viernes, 11 de febrero de 2011

La Demencial Paranoia Existencial

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"Aquellos que cederían la libertad esencial para adquirir una pequeña seguridad temporal, no merecen ni libertad ni seguridad."

Benjamín Franklin





La Sala de Ensayo no es un blog religioso ni lo será jamás, gracias a dios y al diablo.

La Sala de Ensayo me pertenece, es mi espacio. Yo creé este sitio para expresarme públicamente sobre muy diversos temas, para liberar pensamientos, críticas, emociones y todo lo que una persona común como yo puede sentir. La Sala de Ensayo es mi casa en todo el sentido de la expresión.

Desde octubre de 2009 esto lo he venido haciendo más o menos bien, creo yo. Y el abanico de temas también ha sido variado, como pueden constatar si se dan una vuelta por todos los posts.

Es a través de todos esos posts como pueden deducir qué es lo que pienso, qué opino y cómo soy. No me lo pregunten: dedúzcanlo mientras me leen.

En diferentes contextos he dejado claro que soy liberal. Precisamente por eso no acepto que se me haga exámenes de conciencia, de ninguna manera responderé a inquisidores de mi intimidad. Yo hablo lo que quiero y lo que quiero callo. Así de fácil. Esa es mi mayor expresión de libertad e invito a todos mis visitantes a disfrutar ellos mismos de ese grado de libertad.

Pero la libertad es ante todo una convicción personal. Esto es indispensable, vital. Sin dicha convicción es imposible ejercer la libertad individual y viviremos teniéndole miedo, desconfianza y hasta rechazo. ¿Sabían ustedes que no todos los negros querían que se aboliera la esclavitud? En efecto, muchos de ellos temían a la libertad porque no sabían qué hacer con ella, lejos de un amo que los dirija y mantenga. Era un miedo tan terrible como lógico, pero había que sobreponerse a ese miedo y vencerlo. Hoy, a la luz del tiempo, no hay negro que quiera volver a ser esclavo.

La libertad individual, a contrapelo de lo que alegan los fundamentalistas religiosos respecto a nosotros los liberales, es apenas una de las caras de la moneda: La otra cara es la responsabilidad individual. Los talibanes de la religión han pretendido caricaturizar nuestra libertad por medio de imputar que existe como trasfondo el deseo de una vida disoluta, sin responsabilidad y sin rendición de cuentas. O lo desconocen o mienten quienes dicen eso.

Les propongo a todos los visitantes –por supuesto, sin controlarles ni monitorearles- que leamos todo cuanto podamos sobre dos corrientes de pensamiento: El Naturalismo y el Liberalismo.

Sé que los cristianos que disfrutan de usar anteojeras dirán que son simple conocimiento humano, imperfecto y desechable. Y usarán hábilmente textos bíblicos para gratificarse en esa declaración. Más fácil sería admitir que les da flojera leer y consecuentemente pensar por sus propios medios. Eso cansa.

Los Prisioneros decían en “No Necesitamos Banderas” lo siguiente:

“Es fácil vegetar dejar que otros hablen
y decir “ellos saben más que yo”,
ponerse una insignia, marchar detrás de un líder
y dejar que nos esgriman como razón.
No vamos a esperar, la idea nunca nos gustó,
ellos no están haciendo lo que al comienzo se pactó”

Esto es más común de lo que se sospecha y puede marcar, no nuestra ideología o nuestra religión, pero sí nuestra manera de razonar.

Me refiero a que nuestras lecturas, consultas, reflexiones, etc. jamás deberían convertirnos en seguidores de caudillos ni en parásitos mentales que esperan que un grupo de iluminados (o, más eufemísticamente, “guiados por el espíritu santo”) nos cuente qué dice Dios que hagamos con nuestras vidas.

Es imposible ejercer la responsabilidad individual si hay otros que han razonado y reflexionado por nosotros para que simplemente digamos amén. ¿Cómo podría yo creer que llevo mi propia carga de responsabilidad si en realidad me he limitado a seguir a pie juntillas algo previamente masticado por otros? ¿Con qué cara yo les diría a Dios y a mi propia conciencia “soy cabalmente responsable” si nunca tuve independencia de criterio? Nadie quiere que seamos rebeldes, pero ni Dios ni nadie con dos dedos de frente puede hacer responsable a un limitado mental por sus actos. En todo caso, si se trata de autolimitados mentales, será por ello que tal vez merezcan un reproche, por automutilarse, porque en la práctica renegaron de una de las más preciadas facultades humanas que nos distinguen de títeres y animales amaestrados.

Todos los posts de este mes han tratado el único tema que indiqué al principio: Cómo yo me interesé en los testigos de Jehová y cuál es el proceso general por el cual una persona que se pone en contacto con ellos llega la bautismo. Punto. Ni una palabra más. Y la única conclusión a la que puedo llegar es la misma recomendación que da el autor: Júntense con los testigos de Jehová si quieren, sean sus amigos, visítenlos, recíbanlos en sus casas, y hasta prediquen con ellos. Pero jamás se bauticen. La razón es también muy sencilla: Es imposible dejar de ser testigo de Jehová de modo honorable, salvo muerto.

Pero si además quieren saber cómo fue mi vida allí dentro, por qué salí o qué pienso ahora de los Testigos o de las demás religiones, pues se tendrán que aguantar.

Porque soy libre, no me someto a mandato imperativo de ninguna persona en relación a mi conciencia. Si Dios o Jesucristo quieren discutir algo conmigo será cuando ellos me lo pidan, no cuando aparezca cualquier advenedizo sin nombre a lanzarme advertencias sobre el oscuro futuro que me espera.

Seguramente sí terminaré contándoles todo eso y más, pero cuando yo quiera. Y la verdad es que he quedado resaqueado con tanto post monotemático. La resaca me va a durar hasta el próximo febrero, cuando menos.

Ha sido tanto el material y las horas dedicadas a este tema que corro el peligro de hacer creer a todos que La Sala de Ensayo ahora es religiosa. Corro el peligro de pasar de ser variado y plural a ser unidimensional y hasta monocromático. Una ameba.

Esto es todo lo que tengo que decir sobre el tema de este mes. No soy ni pretendo ser poseedor de la verdad, de ninguna verdad. Y a mucha dignidad. Me siento feliz de poder responder de vez en cuando “no sé” cuando me preguntan cosas de cualquier índole. Tengo la pequeña certeza de que no tengo por qué saberlo todo, pero sí sé que tengo que ser tanto libre como responsable individualmente.
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Sé que todas las cosas que me han pasado en la vida me han hecho como soy, quienes me siguen por La Sala de Ensayo y me conocen personalmente saben cómo soy. A veces pido a mis amigos que me lo cuenten porque yo mismo me desconozco, lo cual le añade una emoción más a esta hermosa vida, toda, toda mi vida, incluyendo esos quince años con los testigos de Jehová.
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Como dijo Daniel F en una entrevista, ¿por qué apurarse en pensar en la muerte si ya habrá tiempo de estar muertos?
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Reflexión 12: ¿Y ahora?

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REFLEXIÓN 12

Cuando uno se ha bautizado como testigo de Jehová y pasan algunos meses, si mira en retrospectiva se dará cuenta que muchas cosas han cambiado: ya el recibimiento en las reuniones no es el mismo. Ya uno es simplemente un miembro más y muchos que antes lo saludaban amablemente ni siquiera lo mirarán ni lo determinarán. Las reuniones ya no presentarán ninguna novedad pues la monotonía y la rutina contribuirán a que se conviertan en una pesada obligación y no una ocasión de aprendizaje. El emocionalismo interno
que nos llevó a hacernos Testigos mengua. Ya no se siente lo mismo que antes, ya no se siente el mismo entusiasmo. La novedad deja de llamar la atención. Ahora que todo se conoce, el interés mengua. Se puede ver la cara de aburrimiento de muchos Testigos que sencillamente no pueden con sus problemas. Las personas que componen la única religión verdadera no son tan excepcionales después de todo: son seres humanos como todos los demás. Eso sí, más controlados, pero siguen siendo seres humanos.

Cuando se es Testigo se empieza uno a dar cuenta también de los problemas que enfrentan en sus congregaciones y que ellos quieren ocultar al público: borracheras, drogadicción, robos, estafas, peleas, envidias, adolescentes embarazadas, chismorreos, nepotismo, abusos, infidelidades: de todo se ve. Los Testigos le dan a entender al mundo que en ellos estas cosas no se presentan, pero son más cotidianas de lo que uno cree. Son muchos los casos donde familias enteras no se hablan los unos a los otros debido a problemas personales y hay miembros de la congregación que ni se saludan siquiera. Cuando uno nota todas estas cosas lo único que acierta decirse es lo que pasa es que todavía somos seres humanos imperfectos, pero eso sí, cuando estas cosas se presentan entre personas que no son Testigos, ellos juzgarán de la forma más ruda la pobre condición de la gente mundana.

