Pero cuando surgen las cosas que no nos gustan... allí es cuando todo se puede volver muy antipático.

(Pausa)

Glenda:   :'(

¿Por qué nada tiene que ser como nosotros queremos, todo tiene que ser al revés? Pinche vida.

yo:  ¿A qué te refieres? ¿Qué te pasa? :(

Glenda:  Nada amigo, solo es un pequeño comentario.

yo:  Ok… linda, ¿te estoy incomodando?

Glenda:  No, amigo, para nada.

yo:  Ok.


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ENERO 2014:


Glenda:  Hola, ayer leí tu mensaje en el face.

yo:  Hola. Sí, vi que lo respondiste.

Glenda:  ¿Por qué esa decisión?

yo:  ¿Lo de retirarme del face?

Mira, la cosa es que Ruth y yo tenemos un rollazo que ya me tiene completamente agotado.

Trataré de explicarlo porque no es fácil.

Yo en realidad tengo 2 temas:

1 es Ruth.
2 es mi asistencia a los testigos de Jehová.

En este segundo tema, lo estuve haciendo más por una tranquilidad, buscando reflexión y tranquilidad y con el tiempo, tal vez, volver a integrarme a ellos. Cuando Ruth supo esto fue ablandando su actitud negativa hacia mí, entonces mi asistencia también ha sido una forma de integrar a la familia. Hasta allí todo ok, muy bonito.

Pero Ruth es una persona muy controlista, horrible hasta en lo bello. Entonces se ha convertido en mi supervisora, ella ha tomado la posición de tutora de mi retorno a los testigos de Jehová; eso me asfixia porque me pide cuentas de si asistí, de si leo, de si me junto con otras personas, si voy a fiestas ajenas [como cumpleaños, navidad], etc. Ha convertido lo lindo en asfixiante.

Entonces enreda esas dos cosas que deberían tener cierta independencia, me emplaza y me condiciona, que debo prometerle que he decidido volver a ser testigo de Jehová, que debo dar pasos claros si quiero seguir con ella, y eso jamás lo puedo aceptar así.

Así que lo discutimos, lo peleamos el fin de semana (otra vez). Y me dice que si no quiero garantizarle las cosas entonces ella se iría a Chile con dos de sus hermanas que le dicen que se separe de mí y se vaya para allá, pero Ruth dice que no lo puede aceptar porque su madre depende ella (vive con nosotros), que no puede irse por Claudio que aún es muy joven. O sea que su vieja se muera y Claudio crezca.

A la mela, así mejor que viva su vida y yo me tomaré mi tiempo para ver si soy testigo de Jehová o no, sin una mujer que me joda y vigile con eso.

Ella me ha exigido que salga de Facebook y cualquier red social, así que decidí que no solo haría eso sino que, por mí, ella misma puede irse a la mierda, ¡y todo el mundo de mierda puede irse a la mierda porque no quiero saber de nadie más en este puto mundo!

(Pausa)

No soporto más a Ruth así, pero no puedo quitármela de encima, ni de adentro. Estoy harto de pensar tanto en su madre, en mi hijo, en ella y su vejez.

Soy un infeliz de mierda.

(Pausa)

Algo que pudo ser simplemente ya no puede ser más. Me reprocho muchas cosas pero ese sentimiento de culpa tal vez sea lo que me tiene en esta esclavitud mental.

Glenda:  Amigo, para tener tranquilidad especialmente no tienes que ser testigo de Jehová, más aun con Ruth acosándote con que tienes que serlo.

Te equivocaste, es cierto, pero estás tratando de reparar tu equivocación, pero Ruth está como tu juzgadora y no está apreciando lo que tú estás haciendo por recuperar a tu familia. Ella dice tanto ser testigo de Jehová y no sabe perdonar.

Te noto agobiado, muy triste amigo, y con ganas de estar solito y pensar, pero sigues dando vuelta en el mismo tema. Encuentras la salida pero Ruth no te ayuda, te hunde más y más.

(Pausa)

yo:  Quisiera conseguir una chamba en otro planeta.

Sabes, yendo yo solo sí me sentí bien en las reuniones de los testigos de Jehová. Tengo amigos allí, no muchos, más bien pocos, pero su cariño me alivia.

Glenda:  Lo que tú buscas, amigo, es tranquilidad y la encuentras ahí.

yo:  ¡Pero sin Ruth marcando pues!

