domingo, 4 de abril de 2010

El Buen Ladrón y el dilema de Anticristos y Fariseos

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Cuando éramos chicos, mi hermano y yo solíamos reírnos de la manera en que popularmente se le conoce a uno de los ejecutados junto a Jesús en la crucifixión. Mientras uno de los ladrones increpa a Jesús el que no les libere milagrosamente, el otro censura a su compañero y más bien pide misericordia al nazareno. Tras la buena promesa del salvador, a este arrepentido se le conoce como “El Buen Ladrón”. Nos reíamos porque este sobrenombre parecía indicar que era un ladrón que “robaba bien”.

Pues bien, nos reíamos porque tal situación es absurda y, de hecho, parece imposible. Parece. La realidad es que en el Perú lo imposible es posible y por ello los milagros son cosa de todos los días: Los camellos pasan por los ojos de las agujas dando brincos, los muertos viven y cobran pensiones, los asesores parlamentarios son invisibles pero aparecen en casa del jefe comprando pan o regando el jardín, los curas célibes violan niños y los futuros papas los encubren, y los ladrones “roban bien” porque hacen obras y ya no importa cuánto ni cómo robaron.

Hace unos días escuchaba Radio Capital y, ante el pedido de Lourdes Flores a Alex Kouri para polemizar sobre decencia, un oyente dijo que no era bueno, necesario ni importante ese debate “porque lo importante es que Kouri ha hecho obra”. O sea que este oyente estuvo a un milímetro de la célebre frase popular “No importa que robe, lo importante es que haga obra”. Yo no lo digo, lo dijo su ocasional defensor radial. Y yo tampoco invento cuando digo que Kouri fue (y no sé si aun es) socio político del satánico doctor Montesinos. Y digo que no lo sé porque el chalaco de San Isidro se jala militantes ajenos tal como se jala peloteros para el Real Madrid. Y ojo, los que van al Real lo hacen por plata, como bien corresponde a gente de negocios. La diferencia (¿o la semejanza?) entre el fútbol y la política es que en el fútbol se juega por plata, aunque ya no estoy seguro de por qué se juega en política. Y además, la diferencia entre los tránsfugas de antes y los de ahora es que ahora lo hacen en público y con felices sonrisas de satisfacción para las cámaras. ¿O sea que el problema de tránsfugas como Beto Kouri o Lucho Cáceres Velásquez era el secreto? ¡Haberlo dicho antes!


En la vereda de enfrente, Lulú ha pretendido darnos clases de transparencia y honestidad. Sin embargo, esos mismos ímpetus no los ha tenido para cuestionar las injustificadas demoras y los silencios presupuestales de su socio Luis Castañeda en relación al Metropolitano, así como tampoco los ha tenido para exigir decencia en el caso Comunicore. Ni siquiera ha dicho ni pío sobre la descarada publicidad del alcalde en cada cosa que se ocurre hacer. Peor aún, su nuevo amigo, Alejandro Toledo, se atreve a darle clases a Keiko (la nueva uña y mugre de Kouri, qué raro) sobre relaciones de padres e hijos, como si Zaraí fuera la mascota de la empleada. Por ello dejó servida la pelota a su rival para que ésta los llame “los fariseos de la política”. Está bien que la china no sepa cuadrar los números que pagaron sus estudios, pero el cabanista no sabe cuándo callarse.

Bien visto el panorama, tenemos aquí anticristos, fariseos y buenos ladrones por doquier. Porque, ojo, que Lourdes y Toledo sean fariseos no convierte en cristianos a los Fuji-kouri-montesinistas sino precisamente lo contrario. El diablo naranja, opino yo, como buen ciudadano que pretendo ser.

Lo triste de todo esto es que la decencia debería ser un lugar común, una redundancia, un refrito, la inherencia misma de cada personaje político. Y, en ese sentido, no tendríamos por qué debatir al respecto.

Pero con estos angelitos mencionados, nada es tan urgente como lo obvio. Y si ya invertimos tanto tiempo en este rollo moral ¿para cuándo los planes de gobierno? Es que me llega a la ingle que a tan poco tiempo para octubre, esta gente pretenda decir que recién los están preparando. Para mí, esto es un clarísimo síntoma de improvisación. Porque uno sin duda debe preguntarse qué michi han estado haciendo todos los meses pasados si un partido siempre trabaja para gobernar. Y también uno debe preguntarse cómo pueden sentirse capaces de gobernar algo que no han analizado a ese nivel. Es como que pretenda que me den trabajo de contador y postular a la universidad después de mandar mi currículum.

En otras palabras, creo que a estas alturas ya podemos estar medianamente seguros de por quién no votar. No es mala onda, qué quieren que haga. Y ya que estamos en temporada religiosa, bien dice el dicho bíblico que el fiel en lo mínimo es fiel en lo mucho, y el infiel en lo mínimo es también infiel en lo mucho. Así que si estos no cumplen lo elemental ¿cómo podrán cumplir lo complejo?
La Sala De Ensayo


Créditos Caricaturas:
Sendra: Diario Clarín Argentina del 17.10.2007
Heduardo: Diario Perú.21 del 05.03.2010 "Lo Importante"
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2 comentarios:

  1. Bien dicho mi estimado amigo, si miramos de lado a lado lo único que vemos es "mierda". Pero la interrogante sigue flotando en el ambiente ¿Por quién debemos votar? o acaso ¿Deberá Lima quedarse sin alcalde? o ¿Deberemos elegir al "menos ladrón"?
    Los limeños tenemos una difícil decisión que tomar...
    Guillemro Vásquez llajaruna

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  2. Preocupante situación la de nuestros candidatos a la Municipalidad de Lima… tira de improvisados… y no lo digo porque éstos candidatos sean nuevos en las lides políticas, sino todo lo contrario, pues a pesar de su experiencia en política no son capaces de hacer un plan congruente, realista, medible y claro de lo que piensan hacer si llegan a ser elegidos… pareciera que simplemente improvisan…

    Una vez más nos vemos en la encrucijada tenaz de elegir al menos malo?… triste…

    Si Jaime Bayly quiere ser presidente, a lo mejor Beto Ortiz la puede hacer de alcalde!... estoy seguro que haría propuestas y un plan por demás interesantes… a ver si así se ponen las pilas los otros candidatos y hacen algo bueno…

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