Los testigos de Jehová pasan por alto todo lo malo que pasa en su organización pero esto mismo lo critican con dureza en personas de otras religiones. ¿Cómo se llama eso sino hipocresía? Los testigos de Jehová quieren mostrarle al mundo que son diferentes al resto de los seres humanos y con eso se montaron una pesada carga encima: la de vivir de las apariencias, cuando lo cierto es que por más religiosos que seamos siempre tendremos con nosotros nuestra condición humana que ellos intentan por todos los medios de ocultar. Todos tenemos malos deseos, nos equivocamos, pensamos cosas perjudiciales y actuamos mal. Pero ellos quieren mostrar que no. Que a ellos no les afectan los problemas que afectan al mundo, que su doctrina los hace inmunes en cierta medida a estas plagas. Nada más falso.

Los dirigentes mundiales de los Testigos montan pesadas cargas de reglamentos sobre todos los Testigos a nivel mundial pero ni ellos mismos son capaces de moverlas tal y como pasaba en los días de Jesús con los fariseos y la gente común. A pesar de que uno ve todas estas cosas, el embotamiento a que ha sido sometido su sentido de la crítica hará que las pase por alto y se siga pensando lo mismo: que esta es la religión verdadera y que fuera de ella no hay salvación. Así que no importa lo que pase, hay que seguir fiel a la organización de los testigos de Jehová no importa que en ella pasen las mismas cosas malas que pasan en el mundo exterior.

Pienso que el emocionalismo que se apodera de uno tan pronto lo convencen de eso de que la única religión verdadera la constituyen los testigos de Jehová hace que uno pase por alto todas estas cosas antes de hacerse Testigo, porque deberían ser evidentes. Es más, cuando una persona empezaba a estudiar, se le ocultaban todos los problemas que pasaban en la congregación para no “hacerla tropezar”, esto es, no dejarla darse cuenta de las cosas negativas para que no se arrepintiera antes del tiempo de volverse Testigo. Que se diera cuenta de la realidad después que se bautizara y despertara a la realidad entonces como nos había pasado a la gran mayoría.

En mis años de Testigo pertenecí a dos congregaciones. Y en ambas se presentaron escándalos y problemas de naturaleza grave que uno no se imaginaba que pudieran existir en la religión verdadera. Inmoralidad sexual, infidelidades, y estafa eran las situaciones más comunes.Sin embargo, todos sobrevivimos a este despertar y seguimos en la organización pero ya empiezan a gestarse las primeras dudas sobre la religión de los testigos de Jehová.
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Con estas conclusiones termina "REFLEXIONES WT". Como les dije en mi primer post, llegamos hasta el bautismo. Yo diría que este relato general es una descripción muy fiel del proceso de inducción de un nuevo testigo de Jehová. Las diferencias de persona a persona se limitan a meros detalles de forma pero no de fondo.
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El autor ha tenido el acierto de no abundar en detalles personales para que no pierda su aplicación general, de modo que podemos decir que si bien la experiencia se remonta a España es perfectamente comparable a cualquier parte del mundo en donde opera este grupo religioso. Les aseguro que tanto su casi perfecta objetividad como su orden ameritan de sobra que se publique y se analice para cuando les resulte oportuno. Nunca se sabe. Además, tal como les dije desde el principio, también es una buena introducción al tema de la argumentación lógica o falacias lógicas, o más particularmente, coercitivas.
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Ahora sólo me queda hacerles un comentario final sobre este tema en el próximo post.
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Reflexión 11: La hora del Sí.

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REFLEXIÓN 11

Hemos llegado al último paso: el camino al bautismo. A esta altura, ya la persona está metida hasta las narices en la organización de los testigos de Jehová; pero sólo conoce el aspecto positivo que han querido mostrarle. En este momento su juicio crítico ha sido anulado. Todo lo que ve en la organización de los Testigos es todo bueno, lo que hay en el mundo es todo malo. Es más, mentalmente la persona ya se considera testigo de Jehová porque quiere serlo. Pero falta el último paso: bautizarse formalmente como testigo de Jehová. Para bautizarse debe seguir el mismo procedimiento para ser publicador: hablar con los ancianos de la congregación y darles a conocer la decisión que se ha tomado de bautizarse.

Una vez que los ancianos reciben la solicitud, harán arreglos para que la persona que desea bautizarse pase un examen que por su estructura bien parece las pruebas de Estado. Por lo general, uno lee la Biblia y se da cuenta que las personas que creían en Jesús eran bautizadas de inmediato por inmersión en agua. Sin embargo, para bautizarse como testigo de Jehová, el candidato debe pasar un examen de más de 190 preguntas de todo tipo: doctrinales, sobre la vida personal, sobre la vida en congregación, etc. Estas preguntas están en un libro verde que se llama “Organizados para Efectuar nuestro Ministerio” (Nota 1) y se repasan en tres sesiones con un anciano diferente en cada una. La persona que se bautiza debe tener un conocimiento razonable de todas estas preguntas para poder bautizarse. Sin embargo, no es un examen rígido ya que si uno no sabe alguna pregunta el anciano le dirá la respuesta para que no se le olvide. Lo que se busca con este cuestionario es estar seguros de que la persona realmente está convencida de todo lo que ha aprendido en la congregación. En pocas palabras, estar convencida de que los testigos de Jehová son la única y verdadera religión. Una vez que esto se confirma se le dirá a la persona si puede o no bautizarse.

Los Testigos de Jehová dicen que el bautismo en su organización es la decisión más importante que uno pueda tomar en la vida. En eso estamos completamente de acuerdo. Cuando una persona se bautiza como testigo de Jehová su vida nunca volverá a ser igual por más que quiera; no hay vuelta atrás. Sin embargo, a pesar de ser una decisión tan delicada la mayoría la tomamos a la ligera y presionados por los demás. Por eso, en una encuesta que hice con conocidos Testigos a la pregunta: ¿se bautizaría usted a la edad en que se bautizó si pudiéramos devolver el tiempo? el 95% respondió que no lo haría. Porque la mayoría de mis amigos y yo nos bautizamos muy jóvenes. Yo me bauticé a la edad de 16 años. Otros se bautizaron de diez, doce, trece y así sucesivamente. Yo digo que eso no debería permitirse. Uno a esa edad no es consciente de tomar decisiones tan trascendentales y menos la de unirse de forma incondicional a una fe religiosa. Pregúntele usted a un Testigo qué decisión es más delicada: si bautizarse o casarse. Casi le aseguro que le dirán que el bautismo es una decisión más delicada que el matrimonio. Sin embargo, aceptan que niños se bauticen pero critican el matrimonio en la juventud argumentando la falta de experiencia. ¿No es esta falta de experiencia razón suficiente para no permitir que los jovencitos se bauticen?

En el bautismo influye mucho el emocionalismo. Y dejarse llevar por las emociones en decisiones tan delicadas no es bueno. Sobra decir que si yo supiera lo que sé ahora de la organización de los Testigos jamás me hubiera bautizado. Mi recomendación para todos aquellos que se reúnen con los Testigos es la siguiente: Jamás se bautice. Punto. Reúnase con ellos, sea publicador no bautizado y predique todo el día si quiere. Pero si quiere tener una vida normal no se bautice como Testigo porque cuando lo haga todo cambiará. Le diré una de las cosas que cambiará: Si usted es publicador no bautizado y decide dejar de reunirse con los Testigos porque no está de acuerdo con algunas cosas de ellos, podrá hacerlo sin consecuencias: todos le hablarán y lo saludarán cuando se los encuentren por la calle, cuando pasen a predicar por su casa lo visitarán etc. Si usted manifiesta esto mismo siendo bautizado será objeto de persecución por toda la congregación y si llegan a expulsarlo, nadie jamás le volverá a dirigir la palabra, ni el saludo siquiera. Y si en su familia son Testigos, limitarán el trato personal con usted. ¿No es eso terrible? Y la diferencia la hace el haber sido bautizado. Por eso, si le gustan los testigos de Jehová, reúnase con ellos, predique con ellos, charle con ellos (la mayoría son excelentes personas), pero eso sí, si se bautiza su vida no volverá a ser igual y muchas veces esto será para mal.

