jueves, 24 de mayo de 2012

Como Gandhi y los Cristianos.


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Me he preguntado muchas veces si debo ventilar el siguiente tema con ustedes aquí, en La Sala de Ensayo. ¿Es un asunto privado o, por el contrario de interés más o menos público?

Cuando uno es engañado en temas que a nadie más compete, entonces nadie más tiene por qué saber, y menos a través de una web pública como ésta.

Pero cuando uno siente que ha sido engañado en el marco de una campaña o causa pública, la cual finalmente parece un anzuelo para tomarle el pelo a los demás, entonces el asunto cambia. Porque uno no debe permitir que una buena causa sea el ardid para el hueveo y el cojudeo.

Y a mí no me gusta que me hueveen ni me cojudeen, eso es todo. Me he sentido engañado. Que lo haga alguien que no es mi amigo es algo que no sorprende, pero que lo haga alguien a quien se considera amigo es doblemente agraviante. Y si lo hace tomando el nombre de una causa noble, triple.

Porque David Pino, fundador y administrador de “Lima la Única” es alguien a quien yo siempre apoyé y defendí, eso lo saben muy bien quienes nos conocen a ambos.


¿Qué pasó, realmente?

Ustedes saben que hicimos una convocatoria en defensa de la Plaza Dos de Mayo (y de otros lugares similares en peligro de destrucción) el 15 de enero de 2012 allí mismo, en la plaza.

Varias personas como Vladimir Velásquez (director de Lima Antigua), su pareja Lissete Joya, Marquito Gamarra, Roel Alonzo Torres -y otros más- dimos de nuestro tiempo, interés y recursos (o sea, plata) para financiar lo que se necesitara sin la más leve intención de pedirle un centavo a quienes asistieran ni a otras personas. Eso sí, había que comprar algunas cosas y para eso entregamos dinero.

Yo he creído tanto en David que puse el pecho para defenderlo cuando se le encargó la confección de unos pines (y otras cosas, alusivos al aniversario de Lima, el cual justo se iba a cumplir en ese mes) y simplemente los pines no aparecieron nunca, ni en los primeros días de enero, ni el 15, ni en una actividad de Vladimir en ese mes, ni después de eso. Hasta  ahora. Ni pines ni plata, simplemente nada. ¿Cómo la ven? Qué linda es Lima, ¿verdad?


Un tema privado.

Habíamos concordado que el tema de estos donativos íbamos a manejarlo en estricto privado entre los donantes y David, dado que si eran para comprar esos obsequios, entonces nadie más tenía por qué reclamarlos ni indagar por ellos.

Por eso, cuando los pines y otros gastos no se concretaron, yo rechacé la intervención del buen  Wilfredo Ardito, quien intercedía ante la cada vez mayor incomodidad de Vladimir y Roel.  Estaba seguro (pobre tonto yo) que estábamos entre personas serias que honran su palabra a pesar de cualquier dificultad circunstancial.

En fin, ahorremos floro y vayamos al grano: ¿David ha rendido cuenta del dinero entregado para la jornada de la Plaza Dos de Mayo, o no? La respuesta es muy simple: Por su propia iniciativa, no. Solo ha devuelto a quienes le armaban escándalo, o sea, a Vladimir y a Roel.

Vladimir se alteró tanto que hasta puso textos de reclamo en el muro del Face de David. Tengo sus correos y comunicaciones en las que expresa toda su rabia por haber confiado en David. Lo llamó merecidamente “pendejo” cuando notamos que en Facebook se pone inactivo para mí pero al mismo tiempo estaba chateando con él cuando todavía trataba de recuperar su dinero. Vladimir también me dijo que David es “una persona la cual no volveré a confiar”. Y yo, como un idiota, defendiéndolo, pensando que era solo un desorden suyo y nada más, sin dolo posible.

Recordando a Roel, caray, estaba hecho un pichín cuando yo ya había dejado de defender a David, aunque yo tampoco lo atacaba. Y en diálogos de marzo, más de dos meses después de entregado el dinero y de realizado el evento. Increíble:

Roel me contaba: “Sabes algo de David Pino... me aseguró que "aunque no lo creas recién tengo el dinero mañana a las 9 o hasta las 9 lo deposito"... hasta ahora el huevonazo no deposita nada… ya me llegó al pincho”. Y agregó: “Espero no verlo más, gente como él me repulsa, porque el tema del dinero o la falta de él lo puedo entender, pero no la delicadeza o la falta de palabra.” ¿Y yo? Tratando de poner paños fríos, paciencia. Un idiota consumado.



Para ti, David.