Glenda:  Lo sé.

yo:  Ay, me han faltado cojones para irme de casa y dejar que ellos vivan su vida como quieran.

Glenda:  Es que tú piensas más como padre que como hombre, ¿entiendes? Y Ruth pues se aprovecha. Ella está como castigándote

yo:  ¿Qué hago?

Glenda:  Es que tampoco puede torturarte.

yo:  ¿Sabes cuál mi mayor motor, mi combustible más poderoso?

Glenda:  Es Claudio.

yo:  Es el rencor... y me está encendiendo tanto ahora.

Glenda:  Es que eso es malo.

yo:  Ay, mejor trabajo en vez de pensar.

Glenda:  Te estás llenando de ira y eso es malo, Ronald.

yo:  Tal vez no hubiera logrado nada de lo que tengo si no fuera por el rencor.

Glenda:  Con ira a veces podemos actuar mal.

 yo:  ...
...
...

Glenda:  :(:(

yo:  No tengo familia, no tengo hermanos ni padres, ni tíos, ni primos, no tengo a nadie en esto, solo un trabajo que no disfruto ni pizca ya, luego de diez malditos años haciendo las mismas estupideces todos los días.

Glenda:  ¿Tu familia está a favor de Ruth?

yo:  No, no es eso [eso creo]. Solo no existen. Ellos quieren que todo mejore, pero no existen, el único que me ha conversado a veces ha sido mi papá.

Glenda:  Es que quieren mantenerse al margen.

yo:   Sí, me imagino, y yo que soy discreto, creerán que estoy bacán.

Glenda:  Exacto, es que en un matrimonio a veces la familia sobra.

yo:  No, no, si no critico eso, está ok.

Solo que me refiero a que no tengo idea de cómo salir de esto y no sé qué michi hacer, no tengo quién me dé una bendita idea, de cómo se sale de esto, legalmente, solo quiero que viva su vida y me deje en paz.

¿Quiere plata? Ya, ¿cuánto, cómo? ¿Cómo voy a vivir? ¿Dónde, con qué?

Ahora tengo chamba pero ¿qué pasaré si la pierdo estando ya divorciado? ¿y la casa? ¿y los estudios de Claudio?

Glenda:  PERO ES Q NO PUEDES SER TAN PESIMISTA… SÉ QUE ME VAS A DECIR QUE ERES REALISTA.

yo:  Porque ese es mi papel pues. Porque las mujercitas solo estiran la mano y exigen, y no quiero que Claudio lo pase mal.

(Pausa)

yo:  Esa es la esclavitud mental que tengo, no sé cómo sacarme eso de la cabezota.

(Pausa)

yo:  Por cierto, ya me fui de Facebook. ¿Ya no aparece nada no?

(Pausa)

Glenda:  No lo sé.

(Pausa)

Glenda:  ME VAS A ENSEÑAR PARA SI ALGÚN DÍA QUIERO ELIMINAR MI FACE.

 yo:  Jajaja, ok.

Glenda:  A VECES ES BUENO DESCONECTARTE Y NO ENTERARTE DE COSAS Q NO TE GUSTA SABER.

yo:  Pero realmente no está eliminado sino "suspendido", o sea que estoy fuera del mapa pero no he perdido toda la info.

Glenda:  Ok.

(Pausa)

yo:  Sabes, ahora entiendo por qué la mayoría de hombres que se separan lo hacen cuando ya tienen una nueva pareja. Creo que lo hacen porque tienen una mira definida, no sé, una meta tras la cual ir. ¿Será? Un psicólogo tal vez podría decírmelo. De todos los divorciados jóvenes que conozco, solo uno se separó y vive solo desde hace años.

Glenda:  Será que a veces las esposas sofocan.

yo:  Pero paradójicamente pasan de una mujer a otra, lo lógico parece salir de una mujer y quedarse solo. Sin embargo estando solo no parece haber una meta clara, no hay una persona, mientras atrás dejan hijos.

Glenda:  Jajaajaja. Tampoco tampoco.

yo:  Hablo de una soledad temporal pues.

Glenda:  Tú encontrarás a alguien más adelante.

yo:  Tal vez.

Glenda:  De hecho que sí.

yo:  Sabes, la última vez que conversamos te dije cuánto me estaba esforzando [por mi matrimonio]... es tan agotador que parece que logras algo, que la cosa va bien, y de pronto caes en que no estás avanzando, que te estás engañando tontamente.

Glenda:  :(