Los Testigos utilizan la presión de grupo (su mejor arma) para persuadir al publicador no bautizado a que debe bautizarse cuanto antes. Ellos le dicen que si viene el fin del mundo y usted no está bautizado como testigo de Jehová corre el riesgo de ser muerto por Dios si sólo es publicador y no se quiso bautizar. El bautismo es considerado como una especie de firma del contrato con Dios. Usted se bautiza, predica y Dios le da vida eterna en un paraíso. Si usted no firma el contrato (bautizándose) Dios podría dejarlo a usted afuera por no haberse bautizado. Y si a eso le añadimos que en la época que yo me bauticé se creía que el fin llegaba antes del año 2000 (me bauticé en 1996) entonces la urgencia de bautizarse era apremiante. Yo corrí literalmente a bautizarme y me aprendí todas las preguntas del libro. Pasé con una “A+” porque estudié demasiado (Esta calificación es una forma de decir que pasé todo muy bien, ellos no le califican a uno nada. Sencillamente se sientan con uno, le hacen las preguntas de forma oral y uno contesta de forma oral también. La idea es ver el grado de convencimiento, no necesariamente de conocimiento).

Una vez que le han hecho todas las preguntas les avisan a los candidatos si han sido calificados para el bautismo o no. Por lo general todos pasan, a no ser que algún aspecto de la vida de alguno no le permita bautizarse como por ejemplo si todavía fuma o tiene un trabajo que los Testigos no aceptan (vigilante armado por ejemplo). En estos casos la persona debe esperar un tiempo, corregir y luego volver a presentarse para el bautismo.

Antes había dicho que además de las reuniones semanales que los Testigos efectúan en su Salón del Reino, también llevan a cabo otras más grandes llamadas asambleas. En estas asambleas se reúnen muchas congregaciones y en ellas se lleva a cabo el bautismo de los nuevos Testigos.
Hay tres tipos de asambleas: Asamblea de Distrito (dura tres días), Asamblea de Circuito (dura dos días), Día Especial de Asamblea (dura un solo día y se reúne una parte del circuito de congregaciones).

Llega el día de la asamblea y todos los candidatos aprobados para el bautismo se sientan en una sección especial dedicada a ellos. Luego se les da un discurso dedicado a ellos en donde se explica en qué consiste el bautismo para un testigo de Jehová y que se esperará de él de ahora en adelante. Luego se les pide que se pongan de pie y respondan a dos preguntas de forma audible para todo el auditorio:

Sobre la base del sacrificio de Jesucristo, ¿se ha arrepentido usted de sus pecados y se ha dedicado a Jehová para hacer la voluntad de él?

¿Comprende usted que su dedicación y bautismo lo identifican como testigo de Jehová asociado con la organización que Dios dirige mediante Su espíritu?

Obviamente uno contesta que sí a ambas preguntas. Pero note algo en la pregunta número dos. Habla de asociado a la organización que Dios dirige mediante Su espíritu. El bautismo significa eso. Que ahora uno está asociado a la organización de los Testigos de Jehová. Y en ese momento uno no sabe todo lo que eso significa.

Luego del discurso, se termina la sesión de la mañana de la asamblea y los candidatos al bautismo van a los vestidores a ponerse su traje de baño y ser sumergidos en el agua. Se toman fotos, se aplaude y listo. Nuevos miembros para la organización. Ha sido un largo proceso que ha culminado con el bautismo. Ahora hay un nuevo testigo de Jehová bautizado.


Los hombres recién bautizados de inmediato reciben privilegios en la congregación como hacer la oración de apertura o cierre de las reuniones, servir como acomodador, manejar el sonido y los micrófonos, o repartir la literatura. Todos estos trabajos son considerados verdaderos privilegios y sólo se le asignan a varones bautizados. Las nuevas Testigos se dedicarán a predicar y a ser precursoras si así lo quieren. Los hombres también pueden ser precursores ahora que son bautizados.


Estar recién bautizado atrae todo tipo de felicitaciones. Se ha culminado con una meta. Según los Testigos, ahora empieza la verdadera vida del Testigo ya que Satanás el Diablo estará enojado porque uno se unió a la organización de Dios. Entonces le anticipan a uno noticias nada halagadoras: que el Diablo lo tiene a uno en la mira para atacarlo, pero que no se preocupe. Dios también hará lo propio ayudándolo a uno. Bueno, hasta acá hemos visto la parte introductoria de la vida de un testigo de Jehová. Obviamente, he intentado resumir todo este proceso de ingreso a la Organización de los Testigos hasta donde más pude. Hay muchos detalles que se quedan fuera, espero que para quienes han leído las reflexiones hasta acá, este vistazo les haya servido.



Nota 1:
“Organizados para efectuar nuestro Ministerio” fue reemplazado en 2005 por el casi idéntico “Organizados para hacer la Voluntad de Jehová”.

jueves, 10 de febrero de 2011

Reflexión 10: “¿Todavía no eres publicador?”

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REFLEXIÓN 10

Ya el estudiante ha progresado. Asiste a las cinco reuniones semanales y a las asambleas. Ha dejado a sus amigos y ahora sólo se relaciona con testigos de Jehová. Su familia también ha pasado a un segundo plano. Su apariencia, su vocabulario y sus ideas han sufrido una transformación, también su autonomía para pensar. Ahora su vida gira alrededor de las actividades de la Congregación. Por eso, ha llegado el tiempo para que salga a predicar de casa en casa.

No es necesario ser bautizado como testigo de Jehová para participar en la predicación. Es más, un requisito para uno ser candidato al bautismo es precisamente el haber sido publicador por varios meses. A la persona que predica sin ser bautizada se le llama “publicador no bautizado”. ¿En donde aparece en la Biblia dicho arreglo? Ni idea. Pero no se extrañe. Cada vez más y más asuntos serán tratados al margen de la Biblia, como éste por ejemplo.

Cuando muchas personas empiezan a estudiar con los Testigos dicen que nunca saldrán a predicar. Los Testigos le dan el estudio de todas maneras porque saben que una vez que la persona progrese en el estudio y se reúna con la congregación, lo más lógico es que quiera actuar como todos allí. Y ya que todos sus nuevos amigos son publicadores, no puede quedarse atrás. Hay que salir a predicar también. Se habla con los ancianos de congregación y ellos se reunirán con el candidato a publicador para hacerle algunas preguntas relacionadas con la doctrina de los Testigos. También comprobarán que la persona esté asistiendo a todas las reuniones, y además tenga su vida en armonía con los principios bíblicos, como por ejemplo no diciendo malas palabras, no emborrachándose, no fumando, etc. Una vez que el interesado es capaz de citar unos cuántos textos bíblicos, y explicar algunas doctrinas fundamentales, entonces los ancianos le darán la buena noticia: ¡Que ya puede salir a predicar con los demás!

Las personas se imaginan que predicar de casa en casa supone tener que aguantar constantemente el que a uno le tiren la puerta en las narices. Sin embargo, eso no es muy común; o al menos, no era común en el territorio en que predicaba yo. Lo más común es que uno se encuentre con gente ocupada o que sencillamente no está en casa.

Yo fui nombrado publicador a la edad de quince años, y para esa época ya me sabía más de cien citas bíblicas y además asistía a todas las reuniones sin faltar. Fui nombrado publicador cuando llevaba asistiendo al Salón del Reino dos meses. Fueron varias las razones por las cuales solicité ser publicador. La primera, era que estaba realmente convencido que los testigos de Jehová constituían la verdadera religión por lo cual para poder llegar a ser un Testigo bautizado tenía que ser nombrado publicador primero. La segunda, era que para el año 1995 se hablaba mucho de lo cerca que estaba el fin del mundo incluso algunos ancianos de la congregación a la que pertenecía llegaron a afirmar desde la plataforma que no llegaríamos al año 2000. El fin del mundo o Armagedón llegaría antes de terminarse el siglo. Con esta afirmación como base, me apresuré a pedir la predicación cuanto antes. La tercera razón fue la presión de grupo. Los testigos de Jehová utilizan este tipo de presión para persuadir a las personas a que den los pasos necesarios para bautizarse. Y esta presión adopta muchas formas.

Había muchos jóvenes de mi edad en la congregación y la mayoría ya eran publicadores. Por eso cuando se me acercaban al final de las reuniones me decían cosas como: “¿Todavía no eres publicador?” o “¿Qué estás esperando para salir a predicar?”, ser publicador era una especie de rango iniciador que todos los jóvenes en esa época se esforzaban por alcanzar para ser alabados por la congregación. Además, el publicador tenía varias ventajas: podía salir a predicar, podía retirar revistas, y podía retirar literatura. Antes, los Testigos cobraban por la literatura que dejaban a las personas en la predicación. A partir de 1995 esto cambió y ya se dejaba la literatura gratis, solicitando una donación que era opcional. A mi no me tocó cobrar por la literatura, me tocó el nuevo arreglo. Por ello, ya se podían pedir libros y revistas y no se pagaba por ello. Cuando empecé a reunirme los libros tenían un costo determinado; cuando empecé a predicar, regía el sistema de donaciones voluntarias.