Bueno, David, ya ves que tengo tantos testimonios, los estoy leyendo ahorita mismo, son demasiados. Muy recientemente has dicho a Wilfredo que ya arreglaste conmigo, no sé qué chucha habrás arreglado con otro Ronald, pero conmigo nada de nada. No tengo comunicación contigo desde el 28 de marzo vía correo electrónico. Ni yo mismo lo puedo creer.

David, deja de embaucar a la gente usando a Lima la Única, tal vez la única cosa por la que se te podrá recordar positivamente, deja de organizar paseos sin bus y sin rumbo, deja de prometerme cojudeces y devuélveme ese puto dinero, pero sobre todo, deja de mentirle a la gente y de ser tan falso y mal amigo. Deja de hacerle daño a la causa limeñista.

¿Con qué cara haces cartas a las autoridades exigiendo que cumplan con hacer lo suyo si tú no cumples con lo tuyo? ¿Cómo te atreves a liderar campañas de defensa de lo que sea cuando en lo más mínimo te falta coherencia? ¿Por qué no dejas de pedirme disculpas estúpidas cada vez que te indago por escrito? Porque tiene que ser por escrito, de otro modo, todos lo sabemos, es imposible hallarte por ese celular de mierda que no sirve para nada.

Sabes que te dije que dejes de hacerme promesas y simplemente vengas a mi casa a devolver el dinero sin tanto preámbulo. ¿El resultado? ¡Desapareciste! Te dimos el dinero el 30 de diciembre… hace casi cinco meses.


Tengo derecho a hartarme.

Pero subes fotos, haces comentarios en Facebook como si nada pasara. El pobre Wilfredo Ardito se muere de la sorpresa cada vez que me pregunta o le cuento que de ti no sé nada, que ya ni me convocas a nada pese a que todos saben cuánto te apoyé. Me has dejado afuera para cabecearme mejor, eso siento.

¿Sabes que hay quienes se preguntan qué fue de mí? ¿Sabes que hay quienes se preguntan en qué quedó nuestras campañas a favor de la Plaza Dos de Mayo? ¿Sabes que hay quienes piensan que abandoné todo porque sí? Pero eres tú quien ha sido capaz de abandonar eso por putos 120 soles, eso vale nuestra amistad y la plaza para ti. Porque has preferido abandonar nuestra amistad y la campaña antes que devolver ese dinero.

No, no es que sea una fortuna ni que todo se reduzca a plata, lo sé, pero justamente por no ser mucho es que me humilla más, que ese sea el valor de nuestra amistad.

Repetiré lo que escribí a Roel en marzo: “Al menos puedo decir sin anestesia que todo lo de la Plaza Dos de Mayo se fue a la mierda por este rollo imperdonable.”

¿Por qué te expones a esto, David? ¿Por qué usaste de esa manera nuestro cariño por Lima? ¿Por qué la gente que te da dinero muchas veces ha sentido miedo, temor? ¿Por qué tengo que hacer esto? Te diré por qué hago esto:

Porque no es justo que hagas lo que se te da la gana impunemente. No es justo que la gente no pueda formarse una imagen tuya hasta que es demasiado tarde. Ellos tienen derecho a saber esto antes de darte medio centavo.

¿Qué pasa si en el futuro te dan un puesto o postulas a un cargo público como líder limeñista? ¿Qué pasará si se te encargan fondos para ciertas actividades, y fallas? ¿Me lo callaré? ¿Estaré en la obligación de advertir, como siempre hace la gente, demasiado tarde? ¿Me preguntarán “¿por qué no hablaste a tiempo?”?

No, David, esto no puede seguir siendo privado. ¿Por qué? Porque Lima merece mejores defensores que tú, pese al enorme e inigualable conocimiento que tienes de nuestra histórica ciudad. Quiero que nadie sufra lo que hiciste sufrir a esas personas y aun me haces sufrir a mí y a otros como Marquito, quien paciente y alegremente espera que pases de la palabra a la acción. Marco es de oro.

Me acuerdo que alguna vez dije que tienes un parecido a José Carlos Mariátegui. Ahora creo que te pareces más a Aldito que al Amauta. No sé por qué.


Me despido por escrito.

Sabes, pienso que cínicamente te vas a ofender con esto, aunque no tienes derecho luego de que has sido tan desleal conmigo. No importa ya. Si no te gusta puedes venir, al menos por eso, a buscarme, me dará gusto recibirte como mereces.

Pero no vendrás. No vendrás porque sabes que no miento. Ya no importa si nunca vienes a devolverme plata ni nada. Igual ya te habías borrado del mapa. Y me habías borrado del mapa a mí, sin más

Solo lamento esto por lo que estarán pensando Silvita, Ramón, Marco, Toño, Roel, Vladimir, Guadalupe, Eddie, y tanta gente noble, miles de personas, que no tienen por qué  soportar esto. Ahora puedes desaparecer. Ahora puedes sentirte liberado de esconderte de mí. Que te aproveche.

