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¿Qué es lo que dice la Biblia sobre las mujeres? En
la actualidad todos aceptamos como algo perfectamente natural la igualdad total
entre hombres y mujeres, particularmente sus derechos civiles. Sin embargo, esto
no siempre fue así, es más, recién durante el siglo XX hemos visto cómo las
mujeres han accedido a derechos que hoy damos por sentados pero que milenariamente
no tenían, como el acceso a la educación escolar y superior, el derecho al
voto, el derecho a elegir su pareja, el derecho a trabajar y manejar sus propios
dinero y recursos, el derecho al trato digno en las calles, a no ser
violentadas por sus parejas, etc. Europa y los Estados Unidos han llevado la
delantera en este asunto, desterrando cualquier estigma sobre las mujeres de
vida independiente y libre, tanto en su vida pública como privada.
Hoy es inaceptable que se diga que las mujeres “por
naturaleza” estén capacitadas o incapacitadas para ciertas tareas,
responsabilidades o profesiones, o que deban estar sujetas a alguna forma de
tutoría o protección de parte de algún varón, ya sea su padre, su esposo, sus
hermanos o cualquier otro.
Las personas religiosas, por otra parte, se les hace
muy difícil conciliar sus creencias o su tradición religiosa con esta visión
moderna, y a veces recurren a intrincados argumentos, verdaderas piruetas
lógicas para no quedar mal con sus convicciones espirituales a la vez que se
adaptan a su entorno social moderno.
Lo que pasa es que la tradición religiosa occidental
es patriarcal aunque esto vaya quedando cada vez en más desuso. A la vez que se
desecha el sexismo muchos también se desecha la Biblia porque los encuentran
incompatibles con la civilización. En Oriente las cosas siguen como siempre,
esto es, las mujeres están sometidas a la autoridad masculina, con más o menos
abuso de su parte.
Por eso ahora vamos a revisar este tema en la
Biblia, libro sagrado que ha regido las leyes, las mentes y los corazones de
millones de personas a lo largo de la historia humana. Hay quienes
responsabilizan a este libro, no solo del patriarcado, sino del machismo, de
haber creado una cultura del abuso contra la mujer, no importa con cuánta
ternura se ejerciera esta supremacía.
En el segundo post de esta serie de La Sala de
Ensayo vamos a alistarles todos los textos bíblicos que hemos encontrado para
que ustedes mismos juzguen si tal acusación es cierta o si más bien se trata de
otro mito antirreligioso. En el tercer y último post podremos comentar un poco
lo encontrado.
Este tema es muy interesante pues nos da una pauta
de cómo se escribió este libro sagrado, con qué pautas estructura sus temas y
cómo podemos entenderlo hoy en día, cuándo un tema es literalmente aplicable o
cuándo hay que leerlo considerando otros elementos de juicio. O si, en caso
extremo, piensan que es mejor desecharlo totalmente. En cualquier caso, primero
hay que informarse.
Tal vez quienes no son cristianos o creyentes vean
este tema un tanto aburrido, pero sirve incluso como una forma de entender la evolución
de las sociedades en vez de simplemente criticarlas acusándolas de anacrónicas
o arcaicas.
Por ahora no es oportuno dar más conceptos, no quiero que se
piense que pretendo orientar el razonamiento de los lectores en determinado
sentido. Son más de medio centenar de
textos bíblicos sobre la mujer en muy diferentes contextos. Notarán que algunos
textos son muy precisos en la idea que transmiten, mientras otros requieren que
busquen en la Biblia toda la historia completa, pero ahí los tienen.
Creo que cualquier persona con una comprensión
lectora básica podrá entender cada texto sin necesidad de que yo agregue comentario alguno. Les invito a no perderse el
próximo post de esta serie de La Sala de Ensayo. Hasta entonces.
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