A la mayoría de las personas predicar les da pánico. Ir de puerta en puerta y hablar con extraños en sus hogares resulta una tarea muy difícil, sobre todo para las personas más tímidas o introvertidas. Además, soportar el rechazo puede herir la susceptibilidad de algunos. Debo decir que yo nunca tuve ese problema. A mí realmente me gustaba la idea de salir a predicar y hablar con las personas de la Biblia. Era una labor que en realidad disfrutaba y por eso me volví un publicador muy celoso por la obra de casa en casa. Me gustaba eso de salir con un maletín con la Biblia y publicaciones con el objetivo de distribuirlas. Pronto me destaqué por esto. A pesar de ser tan joven y no ser bautizado, la congregación pronto notó mi gran impulso por la obra de evangelizar. Yo pensaba que todo el mundo se sentía igual que yo pero pronto me daría cuenta de mi error. Para la mayoría de los Testigos que conocía, la predicación era una carga muy pesada. Salir a predicar era angustiante y enfrentar a los amos de casa todo un reto. Muchos minimizaban esta carga por medio de memorizar una presentación sencilla y salir rápido de cada casa. Ni siquiera los precursores, quienes se comprometían a predicar muchas horas cada mes, eran destacables como buenos predicadores. La predicación era para la gran mayoría un sistema para repartir literatura. Eso era todo.

Al final de mes cada publicador de la congregación, sea bautizado o no, debe presentar un informe de su labor de predicación. En un formato preestablecido para ello, se llena el número de horas que se predicaron, el número de libros, revistas y folletos que se distribuyeron así como el número de estudios bíblicos que se condujeron en el hogar de personas interesadas. Ah, casi se me olvida. Cuando uno es nombrado publicador ya puede conducir estudios bíblicos, esto es, enseñarle a otros lo que a uno le enseñaron. Cada publicador se debe esforzar por encontrar personas que quieran estudiar la Biblia con él. Esto es lo que se llama estudios. Cada publicador puede conducir tantos estudios como pueda. Otros no tienen ninguno. Esto del informe mensual se presta para muchas cosas, entre ellas la competencia. Es común que las personas se vanaglorien de las muchas horas que predican mientras otros no predican tanto. Otros se creen más que los demás porque distribuyeron mucha literatura mientras otros no. En fin, la labor de predicar se convierte en una medida de seguimiento para ver quién es buen publicador y quién no. Este informe mensual se consigna en una tarjeta de servicio que maneja el secretario de cada congregación donde se lleva el registro de la predicación de cada publicador. Esta tarjeta es como un expediente donde se consigna la actividad evangelizadora de cada miembro de la congregación y donde cada anciano consulta qué tal va la obra en números. Porque ese se convierte en un elemento de juicio de ahí en adelante: los números. Poco importan la fe, el amor y la misericordia; lo principal es lograr que los publicadores prediquen muchas horas y distribuyan muchas piezas de literatura.

Cuando yo salí a predicar por vez primera hice lo que pocos hacen: ese mismo día hice mi primera presentación frente a un amo de casa, de una revista. La mayoría de las personas que salen a predicar por primera vez, no hablan con el amo de casa, solo se limitan a acompañar a su maestro para ver y aprender cómo predicar. Yo entré al juego derecho. Miré algunas presentaciones de mi maestro y luego hice la mía propia. Me asusté bastante pero al final el amo de casa no quiso quedarse con la revista, mi primera frustración. Pero luego logré que uno se quedara con una “¡Despertad!” y me sentí realizado. Definitivamente esto de predicar era para mí. Pronto me convertí en un ejemplo para toda la congregación ya que era muy hábil predicando de casa en casa. Es más, Testigos de muchos años de experiencia gustaban de salir conmigo para mirar como era que yo lograba que la gente me prestara atención. También yo aprendía de otros Testigos que eran muy experimentados y eran realmente buenos hablando con la gente y presentando el mensaje doctrinal de los Testigos.

Siempre me destaqué en el colegio como uno de los mejores estudiantes de la clase, en muchas ocasiones ocupé el primer puesto. Sin embargo, tan pronto como empecé a predicar mi interés por el estudio mermó. Me parecía más importante predicar que estudiar, aunque no por eso me volví mal estudiante; no. Sencillamente, seguía siendo un buen estudiante, pero ya no me destacaba entre los mejores debido a que no le dedicaba al estudio el mismo tiempo adicional que le dedicaba antes consultando material adicional, haciendo trabajos extra que eran los que me permitían sacar notas superiores al resto. Ahora solo me limitaba a cumplir con mis deberes y nada más. Es más, muchas veces faltaba a clase por quedarme predicando. También cuando empecé a predicar le dije adiós a mis deseos de entrar a estudiar a la universidad tan pronto me graduara de secundaria. Los testigos de Jehová ven con recelo la educación universitaria y muchos dicen que los estudios superiores son inútiles. Yo acepté eso y por eso me propuse volverme precursor tan pronto dejara de estudiar. Conozco a muchas familias Testigos que han sacado a sus hijos pequeños de la escuela porque dicen que estudiar no sirve de nada. Y se dedican solo a predicar. Esto es nefasto para el futuro laboral de esos niños pero hace parte del comportamiento fanático de algunos testigos de Jehová.

Los precursores, como ya había dicho antes, son publicadores bautizados que se comprometen a predicar un determinado número de horas cada mes. Básicamente los hay de tres tipos: auxiliares, regulares y especiales. Los auxiliares se comprometen a predicar 50 horas al mes el número de meses que ellos quieran, uno, tres, etc. Los precursores regulares se comprometen a predicar 70 horas mensuales y deben hacerlo mínimo por un año. Los Precursores Especiales se comprometen a predicar 140 horas cada mes. Estos últimos son enviados a lugares apartados donde se necesita más ayuda en la obra de predicar y además reciben ayuda económica por parte de la Sociedad Watch Tower. Los dos primeros no. Los precursores auxiliares los nombran los ancianos de cada congregación. Los regulares y especiales son nombrados en las sucursales. Uno se pregunta ¿qué tiene de especial comprometerse a predicar determinado número de horas cada mes? Buena pregunta. Un precursor es un título y como tal le da estatus a quien lo tiene. Los Testigos tienen sus propias maneras de ganar estatus dentro de ellos y una de ellas es siendo precursor. Este estatus no es económico. Es un estatus personal. Cuando a alguien lo nombran precursor la gente lo felicita, lo alaba, le sube el ego. Es por eso que la persona trabajará para cumplir con la meta de horas. Este sistema es muy eficaz para obligar a quienes se someten a él a cumplir con un número de horas específico de predicación. ¿Qué pasa si el precursor no cumple con el requisito de horas? Pues que toda la alabanza que recibe se vuelve en su contra y en la congregación empezarán a hablar mal de él por incumplido y por ser una persona que no cumple sus votos a Jehová. Los ancianos harán lo propio haciéndolo sentir culpable.

Empieza el juego psicológico de la manipulación mental. Por cierto, este es otro de los arreglos que no aparece en ningún lugar de la Biblia, eso de exigir cierto número de horas de las personas que predican. Tampoco el del Informe de Predicación.Desde el principio mi meta era ser precursor y tener nombramiento oficial como tal. Pero para ello tenía que ser bautizado. De hecho, sólo los bautizados podían participar en las actividades de la congregación relacionadas con su funcionamiento. Mis amigos Testigos eran muy jóvenes y algunos eran bautizados desde los doce años. De la misma manera que lo presionan a uno para ser publicador lo presionan para que se bautice: “¿Qué esperas para bautizarte?” me preguntaban todo el tiempo. Por eso, decidí bautizarme y dar el último de los pasos para ser en todo el sentido de la palabra, un verdadero Testigo de Jehová.

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Reflexión 9: Una enorme y desconocida Organización piramidal

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REFLEXIÓN 9

Intentaré ser claro y breve con esto.

Los Testigos de Jehová tienen su sede Mundial en Estados Unidos, en un barrio de Nueva York llamado Brooklyn. Desde esta sede se dirige la obra mundial de los testigos de Jehová. Los que mandan a nivel Mundial a los Testigos de Jehová son los miembros del llamado Cuerpo Gobernante que son unos testigos de Jehová muy viejitos y con mucho tiempo de ser Testigos. Estos señores son “ungidos”, lo cual significa que creen que irán al cielo a gobernar con Jesús mientras que el resto de los Testigos se quedarán en la tierra convertida en un paraíso. Esto de los ungidos lo explicaré luego.