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viernes, 11 de mayo de 2012

La Vida en una Canción Televisiva.





La televisión a veces nos deja huellas en nuestros recuerdos. Una melodía puede transportarnos en segundos a otro tiempo, otra vida que ya no volverá. Esto se cumple para jóvenes y viejos de ayer, hoy y también de mañana. Aquí un par de bellísimos ejemplos.

Quienes estamos alrededor de los cuarenta años de edad tuvimos nuestra infancia e adolescencia entre los 70 y 80, ¿nunca nos hemos preguntado quiénes compusieron esas canciones tan importantes para esos años nuestros?

Tal vez Joe Harnell sea un nombre que no nos dice nada, pero en realidad es mucho más importante de lo que creemos en el sentido que estamos tratando. Harnell fue un compositor y arreglista de música ligera. Nació el 2 de agosto de 1924 en el Bronx, Nueva York, y falleció el 14 de julio de 2005 en Sherman Oaks, California. Su vida fue enteramente dedicada a la música, desde muy, muy joven.

¿Por qué es tan importante? Joe Harnell es quien compuso esta canción, escúchenla, no necesita presentación:




Sí, es la canción de cierre de “El Increíble Hulk”, un clásico de las series de 1977 a 1982. El nombre real de esta composición es  “The Lonely Man Theme” (“La Canción del Hombre Solo”). La interpretación de este video es de René Sanhueza Gaete, de primerísima calidad.

Joe Harnell
(1924-2005)
Acertado nombre para este tema, Bill Bixby interpretaba a David Bruce Banner, quien busca desesperadamente librarse de sus transformaciones en Hulk. A diferencia del cómic, esta serie descarta los personajes militares y los atributos más exagerados de Hulk como el dar saltos kilométricos y tener más de tres metros de estatura. En su lugar crea el personaje de Jack McGee, el periodista que busca a la bestia por mero interés personal en hacerse inmortal en su profesión.

Más bien, la serie se centra en el aspecto psicológico de Banner, su sufrimiento por un atributo que otros desearían pero que él odia. El protagonista es Banner, no Hulk. Es un permanente fugitivo tanto de McGee como de sí mismo.  McGee está basado en Javert de Los Miserables. David Banner, es por lo tanto, un hombre solo, como el título de la canción,  además de enfermo y perseguido.


Joe Harnell también compuso otros temas de series conocidas, tales como La Mujer Biónica, “V” Invasión Extraterrestre, entre otras, pero desde su misma infancia estuvo ligado a la música.


Para las nuevas generaciones.

Por increíble que parezca, las nuevas generaciones también le deben mucho a los antiguos músicos estadounidenses. ¿Cómo así? Hoy en día hay muchas series anime que gozan de gran popularidad entre jóvenes de noventeros y del siglo XXI, como mi hijo Claudio.

En los noventa, una serie rompió todos los récords de premios y popularidad, no solo en Japón, sino en todo el mundo: Neon Génesis Evangelion.

Esta serie trata del Tokio del futuro (2015) luego del "fin del mundo" que Dios llevó adelante inicialmente en el 2000. Una serie de ángeles atacaron la Tierra y redujeron su población a la mitad, pero los humanos se preparan a resistir el ataque de estos seres extraños y ajenos a nuestro mundo.

Otra vez, una trama enormemente psicológica, filosófica y religiosa con música inolvidable para quienes la seguimos. Aquí tienen el clip de conclusión, con subtítulos en inglés y español:



“Fly me to the Moon” fue compuesta originalmente por Bart Howard en 1954 como un jazz. Este magnífico compositor nació el 1 de junio de 1915 en Iowa y falleció el 21 de febrero de 2004 en Nueva York.

Bart Howard
(1915-2004)
Tras su versión original, “Fly me to the Moon” ha tenido innumerables versiones en todas partes del mundo, las más recordadas son la muy galardonada versión instrumental en bossa nova del ya mencionado Joe Harnell en 1963, la versión de Frank Sinatra, y ésta de Evangelion en la voz de Yuko Miyamura y luego de Megumi Hayashibara, en bossa nova orquestada, pero con un toque melancólico que difícilmente se encuentra en otras versiones.


Y al fondo hay más.

Y claro, apenas he mencionado dos temas históricos, para dos generaciones distintas, pero son infinitos como la cultura popular televisiva. El mundo tiene muchos problemas, tenemos mucho por solucionar, tenemos problemas nuevos y también nuevas oportunidades. Pero sea que tengamos cualquier ideología, solemos tener un terreno común: Nuestros recuerdos juveniles e infantiles metidos en una canción.

¿Cuál es la canción que más los ha marcado de chicos? No mientan, no digan que ninguna...