Los Testigos tienen sucursales en la mayoría de los países donde operan. Estas sucursales atienden a un determinado grupo de distritos que están conformados por circuitos que a su vez están conformados por congregaciones que a su vez están conformados por ancianos, siervos ministeriales, precursores y publicadores. Si usted no entendió nada de esto, no se preocupe, muchos Testigos llevan veinte años de serlo y tampoco lo han podido entender. Sin embargo lo explicaré al revés si le sirve de algo.

Cada congregación está a cargo de unos hombres con el título “Ancianos”, lo cual no significa que sean viejos. Anciano es el cargo, no la edad. Estos ancianos tienen unos ayudantes que son los “Siervos Ministeriales” que les colaboran con el trabajo de la congregación como el pastoreo o la enseñanza, y otras muchas funciones. Tanto los ancianos como los siervos ministeriales, deben ser hombres. Los que se encargan de llevar la delantera en la predicación son los Precursores y pueden ser precursores tanto hombres como mujeres. Se les llama así porque se comprometen a predicar un determinado número de horas al mes que pueden ser 50, 70 ó 140 (Nota 1). Luego están los publicadores, que son todos los testigos de Jehová restantes que participan en la obra de predicar de casa en casa y de otras maneras. Así están conformadas las congregaciones. Luego, un grupo de unas veinte congregaciones forman lo que se llama un Circuito. Varios de estos Circuitos conforman un Distrito. Y estos distritos son atendidos por la sucursal de cada país. Y a estas sucursales las atiende la central mundial. ¿Ahora sí entendió?

Como puede ver, es una organización de alcance mundial, una multinacional para ser exactos. Tanto en la central mundial como en las sucursales se tiene modernas imprentas para la impresión masiva de literatura que se envía a todas las congregaciones con el objetivo de colocarla en manos del público. Es mucho el esfuerzo que hace la organización mundial de los Testigos para colocar esta literatura entre el público. Se puede decir que su prioridad es distribuir literatura y no predicar el evangelio como quieren hacer creer.

Otra de las cosas que caracterizan a la organización es el constante afán por construir inmuebles en todos los países. La construcción de edificaciones como Salones del Reino, Salones de Asambleas o sucursales es una constante en todo lugar donde predican. Sospechoso para mí. Si ha seguido las reflexiones hasta ahora, tiene una visión introductoria bastante amplia de lo que son los testigos de Jehová. Cómo operan para llegar a la persona, qué argumentos iniciales utilizan para captar el interés, en qué consisten sus estudios bíblicos, cómo son sus reuniones, cómo están organizados a nivel mundial y cómo es eso de su convencimiento de ser la única religión verdadera. Ahora podemos profundizar un poco más en su proceso de captación de personas.
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Si desea un mayor detalle de los aspectos organizacionales al más alto nivel de los testigos de Jehová, así como sus recientes cambios, busque "Cuerpo Gobernante de los testigos de Jehová" en Wikipedia. También podrá echar un vistazo más humano y desmitificado al funcionamiento interno de su alta dirección si lee el libro "Crisis de Conciencia" de Raymond Franz, fallecido ex-miembro de dicho "Cuerpo Gobernante".
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Nota 1:
La tendencia es a ir flexibilizando y disminuyendo el requisito de horas mensuales a las que se comprometen los "precursores" de acuerdo a las necesidades prácticas.
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miércoles, 9 de febrero de 2011

Reflexión 8: Dios los cría...

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REFLEXIÓN 8

Los testigos de Jehová tienen cinco reuniones semanales que se celebran en tres sesiones. Dos de estas sesiones se llevan a cabo en el salón del Reino con todos los miembros de la congregación y la otra se realiza en hogares en grupos pequeños de estudio. A continuación mencionaré en qué consiste cada reunión de forma breve.

1. Escuela del Ministerio Teocrático: Es una reunión que se lleva a cabo en el Salón del Reino un día de semana junto con otra reunión llamada Reunión de Servicio (que veremos a continuación). Esta escuela tiene como objetivo entrenar a los Testigos en el arte de la Oratoria Pública. Se anima a todos los Testigos para que estén matriculados en dicha escuela y por lo general todos lo están. Hay una persona que dirige la Escuela del Ministerio Teocrático (o Escuela Teocrática como también le llaman) y es el encargado de dar consejo a quienes presentan discursos. Los discursos estudiantiles duran cinco minutos, tras los cuales el superintendente de la Escuela le dará consejo sobre qué hizo bien y en qué debe mejorar. En esta reunión también se tiene un discurso llamado puntos sobresalientes de la Biblia donde se toma una porción de la Biblia y se aplica a la Congregación. Según mi experiencia, cuando un Testigo tiene habilidades naturales para hablar en público y le gusta hacerlo, esta reunión le servirá mucho porque le permitirá entrenar diferentes aspectos del arte de hablar ante otros. Sin embargo, para aquellos que son muy tímidos o retraídos y les causa pánico un auditorio, esta reunión puede ser devastadora; he conocido Testigos que se han desmayado mientras presentan un discurso debido al alto grado de nerviosismo de estar parados en la plataforma. Supe de un caso de una persona que murió de un paro cardiaco en pleno discurso. Sin embargo, es un caso aislado y extraño. Es por eso que no estoy de acuerdo en que se presione a un Testigo para que se matricule en esta Escuela si no se siente en capacidad para hacerlo o si al menos esa iniciativa no parte de él mismo en vez de la presión de los otros. En esta Escuela Teocrática nunca hay graduación. Aún cuando una persona haya pasado los diferentes puntos de estudio (cada estudiante tiene una hoja de consejo oratorio donde se le califica después de cada intervención) vuelve a empezar otra vez todo el curso y así infinitamente. Los Testigos suelen jactarse de cómo han progresado gracias a esta Escuela; sin embargo he conocido personas que llevan más de diez años como Testigos y su progreso prácticamente ha sido nulo. Esta reunión dura 45 minutos en total.

2. La Reunión de Servicio. Esta reunión también dura 45 minutos y empieza tan pronto termina la Escuela Teocrática. Los Testigos de Jehová reciben un boletín mensual llamado “Nuestro Ministerio del Reino” y de éste se saca el material a estudiar en esta reunión. La idea de la Reunión de Servicio es entrenar al Testigo para que sea un eficaz propagador de su fe, para que sea un excelente publicador en la obra de casa en casa principalmente. Como dato curioso, los testigos de Jehová nunca se llaman a sí mismos “Predicadores” al referirse a su papel de evangelización. Se autodenominan “Publicadores” a pesar de que dicho término parece más de vendedor que de Ministro cristiano. Además, el término “Publicador” no aparece en la Biblia al referirse a la obra de evangelización. Sea como sea, en esta reunión se hacen demostraciones de cómo se debe predicar a los demás. Estas demostraciones son lo mismo que en ventas se llaman Clínicas de Ventas que son dramatizaciones de cómo vender mejor. En esta reunión, a fin de mes, se indica cuántas revistas logró dejar la entera congregación en manos de las personas (a esta acción se le llama “colocar”), cuántos libros se colocó, cuantos folletos, etc. En pocas palabras, esto es como una reunión de ventas para ver qué tal está el negocio y en qué se tiene que mejorar. Esta reunión también dura 45 minutos, tras los cuales se termina esta sesión.
3. Discurso Público. Esta reunión se lleva a cabo un día de fin de semana y le sigue el Estudio de la Atalaya. El discurso público dura 45 minutos y lo pronuncia un varón Testigo de Jehová “Siervo Ministerial” o “Anciano” (en la próxima reflexión explicaré estos dos términos). Estos discursos tratan sobre temas bíblicos o sobre asuntos de actualidad, familia, etc., tomados desde el punto de vista de los Testigos y sus doctrinas. Siempre lo dará un hombre, jamás una mujer. El discursante lo dará desde el atril y por lo general estará en el mismo punto los cuarenta y cinco minutos, a diferencia de otros tipos de oradores que con micrófono en mano o en la solapa, se mueven de un lado a otro de la plataforma o entre el auditorio. Hay algo que caracteriza esta reunión: la monotonía. La mayoría de los varones Testigos adoptan un acento característico y peculiar al hablar lo cual los hace sonar fríos, sin sentimiento, en pocas palabras, un discurso aburridor. No se extrañe si durante esta reunión ve la gente cabeceando o durmiendo. Los más inteligentes suelen salir a tomar un refresco o un café durante este discurso para no morir de aburrimiento. Los bosquejos para estos discursos vienen listos desde Estados Unidos. Un testigo de Jehová, por más capacitado que sea, no debe preparar por su cuenta uno de estos discursos para darlo a la congregación. Sólo se puede hacer siguiendo los bosquejos que se mandan desde los Estados Unidos en la central Mundial de los Testigos. Sin embargo, de vez en cuando aparece lo increíble: ¡un orador excelente! Sí, a veces quien da el discurso es en verdad un orador bueno y nos hará reír y disfrutar esos 45 minutos que pasarán volando. Lastimosamente esto es más bien raro, hablo por mí, claro. En otras partes puede que haya más Testigos buenos oradores pero a mí me tocó la aburrición en pasta y uno que otro muy bueno.

4. Estudio de La Atalaya: después de dormir en el discurso público (es broma) viene el estudio de La Atalaya. Como su nombre bien lo indica, se trata de estudiar un artículo que viene en la revista La Atalaya. Para muchos Testigos esta reunión es otro Karma con el que tienen que cargar. Esta reunión se lleva a cabo por preguntas y respuestas; el auditorio está invitado a participar con sus comentarios. El método de estudio de este artículo es similar a la forma en como le dan estudio a uno en la casa. Se lee un párrafo, se hace la pregunta y se espera que alguien del auditorio la responda. Eso sí, esa respuesta debe estar basada en lo que se leyó y no en opiniones personales y menos en objeciones. Es muy simpático cuando el conductor del estudio hace una pregunta y nadie levanta la mano para contestar. Todos se miran la cara unos a otros como quien dice: “¿Qué burros somos no?” Este estudio dura una hora. Algo que llama la atención de esta reunión es que el conductor, si es bueno, se sabrá los nombres de las personas que contestan (¿o será que sólo le da comentarios a aquellos que conoce?); para que las personas contesten hay encargados de llevar un micrófono (por lo general inalámbrico) hasta el lugar de la persona que va a comentar. En estos estudios de La Atalaya se le da más importancia a lo que diga La Atalaya que a lo que diga la propia Biblia. Los Testigos de Jehová consideran el estudio de La Atalaya como su reunión más importante.

5. El Estudio de Libro de Congregación: Este estudio se basa en un libro escogido de antemano (escogido desde Estados Unidos por supuesto) y se estudia una hora semanal hasta terminar en secciones ya planeadas de antemano. Este estudio se lleva a cabo igual que el de La Atalaya. Se lee un párrafo del libro, se lee la pregunta que está en la parte de abajo que corresponde a ese párrafo y se invita al auditorio a participar. Este estudio no es tan formal ya que se lleva a cabo en una casa particular de un Testigo. Como el grupo es pequeño, se presta para realizar muchas actividades que suelen ser muy divertidas: pequeñas reuniones sociales, desayunos, fiestecitas, paseos y cosas así. Claro, eso depende de la iniciativa del encargado de conducir el estudio (Nota 1).

Obviamente, para que una persona se familiarice mejor con estas reuniones debe asistir a ellas. Son en total cerca de cinco horas de reuniones semanales, sin contar el tiempo que uno se demora en transportarse y el tiempo que se queda antes y después de las reuniones. Ya no es sólo una hora de estudio lo que la persona recibirá del Testigo sino cinco horas más de reuniones. Cada vez los Testigos requerirán más y más tiempo de la persona que se interesa en sus doctrinas y que logran interesar con sus estudios bíblicos.

Hay otras reuniones que los Testigos de Jehová llevan a cabo pero en menor frecuencia. Una de ellas es la Conmemoración de la Muerte de Cristo, que es anual (ya la explicaré en más detalle), y las asambleas, que son reuniones más grandes (en estadios, coliseos y salones de asambleas), que son tres veces en el año. Explicaré más adelante en qué consiste cada una de estas asambleas. Para comprender mejor a los testigos de Jehová es indispensable saber cómo están organizados. Aunque muchas personas llegan a hacerse Testigos sin saber nada de esto y algunas nunca se enteran, es bueno que usted sepa algunas cosas sobre la organización de los Testigos de Jehová. Lo veremos en la próxima reflexión.




Nota 1:

La reunión llamada "Estudio del Libro" ya no existe. En su lugar, se anima a los feligreses a que en sus propios hogares tengan el llamado "Estudio de Familia" que consiste en que la familia que habita un hogar se reúna para consideraciones bíblicas o para prepararse para las reuniones. Tal vez en estas ocasiones (en las que se espera que el papá sea quien la dirija, siempre que sea Testigo) la familia encuentre ocasión para tratar en privado asuntos íntimos para los cuales es difícil encontrar otro momento oportuno. En realidad el Estudio de Familia ya existía pero parece que no había mucha disciplina para mantenerlo regularmente, probablemente por falta de tiempo, ya escaso entre tanta reunión y actividades religiosas.
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martes, 8 de febrero de 2011

Reflexión 7: Un cambio de entorno

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REFLEXIÓN 7
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La persona ha estudiado ya por algún tiempo. Ahora sabe mucho sobre algunos temas de la Biblia tal y como se los han enseñado. Ahora considera como su amigo al Testigo que le da el estudio. Es posible que conozca a varios Testigos más que han acompañado a su maestro a las sesiones semanales con el fin de enseñarle también. Ahora se le ha mostrado que la única religión verdadera es la de los testigos de Jehová. Es tiempo que se familiarice más con la Religión Verdadera. Y nada mejor para hacer esto que llevarlo a las reuniones públicas de los Testigos de Jehová.

Al estudiante se le dirá que debe familiarizarse con el pueblo escogido de Dios, por lo cual es vital que asista a las reuniones que llevan a cabo los testigos de Jehová en locales especiales para ello llamados “Salones del Reino”. Se le dirá que la asistencia es voluntaria y que no se hace ningún tipo de colecta o recolección de donativos durante las reuniones.

Se ha llegado a una etapa crucial en la captación de un nuevo miembro. Lograr que una persona que estudia con un Testigo vaya al Salón del Reino es considerado un gran paso, un paso abismal. Cuando los estudiantes de un Testigo empiezan a asistir a las reuniones, el Testigo gana estatus en la congregación, gana reconocimiento por su logro. No es fácil convencer a alguien que vaya a una reunión de dos horas un fin de semana cuando no aguanta una misa de media hora. Aquí pasará una de dos cosas. Una: El estudiante acepta ir a las reuniones y continúa con el proceso de entrada a la religión de los Testigos. Dos: El estudiante no asiste. En el primer caso el Testigo seguirá con el proceso de captación de un nuevo miembro tal y como veremos más adelante. En el caso dos, el Testigo seguirá estudiando con la persona y le insistirá en la importancia de que vaya a las reuniones. Si cuando terminan el libro guía de estudio el estudiante ha manifestado no querer reunirse con los Testigos, su maestro no le volverá a dar estudio. Y en casos extremos, lo considerará un caso perdido. Cuando una persona que estudia con los Testigos no avanza sencillamente se descontinúa el estudio con ella y se va en busca de otra persona a quien convencer.

Pues bien, llega el día en que la persona irá por primera vez a una reunión con los Testigos. Su maestro pasa temprano por su estudiante para llevarlo él mismo al lugar de reunión o para pagar su pasaje si usan el transporte público. Le dirá que el Salón del Reino es el lugar más especial del mundo donde notará la alegría y el amor en el ambiente.

Al llegar al salón se encontrará con una edificación limpia y bien construida (en la mayoría de los casos) y personas elegantes que ingresan. Cuando entra en compañía de su maestro notará algo raro en el ambiente. Verá que las personas hablan en voz alta en el lugar (cosa que no se hace en una iglesia católica por ejemplo) y todos se ven felices y alegres. Tan pronto como él ingresa los asistentes se dan cuenta de que es nuevo y se abalanzan sobre él a saludarle. El Testigo que le conduce el estudio lo presentará como su estudiante y todos con una gran sonrisa le darán la bienvenida y lo tratarán como un rey. Y no exagero. Cuando alguien llega al Salón del Reino por vez primera siempre queda súper impresionado por el acogedor recibimiento del que es objeto por parte de los testigos de Jehová. Dentro de las personas que saluda verá a algunos que acompañaron a su maestro en alguna ocasión para enseñarle y notará que todos allí se conocen por el nombre y hasta por el apellido. Se refieren unos a otros como hermano o hermana tal. Es más, si el estudiante va vestido de forma elegante muchos le dirán a él también hermano a pesar de que es un término que solo utilizan para referirse a ellos (los bautizados como testigos de Jehová).

El estudiante continúa observando con detenimiento el lugar y mira que los niños se portan muy bien y las mujeres van modestamente vestidas. Parece otro mundo. Comienza el programa de la reunión de ese día y por lo general, el estudiante entenderá muy poco de lo que se diga. Esto se deberá a dos razones: una, es que su impresión por ser la primera vez que llega no le permitirá concentrarse plenamente. Y la otra, quizá no esté familiarizado con la terminología propia de los testigos de Jehová que se utiliza desde la plataforma una y otra vez.

Cuando termina la reunión, nuevamente la gente está pendiente del visitante. Todos pasarán a su lado para preguntarle qué tal le pareció la reunión y para despedirse. Eso sí, le dirán que esperan volver a verlo por allá con frecuencia para tener el placer de contar con su compañía. Mejor dicho, es todo un trabajo de grupo para convencer al recién de llegado de seguir volviendo y quedarse permanentemente.

Una vez que la persona ha ido al Salón del Reino el Testigo le dirá que es necesario que siga asistiendo con regularidad a las reuniones con el propósito de que siga aprendiendo. Ya no es sólo algo opcional. Se convierte en un hábito que debe adquirirse. Y la persona, después de un recibimiento tan caluroso no dudará en seguir asistiendo. Pronto esto de asistir a las reuniones se convertirá en una obligación si quiere seguir progresando en su camino hacia volverse testigo de Jehová.

Yo fui por primera vez a las reuniones cuando tenía doce años, pero no fui al Salón del Reino sino a un hogar particular donde se hacía la reunión (una de las reuniones de los testigos de Jehová se lleva a cabo en hogares como explicaré en la siguiente reflexión). A pesar de que había empezado desde los nueve a estudiar con los Testigos, la constante oposición de mi padre y mi tierna edad no me permitían tomar la decisión de ir solo a un lugar que estaba alejado de mi casa. Además, había descontinuado varias veces el estudio porque mi papá me descubría. Estudié varios meses cuando tenía nueve años y al cumplir los diez dejé de estudiar. Reanudé el estudio cuando tenía doce, asistí a una reunión (en una casa) pero no quise seguir asistiendo. Quien me daba el estudio se mostraba muy desanimado porque yo estudiaba y estudiaba pero no quería ir a las reuniones. Creo que fue por eso que no volvió a enseñarme. Dejó de ir a mi casa y yo dejé una vez más de estudiar. Mi papá aún se oponía. Reanudaría otra vez el estudio con el mismo maestro a la edad de quince años y comenzaría a reunirme en el Salón del Reino a esa edad y no dejaría de hacerlo por varios años más. Cuando llegué por primera vez al Salón del Reino todos me saludaron y me dieron una cordial bienvenida. Muchos hasta me dijeron: “Vaya, hemos oído hablar mucho de ti”. Cosas como esas hacen que uno se sienta muy importante, que su autoestima se eleve al cielo. Es muy reconfortante sentirse bien recibido, sentir que uno le causa alegría a otros con su mera presencia. Fue por eso que no dudé en seguir reuniéndome. Sin embargo, temprano en esta gran experiencia, empezaría a ver cosas sospechosas.

Los Testigos de Jehová están organizados a nivel mundial en congregaciones. Una congregación es un grupo de testigos de Jehová que viven en un sector determinado y tienen su horario de reuniones. Cada congregación tiene su Salón del Reino para celebrar sus reuniones. Cuando no lo tienen, varias congregaciones utilizan un mismo salón y las reuniones las celebran en días distintos o en distintos horarios. Por lo general una congregación no pasa de más de 150 miembros. Cuando el número de personas aumenta se divide la congregación y nace una nueva. Cada congregación tiene asignado un territorio de la ciudad para predicar y conseguir estudios. Cuando estos estudios comienzan a reunirse lo hacen en la congregación que está asignada a su lugar de residencia. Lo más común es que el Testigo que le enseña viva cerca. Claro, hay excepciones a esto y es cuando la persona estudia con un compañero de trabajo o de estudio en horas de descanso o en los recreos.A continuación veremos en qué consisten cada una de las cinco reuniones de los Testigos de Jehová.
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lunes, 7 de febrero de 2011

Reflexión 6: "¡He encontrado la Religión Verdadera!"

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REFLEXIÓN 6

Cuando el estudiante va avanzando en su Estudio cada vez se le mencionará de forma directa lo que al principio ni se mencionaba. El que los Testigos de Jehová son la única religión verdadera sobre la Tierra. Ellos están convencidos de ello. Nunca le dirán esto de forma directa a un estudiante que está comenzando por razones obvias. Como vimos antes, muchas personas empiezan a estudiar con los Testigos con la condición de que no cambiarán de religión. Simplemente empezarán a estudiar por aprender, no con el objetivo de cambiar de creencias. El testigo de Jehová acepta porque sabe que esa presión desaparecerá por inercia tan pronto el estudiante se familiarice con el estudio y con los Testigos. Si se le dijera a la persona que el objetivo es cambiarlo de religión nadie empezaría a estudiar o serían muy pocos, poquísimos, quienes aceptarían.

Cuando se ha logrado ya cierta confianza se le mostrará al estudiante que la única religión que Dios aprueba sobre la tierra es la religión de los testigos de Jehová. Para ello utilizan una serie de argumentos muy bien elaborados y convincentes. Mencionarán varias cosas que ellos consideran que identifican a la religión verdadera y que solo ellos cumplen: la predicación que efectúan de casa en casa, el amor que se muestran unos a otros, su uso exclusivo del nombre Jehová, sus doctrinas basadas únicamente en la Biblia, su negativa a ir a la guerra, sus principios morales firmes, entre otros. Cuando se pinta este panorama y se añaden unos textos bíblicos que parezcan apoyarlos el resultado es conmovedor; la persona siente una alegría muy especial por dentro, una sensación de bienestar y euforia indescriptibles: “¡He encontrado la religión verdadera!” se dirán con emoción.


Esto es similar a cuando un individuo quiere conquistar a una mujer y al decirle cuáles son las características del mejor pretendiente que a ella le conviene, se describe a sí mismo.

¿Y qué hay de las otras religiones como el catolicismo o las demás religiones cristianas? Pues ellos están equivocados y en el error. Punto. La única doctrina verdadera es la que tienen los testigos de Jehová. Es la única que Dios aprueba. Debo decir que los Testigos son muy sinceros y creen esto como la máxima de las verdades. Yo lo creí así. Cuando comprendí que la religión de los Testigos era la única verdadera me sentí muy bien. Había encontrado lo que todo el mundo buscaba y hasta tenía pruebas de ello. Uno se siente superior al resto de los seres humanos. ¿Quién no? Los testigos de Jehová se refieren a las otras religiones sean cristianas o no, como La Religión Falsa o Babilonia la Grande (nombre sacado del libro del Apocalipsis). Las religiones cristianas y el catolicismo que también hacen parte de Babilonia la Grande, son llamadas en conjunto “La Cristiandad” es decir, religiones que creen o reconocen a Cristo pero siguen doctrinas erróneas o paganas.

Según los testigos de Jehová el futuro que le espera a Babilonia la Grande (todas las religiones del mundo aparte de ellos) es la destrucción total. ¿Muy inflexible, no? Babilonia la Grande es el Imperio Mundial de la Religión Falsa y los testigos de Jehová son la única religión verdadera. Es por ello que los Testigos no pueden tener nada que ver con la religión falsa. No pueden asistir a sus cultos religiosos ni participar en sus celebraciones. Es más, ni siquiera pueden tener un empleo que involucre servir a una religión de Babilonia.

Aquí se activa otro principio muy poderoso. Y es el principio del orgullo humano que tantos problemas le ha traído al mundo. Ese orgullo es explotado cuando se le dice a una persona que pertenece al único grupo que Dios aprueba, mientras el resto de la humanidad está en las tinieblas y próximos a ser destruidos (Nota 1). Ahora es tiempo de ingresar cuanto antes a la religión verdadera y dejar a un lado la religión falsa. Los Testigos de Jehová están convencidos de tener la religión verdadera y utilizan como prueba los aspectos mencionados arriba. Sin embargo, estudiando la historia de la Organización de los Testigos de Jehová estas pruebas carecen de peso porque no siempre han creído lo mismo que creen ahora. Es decir, las cosas por las cuales creen que son la religión verdadera ahora, no eran válidas hace años y viceversa. Por ejemplo, no siempre han utilizado con tanto énfasis el nombre Jehová, antes participaban en la guerra, antes se les permitía fumar, en sus inicios ni siquiera predicaban de casa en casa y sus enseñanzas bíblicas han sufrido cambios enormes con el paso de los años (hablo de cambios enormes, no de simples modificaciones). Veremos aspectos de esto con más detalle en reflexiones siguientes. Sigamos ahora con el proceso de ingreso a los testigos de Jehová de una persona llegados a este punto.
Nota 1:
Pienso que este orgullo del que habla el autor no es otra cosa que la semilla del sectarismo. Los sectarios tienen un permanente dilema entre el bien y el mal, la verdad y la mentira, blanco o negro, a favor o en contra. Esta es una forma violenta, agresiva, de separar y discriminar a los seres humanos.
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Reflexión 5: La Hábil Teoría del Diablo Titiritero

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REFLEXIÓN 5

Cuando una persona empieza a estudiar con un Testigo de Jehová se dará cuenta de varias cosas. Una de ellas es que la mayor parte de sus creencias religiosas actuales están en directa confrontación con lo que le están enseñando. Debido a esto, el testigo de Jehová le dirá a su estudiante que tome las cosas con calma y que vaya haciendo cambios poco a poco. Esto incluye deshacerse de imágenes religiosas, dejar de asistir a sus servicios religiosos habituales (la misa por ejemplo) e interrumpir la celebración de días festivos tradicionales (día de madres, día de padres, día del amor y la amistad, etc.). Aún si la persona no manifiesta interés en dejar estas cosas, el Testigo seguirá con el estudio con la esperanza de que lo haga de forma gradual.

Sin embargo, a la persona que recibe el estudio desde la primera sesión se le dirá lo que yo denomino “La Primera Ancla”. Un ancla es un artefacto de metal muy pesado que impide que un barco se mueva del puerto. En sentido figurado, un ancla es una afirmación, una creencia que servirá para que una persona permanezca estática e inmóvil en un sitio. El ancla de la que hablo es lo que los Testigos llaman sencillamente esperar persecución.

Muy temprano en el estudio, se le dice a la persona que el Diablo no querrá que ella aprenda el conocimiento de Dios que los testigos de Jehová quieren darle. Le dirán que Satanás hará todo lo posible por desviarla la senda correcta por medio de enviarle persecución que vendrá de diferentes formas y que una de ellas será por medio de su propia familia. Le dirán que la familia se opondrá a que estudie la Biblia con los testigos de Jehová pero que eso es lo más normal ya que el Diablo puede utilizar esta persecución para que deje de estudiar. El estudiante al escuchar esto se siente turbado. Es decir, nadie espera que el Diablo utilice a su papá o a sus hermanos para querer desviarlo del conocimiento de Dios.

Las creencias de los Testigos de Jehová no son populares ni bien recibidas por muchas personas y su punto de vista con respecto a las transfusiones de sangre es realmente algo arriesgado y peligroso rayando con el suicidio en el nombre de la religión. Es por eso que cuando alguien se da cuenta que un amigo o un familiar está estudiando con los Testigos, lo primero que hará será ponerlo sobre aviso y sugerirle que deje de estudiar. Sin embargo, muchos hacen esto por prejuicio también. Sea como sea, cuando una persona que estudia con los Testigos recibe las advertencias de sus amigos o su familia con respecto a seguir estudiando con ellos, de inmediato recordará lo que le dijo su maestro: que esa es la forma como el Diablo actúa para impedir que siga estudiando. Entonces se convencerá aún más de que lo que está estudiando es verdadero. Por paradójico que esto parezca, de ahí en adelante mientras más se le opongan sus familiares o sus amigos a que siga estudiando, lo hará con más fervor. Llegados a este punto, el lazo de la Organización de los Testigos sobre la persona se hace particularmente fuerte.

Cuando empecé a estudiar a la edad de nueve años, lo hice a escondidas de mi papá. Él era un católico tradicional (de los que no van a misa) y si se daba cuenta que yo estudiaba la Biblia con otra religión me daría una buena reprimenda. Una vez él llegó a casa cuando mi mamá estaba estudiando con dos señoras Testigos y las echó a ambas de la casa casi a los gritos. Mi mamá siguió estudiando y yo también, pero en horarios de trabajo de mi papá, lo hacíamos sin que él se diera cuenta. Desde el principio nos dijeron tanto a mi mamá como a mí que la persecución que teníamos era por causa del Diablo que quería atraparnos e impedir que siguiéramos estudiando. Sé que esto suena exagerado, pero era lo que nos decían y yo les creí. Por eso veía a mi papá como un agente del Diablo que quería perjudicarnos (Nota 1). Eso no ayudó para nada para tener una buena relación con él. Mi papá me empezó a presionar para que yo fuera a misa. Yo lo hacía pues aún no me habían dicho que fuera del todo malo hacerlo. Es más, rezaba el rosario con frecuencia. A pesar de ser tan pequeño, sentía una gran inclinación por todo lo que fuera religioso.

Eso de esperar la persecución del Diablo en la forma de oposición de la familia y los amigos es un truco muy efectivo que funciona muy bien. Y es una creencia que la persona después de hacerse Testigo tendrá en su cabeza, y se la repetirán una y otra vez: cualquier persona que se oponga a los testigos de Jehová es un agente del mal o un ignorante. Lo que logran con esta gran ancla es desviar la atención de la persona hacia el otro lado de la cuestión: ¿podrían ser los Testigos de Jehová quienes estuvieran realmente equivocados en muchas de sus creencias y por eso muchos se oponen a ellos (incluso quienes lo han sido y luego se han retirado)? Cuando una persona tiene en su cabeza que cualquiera que se oponga a los Testigos es realmente un títere manipulado por el Diablo, ni siquiera considera hacerse esta pregunta. Y cuando llega a planteársela se dirá a sí mismo: el Diablo quiere entramparme. Esta creencia de que los malvados están contra nosotros será algo con lo que el Testigo cargará durante toda su vida. Quizá muera con esta idea.

Aquí se empieza a visualizar lo que creen los Testigos sobre su religión. Ellos están convencidos de que son la única religión verdadera sobre la Tierra. Están convencidos que sus seis millones de miembros son la única Organización aprobada por Dios, su pueblo escogido, por lo cual serán los únicos que disfrutarán del paraíso terrenal que Dios ha prometido. Por eso se llaman a sí mismos la única religión verdadera. El resto de las personas que pertenecen a otras religiones, por más buenas y correctas que sean, les espera ser asesinados por Dios en el juicio final. La única forma de escapar de la destrucción es volverse testigos de Jehová. Y cuando Dios haya destruido a las personas no Testigos en el día del fin, la única religión que quedará en la Tierra será la de los testigos de Jehová. Obviamente, ellos no le van a decir esto a usted de forma directa. Sin embargo, es lo que todos creen. Lo sé porque fui uno de ellos y sé qué les han enseñado porque yo mismo estuve bajo ese mismo sistema de creencias durante muchos años.

Es por eso que, en conclusión, un Testigo les dirá a sus estudiantes que cualquier oposición que reciban para seguir estudiando proviene del Diablo. De manera que la mejor forma de ayudar a esos familiares que se oponen a los Testigos es continuar estudiando y esperar el día en que ellos se den cuenta de que la verdadera religión es la practicada por los testigos de Jehová.

Nota 1:
Los textos más frecuentemente utilizados para sustentar la legitimidad de esta confrontación supuestamente provocada por Satanás son las palabras de Jesús en Mateo 10:32-37 y Lucas 12:51-53. Estos textos dicen lo siguiente:
  • Mateo 10:32-37
"[En cuanto a] todo aquel, pues, que confiese unión conmigo delante de los hombres, yo también confesaré unión con él delante de mi Padre que está en los cielos; pero [en cuanto a] cualquiera que me repudie delante de los hombres, yo también lo repudiaré delante de mi Padre que está en los cielos. No piensen que vine a poner paz en la tierra; no vine a poner paz, sino espada. Porque vine a causar división, y estará el hombre contra su padre, y la hija contra su madre, y la esposa joven contra su suegra. Realmente, los enemigos del hombre serán personas de su propia casa. El que le tiene mayor cariño a padre o a madre que a mí no es digno de mí; y el que le tiene mayor cariño a hijo o a hija que a mí no es digno de mí."
  • Lucas 12:51-53
"¿Se imaginan ustedes que vine a dar paz en la tierra? No, les digo por cierto, sino más bien división. Porque de ahora en adelante habrá cinco en una casa divididos, tres contra dos y dos contra tres. Estarán divididos padre contra hijo e hijo contra padre, madre contra hija e hija contra [su] madre, suegra contra su nuera y nuera contra [su] suegra."
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Con esto en mente, quien estudia la Biblia con los testigos de Jehová queda convencido que es parte de una confrontación mayor en la que está de parte del bien (los Testigos como mensajeros de Dios) o del mal (la familia manipulada por Satanás).
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